CON LOS HIJOS

Guardia pediátrica: Escabiosis o sarna, una enfermedad parasitaria de la piel

Alicia Fernández, nuestra pediatra de cabecera, acerca información para estar atentos a esta ectoparasitosis que puede afectar a cualquier persona, de cualquier estrato social.

niño medico

En esta nueva columna, vamos a referirnos a una ectoparasitosis, como definimos también la pediculosis, pero provocada no por piojos sino por un ácaro llamado Sarcoptes scabie, que se denomina sarna.

En primer lugar nos parece importante destacar que puede afectar a cualquier persona, de cualquier estrato social, eliminemos la estigmatización de que la falta de higiene es la única causa.

La alta contagiosidad de esta afección, las frecuentes consultas que estamos viendo y algunas condiciones predisponentes que favorecen la misma fueron determinante para dedicarle este espacio.

Pensando en ella frente a determinados síntomas y signos podemos diagnosticarla y tratarla adecuadamente, lo que cambiará la calidad de vida de ese niño y su familia , sobre todo por un síntoma que siempre está presente y que es muy molesto: el prurito, la picazón del que hablaremos un poco más adelante.

No es poco frecuente que esta enfermedad motive varias consultas antes de llegar al diagnóstico definitivo y se hayan empleado diferentes antialérgicos y realizados tratamientos cutáneos, infructuosos e inadecuados.

Si bien se ven casos sin una noción de contacto claro, lo frecuente es que haya alguien más en la familia padeciendo esta enfermedad y que por contacto directo o a través de ropa de cama o toallas se trasmita al niño.

Para comprender los síntomas y signos debemos referirnos brevemente al ciclo biológico de este parásito que pasa por cuatro fases: huevo, larvas, ninfas y adultos. La hembra, después de aparearse con el macho, elimina un líquido que disuelve la capa córnea (la más superficial la piel) y cava con sus mandíbulas y patas túneles donde deposita 2 a 3 huevos por día. A los 3 o 4 días los huevos dan lugar a las larvas, que suben desde los túneles a la superficie de la piel donde maduran a adultos en 1 a 2 semanas reiniciándose el ciclo. La hembra permanece en ese surco o madriguera durante 2 meses, lo que dura su vida.

La escabiosis se transmite de persona a persona, en contacto estrecho, pero el ácaro puede permanecer con vida hasta 3 días en la ropa de cama, ropa personal o toallas. Si una hembra fecundada pasa a un niño a través de contacto directo con la persona infectada, con ropa de cama u otros fómites o materiales contaminados, en el nuevo huésped comienza el ciclo.

El prurito es el síntoma más frecuente y empeora característicamente en la noche debido a la mayor la temperatura corporal. Está relacionado con la sensibilización a productos de la saliva y otras partes del ácaro y comienza entre 3 y 4 semanas luego del inicio de la infestación.

Los túneles que hace la hembra, pueden verse a simple vista en manos sobre todo en los pliegues entre los dedos, también en muñecas, genitales, axilas, ombligo, aparece una erupción con pápulas eritematosa. Las lesiones se modifican por el rascado y las infecciones secundarias, que impiden ver los surcos ya referidos.

La cabeza y el cuello suelen no estar afectados, excepto en los niños menores de 1 año; en estos casos se ve compromiso de cara, cuero cabelludo, palmas de manos y planta de pie con vesículas algunas con contenido purulento, lo que puede retardar el diagnóstico.

En otras edades, si hay lesiones en cabeza y cuello, no están habitas por el ácaro. Una buena entrevista clínica y un examen adecuado permitirá llegar al diagnóstico en la mayoría de los casos, por lo menos de sospecha e iniciar el tratamiento. En algunas situaciones será necesario realizar otros exámenes.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento no solo incluye productos que matan el ácaro ya sea por vía cutánea o por vía oral en los mayores de 6 años, sino que es fundamental el lavado adecuado de la ropa personal, de cama y toallas, con agua caliente y el planchado de la misma. De contar con secador automático, eso ayuda para eliminar el ácaro; otra forma es colocar la misma en una bolsa y dejarla 3 días, tiempo de vida del mismo.

También se deben administrar antialérgicos para ayudar a disminuir la picazón que es muy intensa. En el caso de los tratamientos cutáneos se aconseja hacerlo en la noche antes de acostarse y baño en la mañana siguiente. No se recomienda el baño antes de la aplicación.

En los menores de 1 año, la vaselina azufrada es la indicación, incluyendo el cuero cabelludo; no pueden utilizarse en ellos los piretroides que se utilizan en los mayores de esa edad.

La picazón no desaparece en forma inmediata y puede durar hasta tres semanas, lo que debe informarse claramente a los padres y las lesiones incluso pueden durar un mes. Debemos recomendar el tratamiento a todas las personas que viven con el niño y los contactos mayores de 2 meses de vida, tengan o no síntomas. La indicación del tratamiento tanto cutáneo de acuerdo a la edad del paciente como por vía oral en los mayores de 6 años,  es exclusivamente de indicación del pediatra, el médico de familia o quien asiste a ese niño.

La sobreinfección por el rascado es muy frecuente y esto debe ser considerado al indicar el tratamiento que deberá ser individualizado en cada caso.

Si estas medidas no se toman adecuadamente, la infestación se mantendrá.

Esperando que esta columna les sea útil, nos encontramos en la próxima.

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA
Alicia Fernández. Foto: El País
Alicia Fernández
Médica pediatra. Especialista en cuidados intensivos de niños, jefe del servicio de pediatría y del CTI de la Asociación Española. Docente universitaria.

Podés seguir a nuestra pediatra de cabecera en Twitter como @AliFernandezUY

Reportar error
Enviado
Error
Reportar error
Temas relacionados