POLÍTICA MONETARIA

El gobierno vuelve a encarecer el “precio del dinero”, pero más cerca de una pausa en esa medida

El directorio del Banco Central del Uruguay resolvió elevar la tasa de política monetaria en 50 puntos básicos de 10,75% a 11,25% desde este miércoles.

El directorio del BCU (a la derecha) con parte de los técnicos del Central, evaluaron ayer la situación económica global y local.
El directorio del BCU (a la derecha) con parte de los técnicos del Central, evaluaron ayer la situación económica global y local. Foto: BCU

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El Banco Central del Uruguay (BCU) continúa el camino trazado de endurecimiento de la política monetaria, pese a que desde el sector exportador hay cuestionamientos por lo que implica eso para el valor del dólar, que ayer cotizó en el menor nivel en cuatro meses.

Así, ayer el directorio del BCU resolvió elevar la tasa de política monetaria en 50 puntos básicos de 10,75% a 11,25% desde hoy.

Ayer se reunió el Comité de Política Monetaria (Copom) del BCU y evaluó la situación económica de Uruguay, la región y el mundo, en base a lo cual luego el directorio por mayoría (votaron a favor el presidente y el vice, Diego Labat y Washington Ribeiro, y se opuso el director Ignacio Berti), resolvió el ajuste mencionado.

¿Por qué el Banco Central resolvió esta medida? El Copom analizó que si bien “la inflación anual se ubicó en 9,05% en octubre, casi un punto porcentual por debajo de la anterior medición (9,95% en setiembre)”, las “expectativas de inflación a 24 meses, según la última encuesta del BCU a los analistas, se mantienen estables en 7%, mientras que si se considera el promedio de indicadores (analistas, empresarios y mercado) tuvo una leve suba hasta 7,6%”, indicó el comunicado posterior a la reunión.

En todos los casos (inflación y expectativas) están fuera de la meta de entre 3% y 6%.

Además, el Copom señaló que “el escenario mundial se mantiene complejo por la persistencia de la inflación y la incertidumbre por la extensión de la guerra en el este de Europa, mientras que en China, si bien se ha comenzado a levantar las restricciones por covid, siguen persistiendo algunos problemas como por ejemplo en el sector inmobiliario”.

A nivel local, “se continúa previendo un buen nivel de crecimiento económico anual, más allá que algunos indicadores adelantados muestran un crecimiento más lento de la actividad en el segundo semestre del año”.

Con el aumento de la tasa de interés de referencia, en la teoría, lo que se busca es frenar o moderar las presiones al alza de los precios a través de una menor demanda, pero sobre todo de incidir en lo que esperan los agentes económicos (economistas, bancos, empresarios e inversores) sobre los precios en los próximos 24 meses.

Para ello, la política monetaria debe ser contractiva. ¿Cómo se sabe si es contractiva o no?

Como se señaló, la expectativa de los analistas es de un alza de precios de 7% para los próximos 24 meses y el promedio de analistas, empresarios y mercado es de 7,6%.

El BCU considera que la tasa real “neutra” (ni modera, ni apuntala la demanda) es 2,1%. Por tanto, una tasa de interés de referencia neutra debería ser de 9,7% (7,6% de inflación esperada más 2,1% de tasa real). Una tasa de 11,25% como la actual, es entonces contractiva (equivale a 3,65% real).

En el comunicado, el BCU dijo que mantiene “el anticipo para la última reunión del año”, es decir otro incremento de la tasa de política monetaria para llevarla a 11,75%.

“Se considera que con estos incrementos se estaría alcanzando los niveles de tasa adecuados para la convergencia de la inflación y sus expectativas al rango objetivo en el horizonte de política”, agregó.

Esta pausa que haría el BCU tras llevar la tasa a 11,75% a fin de año, es algo que mencionó el economista jefe de Banco Santander, Juan Cerruti, ante una consulta de El País semanas atrás.

“Veo a los bancos centrales de la región, que hicieron buena parte del trabajo, en los próximos meses en un período de mirar más que de actuar. Mirar lo que hicieron hasta ahora y ver de manera fina los índices de inflación, si ya hay algo (de la suba de tasas) que se está reflejando, porque esto tiene un rezago que cambia entre país y país”, había dicho Cerruti.

¿Cómo funciona?

La tasa de interés de referencia, que subió el BCU ayer, es el “precio del dinero”: señaliza el costo del crédito bancario en pesos. Es decir, es lo que le “cuesta” a los bancos obtener liquidez (pesos) a un día de plazo (de parte de otros bancos o del propio Central). Por esa vía, se transmite al crédito a empresas y familias en moneda nacional, encareciéndolo. La tasa de interés de referencia se traslada a las tasas de interés que cobran bancos y financieras por préstamos. En la teoría, al encarecer el crédito, hace más atractivo el ahorro que el consumo.

Si los agentes creen en este accionar para frenar las presiones al alza de los precios, bajarán sus proyecciones de inflación para los próximos 24 meses. Si todavía entienden que no es suficiente, las mantendrán o incluso subirán.

Precisamente, el exintendente de Regulación Financiera del BCU, José Antonio Licandro escribió anoche en su cuenta de Twitter que “es difícil sostener que con el mismo nivel de tasa de 11,75% que se preveía meses atrás (cuando las expectativas eran menores), sea posible que la inflación ingrese al rango (meta) en 2024”.

Esto “se puede agravar si el BCU disminuye la tasa más temprano de lo necesario. Y eso no es descabellado puesto que el ratio de sacrificio estaría ‘pagándose’ fundamentalmente en año electoral. Sin banco central autónomo esa probabilidad es cada día más alta”, añadió.

“La promesa de ir ‘hacia una moneda de calidad’ durante este período de gobierno se ha diluido casi por completo. Lo mismo con los planes de avanzar en la desdolarización de la economía y con el objetivo de que la política monetaria contribuya a un mayor crecimiento potencial”, concluyó Licandro.

¿Hay un efecto sobre el dólar?

La suba de la tasa de interés es cuestionada por los exportadores, ya que entienden que impacta en un menor valor del dólar y por ende les afecta la competitividad. En los últimos meses, el dólar en Uruguay se ha desacoplado de lo que ocurre a nivel global. Mientras en el mundo el dólar se fortalece, en Uruguay se debilita. Esto puede deberse a varios factores (y no exclusivamente a la suba de la tasa de interés), como el propio auge de las exportaciones y la entrada de capitales al país para invertir. Una mayor oferta de dólares, presiona a la baja el precio de la divisa estadounidense. Por otro lado, una tasa en pesos alta, podría generar cambios de portafolio (para colocarse en moneda nacional) con la consiguiente venta de dólares y su presión a la baja.

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