LÍDER DE AL QAEDA

Ayman al Zawahiri, el médico de pocas palabras convertido en líder terrorista

Al Zawahiri, muerto el fin de semana por Estados Unidos en Kabul, sucedió a Bin Laden al frente de Al Qaeda.

El egipcio Ayman al Zawahiri. Foto: AFP.
El egipcio Ayman al Zawahiri. Foto: AFP.

El egipcio Ayman al Zawahiri, muerto este fin de semana en un ataque estadounidense en Afganistán, era un médico al que sus compañeros de facultad calificaban de tímido que llegó a convertirse en uno de los terroristas más buscados del mundo.

Una de las últimas veces que Al Zawahiri apareció en un video antes de su fallecimiento fue en una grabación difundida por Al Qaeda con motivo del vigésimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Tras la muerte del saudí Osama Bin Laden, fundador de Al Qaeda, en un operativo de Estados Unidos en 2011 en Pakistán, Al Zawahiri tomó el mando de la organización terrorista.

Al Zawahiri nació en 1951 en el seno de una familia de clase media en El Cairo y, desde su adolescencia, su nombre estuvo asociado a los militantes islámicos. Con 15 años fue detenido acusado de pertenecer a los entonces proscritos Hermanos Musulmanes, y más tarde se unió al grupo terrorista Yihad (Guerra Santa), nacido en Egipto a finales de los años 60.

La primera acción terrorista que se le imputa es haber participado en 1981 en el asesinato del presidente egipcio Anuar el Sadat (1970-1981) durante un desfile militar en El Cairo, por lo que pasó tres años preso.

Tras ser liberado, comenzó un periplo que lo llevó a Arabia Saudí y a Pakistán. Su primer encuentro con Bin Laden fue 1985 en Pesháwar, Pakistán, para organizar el traslado de 20.000 combatientes voluntarios árabes contra la ocupación soviética de Afganistán.

De esa época data la fundación de Al Qaeda, creada para combatir el régimen prosoviético afgano, y origen del “Frente Islámico Mundial” para combatir a los “cruzados” y a los “judíos”, cuya carta fundadora fue firmada en 1998 conjuntamente por Bin Laden y Zawahiri

A comienzos de los noventa, siguió a Bin Laden a Sudán cuando este se estableció en Jartum tras ser expulsado de Arabia Saudí.

En 1995 reapareció junto a Bin Laden en un video, en el que ambos amenazaban con represalias contra Estados Unidos por la detención del jeque egipcio Omar Abdel Rahman, en conexión con el atentado de 1993 contra el World Trade Center de Nueva York.

Dos años después, el Departamento de Estado le adjudicó el liderazgo de un grupo escindido de la “Yihad”, vinculado en un principio con el asesinato de 59 turistas en Luxor (Egipto), en 1997.

Tras la muerte ese mismo año en un atentado de Abdulah Azzam, mentor religioso de Bin Laden, Al Zawahiri se convirtió en ideólogo del grupo y se trasladó a los campamentos de adiestramiento de Al Qaeda en Afganistán.

Proyectil utilizado contra el jefe de Al Qaeda. Foto: AFP.
Proyectil utilizado contra el jefe de Al Qaeda. Foto: AFP.

Un año después, fue uno de los firmantes de la fetua (edicto religioso) de Bin Laden, en la que se ordenaba atacar los intereses de Estados Unidos en todo el mundo.

En 1999 fue inculpado por Estados Unidos, junto con Bin Laden, de los atentados en 1998 contra las embajadas estadounidenses en Tanzania y Kenia, que causaron al menos 240 muertos.

Tras los atentados del 11-S, la Interpol ordenó su busca y captura, bajo la acusación de acciones terroristas en Egipto y de ser “una de las cabezas de Al Qaeda”, y el FBI lo puso en su lista de más buscados con una recompensa de 25 millones de dólares.

Desde entonces, ha vivido escondido entre Afganistán y Pakistán y ha aparecido en vídeos y grabaciones difundidas por páginas islamistas.

Durante sus años de liderazgo, Al Zawahiri ha visto cómo Al Qaeda se ha ido alejando cada vez más de sus objetivos y le ha surgido un gran rival, el grupo Estado Islámico (ISIS), nacido de una escisión de su organización. (EFE)

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