CERRO LARGO

Viejos carros de leche vuelven a las calles de Melo

Un particular puso dos en condiciones de funcionar.

Uno de los carros que perteneció a Coleme. Foto: Néstor Araújo
Uno de los carros que perteneció a Coleme. Foto: Néstor Araújo

Cuando la directiva de la Cooperativa Láctea de Melo decidió rematar algunos de sus bienes para limpiar el llamado “almacén”, que fue vendido a la ANEP, aparecieron tres carruajes prácticamente en ruinas.

A esa subasta concurrió Guillermo Rodríguez, un coleccionista de la ciudad de Fraile Muerto -que ya ha logrado restaurar 22 carros, sulkys y volantas- y adquirió las estructuras metálicas y los techos. Pasaron sesenta días y dos de los tres están otra vez en condiciones.

“La verdad es que cuando me encontré con estos carros en ruinas pensé que iba a ser difícil ponerlos en marcha, pero con esfuerzo y dedicación logramos con mi familia armarlos e incluso pintar en su capota el logotipo de aquel tiempo y la descripción que identificaba el carro de la leche”, dijo Rodríguez.

Las clásicas botellas de vidrio con leche eran distribuidas en carros y volantas tiradas por caballos. Y durante muchos años fue Melo se identificó con la leche, dulce y quesos Coleme, y con la cooperativa en su conjunto.

Para eventos.

Una vez que estén culminados los trabajos en madera y herrería en el propio taller de Guillermo Rodríguez, en Fraile Muerto, el compromiso es que los remozados carros históricos sean trasladados a Melo cada vez que haya algún desfile por fecha patria o algún acontecimiento especial que evoque el patrimonio historio y cultural.

En la década de 1930, esta cooperativa, creada por la Ley Nº 8.650, surge a iniciativa de Julio De Soto, director de la Escuela Industrial de aquel entonces en la ciudad de Melo, quien fue uno de los pioneros en materia de ingeniería agronómica. De todos modos, las viejas botellas de vidrio eran repartidas casa por casa en carros tirados por caballos con enormes dificultades.

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