ARQUITECTURA

La Victoria Alada de Samotracia, del Castillo Pittamiglio, pasó por una nueva restauración

El edificio patrimonial viene de renovar su fachada y tiene planes para una restauración más amplia para cuando se consigan fondos.

Castillo Pittamiglio
Los trabajos terminaron el pasado jueves, día en que se retiraron los andamios.

"El hombre es el centro de la restauración”, sostiene Francisco Collet, responsable de la empresa Modilor S.A. Bajo esta premisa es que, desde hace dos años, viene llevando adelante una serie de restauraciones en edificios patrimoniales. Una de ellas es la de la estatua La Victoria de Samotracia, que engalana la fachada del Castillo Pittamiglio.

“Se trata de una restauración menor porque las alas estaban envueltas en un tejido a los efectos de evitar que un desprendimiento provocara un accidente”, explicó Collet. La empresa, por lo general, no realiza intervenciones pequeñas, pero este trabajo se asumió con el compromiso de hacerse cargo de la restauración integral y profunda que necesita el Castillo Pittamiglio cuando se disponga de los fondos necesarios para encararla.

Entre otras cosas hubo que atacar los hierros que mantienen la estructura interna de la figura. “En las alas, como son más angostas, el hierro queda expuesto o afectado por las humedades que el material va absorbiendo. Se oxida, aumenta su volumen y eso produce unos desprendimientos a tal punto que se podían caer pedazos de las alas”, detalló el especialista.

Collet señaló que para realizar una buena intervención hubo que llegar al hierro, cepillarlo, tratarlo con la arena y el portland que lo recubren. Como la estatua ya había sido repintada varias veces, hubo que recurrir a un técnico para que midiera el color y diera con ese tono sucio, propio del envejecimiento, para que la intervención no luciera como un remiendo.

Castillo Pittamiglio
Luis Sarasúa fue el operario encargado de realizar este trabajo de restauración.

“Se le agrega un producto de tecnología francesa, de nanotecnología, que es tan chiquitito que se mete en los poros de la pintura y hace que no absorba agua, que es el origen de la patología de la estatua ”, detalló.

Este trabajo implicó recomponer la forma perdida de la obra. Hubo que hacerlo en etapas, de manera de no deformar la escultura original. En todo esto fue clave la protección de la pieza, para lo cual se debió armar una estructura que permitiera acceder en altura a las alas.

“Se construyó un andamio muy curioso porque arranca dentro de la construcción y se hace todo un volado que le dio seguridad al operario, que tuvo todo un pavimento para trabajar. Accedía a esa plataforma a través de una especie de puerta trampa que se hizo para que estuviera seguro”, describió Collet.

Por lo general, un trabajo de esta magnitud lo ejecutan no más de dos personas. En este caso le tocó a Luis Sarasúa, operario que recibirá un reconocimiento especial por su labor, una costumbre que tiene Movilor para con sus empleados. “Le entregamos un diploma firmado por el arquitecto director”, contó Collet, reafirmando esa idea de que el hombre es el centro de la restauración y que hay que valorar su trabajo más allá de la retribución económica que recibe por hacerlo.

Administración del castillo

Declarado de interés patrimonial municipal, este centro cultural y museo está dado en régimen de Comodato a la Gran Logia Femenina del Uruguay.

Restaurar.

Hace más de 25 años que Francisco Collet trabaja en arquitectura y construcción. Hace dos años sintió que era el momento de hacer “algo distinto, innovador y centrado en la gente” y se especializó en la restauración de edificios y construcciones patrimoniales.

Desde entonces maneja un equipo de unas 30 personas en el que la consigna es que todo aquel que se integra a la empresa tiene la obligación de transmitir a sus compañeros su conocimiento. Debe hacer más de profesor que su propio trabajo. La idea es volver al origen de los oficios, en los que las personas empezaban como aprendices e iban escalando posiciones a medida que iban incorporando conocimiento.

Castillo Pittamiglio
El interior del castillo también espera por su restauración, que se hará cuando haya dinero.

“Si hablamos de restauración, tecnología, elementos constructivos o materiales, nos estamos olvidando que eso finalmente lo realiza una persona con nombre y apellido, que tiene historia, formación, que es el alma de la ejecución”, destacó.

Con esta filosofía Modilor ha trabajado tanto en la sede central del Banco República como en obras más modernas, como el nuevo Planetario capitalino.

La estatua representa a la diosa de la victoria, el original está en el Museo del Louvre

La Victoria Alada de Samotracia es una estatua que representa a Niké, la diosa de la victoria. Tiene una altura de 2,75 metros y se elaboró en mármol en el año 190 A. C. Procede del santuario de los Cabiros en Samotracia, pequeña isla griega ubicada en el Mar Egeo. Se trata de una figura femenina con alas que fue hecha para posarse sobre la proa de un navío, que actúa de pedestal de la figura. Sus ropajes húmedos, empujados por el viento, se adhieren a su cuerpo, lo que lleva a los historiadores a la conclusión de que se creó para conmemorar una exitosa batalla naval. El diplomático y arqueólogo aficionado francés Charles Champoiseau desenterró la Victoria Alada en 1863 y la envió a París en tres partes. La base, el torso, las piernas y el ala izquierda llegaron al Museo del Louvre, donde se volvieron a ensamblar en la Sala Cariátide de antigüedades clásicas. El museo también agregó un ala de yeso a la escultura, pero optó por no recrear la cabeza o los brazos, si bien años después se descubrió su mano derecha. La forma que tiene en el Louvre es la que se reprodujo para la fachada del Castillo Pittamiglio. La más reciente restauración de la estatua quedó terminada el pasado jueves.

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