Peñarol y la impronta que le dio Leo Ramos desde su llegada: vuelve a ganar en las alturas

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A lo largo de toda su rica historia la pelota quieta le ha dado grandes alegrías a Peñarol. Con Mauricio Larriera como técnico, esa faceta del juego no tuvo tanta preponderancia porque el estilo era otro, pero con el regreso de Leonardo Ramos al club, el balón parado volvió a cobrar importancia y los números así lo avalan.

En ocho partidos que lleva dirigidos desde su vuelta a la institución mirasol, Ramos suma cuatro triunfos, tres empates y una sola derrota, la del clásico frente a Nacional.

En esa racha, el equipo anotó 13 goles y recibió nueve, pero más allá de esos números la estadística muestra otros datos a la hora de analizar cómo llegaron los gritos del aurinegro.

Es que con Ramos al mando, la pelota quieta volvió a cobrar relevancia en el juego mirasol, algo que por ahí no tenía tanta injerencia en el estilo de Mauricio Larriera más allá de que con el floridense como técnico el carbonero supo llegar al gol mediante la pelota parada, pero no en tantas oportunidades.

Hoy la historia es otra y además, Peñarol cuenta en su plantel con buenos ejecutantes como Brian Lozano, quien ya suma tres asistencias, todas sirviendo tiros de esquina.

El balón parado cobra relevancia en esta versión mirasol con Leonardo Ramos al frente y en estos ocho encuentros en los que el equipo anotó 13 goles, cinco llegaron de pelota quieta.

Los que anotaron en esas jugadas fueron Juan Manuel Ramos de cabeza en el 3-2 a Defensor Sporting, Yonatthan Rak en el 1-1 con Deportivo Maldonado, Hernán Menosse y Sergio Núñez —ambos de cabeza— en el triunfo 2-0 ante Colón por Copa AUF Uruguay, y Brian Mansilla en el 1-0 del jueves ante Liverpool en Belvedere.

Y otro dato que también es para destacar es que de pelota quieta, Peñarol anotó en cuatro partidos y el equipo logró directamente tres victorias y una igualdad.

Pero a esos goles que llegaron en jugadas de balón parado, también vale la pena agregar otros tres tantos que llegaron de cabeza y por centros al área aunque mediante jugadas con pelota en movimiento como el gol de Brian Lozano a Danubio tras centro de Matías Aguirregaray y el doblete Lucas Viatri a Rentistas con asistencias de Valentín Rodríguez y Nicolás Rossi.

Es una realidad. La pelota quieta volvió a ser clave en Peñarol y el equipo empieza a ganar partidos en las alturas.

A los 60 minutos de juego del partido entre Liverpool y Peñarol el jueves en Belvedere, Lucas Viatri fue a pelear por abajo una pelota dividida con Alan Medina y tras esa incidencia, el futbolista carbonero terminó sentido.

Tendido en el piso y con señas hacia el banco de suplentes haciendo el gesto de cambio, el argentino dejó la cancha y en su lugar ingresó Ruben Bentancourt ya que previamente el juvenil Sergio Núñez ya se había metido en el encuentro demostrando que está un escalón más arriba que su compañero en la consideración de Leonardo Ramos.

Lo cierto es que Viatri sufrió una fuerte molestia en el aductor y se le realizarán estudios para ver la entidad de la lesión por lo que es poco probable que mañana esté a la orden.