SALUD

Terapias agnósticas: Estudios que permiten abordar el cáncer con mejores resultados

El estudio de las alteraciones moleculares de cada tumor posibilita diseñar terapias a la medida de cada paciente. También se está incursionando en las biopsias líquidas, que analizan la sangre.

Laboratorio Oncológico Molecular Maciel
El Laboratorio de Oncología Molecular del Hospital Maciel es el único de ASSE dentro del servicio.

"En los últimos años la oncología está viviendo una revolución desde el punto de vista terapéutico”, destacó el doctor Diego Touyá. El jefe del Servicio de Oncología del Hospital Maciel refiere concretamente a dos grandes avances: las terapia dirigidas o terapias blanco y la inmunoterapia.

“Ha cambiado el concepto del tratamiento clásico del cáncer; las nuevas terapias apuntan a las alteraciones moleculares que presenta cada tumor”, agregó.

Eso significa que cada tumor es único y puede abordarse con un tratamiento diseñado para él.

“Esto, que se conoce como tratamientos agnósticos del tumor, significa que ya no se considera al tumor por su origen, por ejemplo mama, pulmón o colon, sino de acuerdo a la alteración molecular presente en el tumor”, remarcó Touyá en diálogo con El País.

Esa alteración puede variar entre un paciente y otro o incluso el mismo paciente que presenta varias metástasis, cada una de ellas puede tener distintas alteraciones moleculares.

Las terapias agnósticas comienzan a mostrar resultados prometedores en pruebas clínicas, ayudando a los pacientes a través de un amplio rango de tipos de cáncer que son considerados raros y duros de tratar.

Se trata de un abordaje que es parte de una tendencia más amplia en el campo de la medicina personalizada, un área de investigación que se expande con fuerza y rapidez en los últimos años gracias, en parte, a los avances de la tecnología de la secuenciación genómica.

Laboratorio Oncológico Molecular Maciel
El doctor Diego Touyá  está al frente del laboratorio que trabaja apostando al presente y futuro.

Más resultados, menor toxicidad.

“Hoy en día es fundamental en muchos cánceres, como es el cáncer de pulmón y el de colon, realizar el estudio molecular para determinar las características del tumor y así poder elegir el tratamiento más específico y dirigido. Eso permite, por un lado, tener muchos mejores resultados terapéuticos y, por otro, mucho menor toxicidad porque son tratamientos más dirigidos”, explicó Touyá.

En tal sentido es clave contar con un laboratorio de oncología molecular dentro del servicio oncológico, cosa que ocurre en el Hospital Maciel (ver recuadro).

Este abordaje está en plena expansión. Está claro que no todos los tumores tienen ya reconocidas sus dianas o terapias blanco, pero es algo que va aumentando año a año y hace que sea cada vez más influyente el diagnóstico molecular sobre el diagnóstico histológico, que era lo que predominaba en la elección del tratamiento.

Lo otro que es novedoso y también está en un momento de expansión e investigación es lo que se llama la biopsia líquida, que consiste en realizar el estudio de las alteraciones moleculares a través de la sangre.

“En vez de tener que hacer una biopsia del tumor, que implica un método invasivo y a veces en lugares poco accesibles, como por ejemplo el medio del pulmón, lo que se hace es un estudio de la sangre. Uno puede encontrar ya sea células circulantes o el ADN circulante o lo que se llama los exosomas, que son pequeñas vesículas extracelulares que llevan el material genético dentro y permiten hacer un estudio genómico y molecular para determinar las características del tumor”, detalló el especialista.

La ventaja de este último procedimiento es que es mucho más fácil obtener el material “porque no es ADN circulante que está suelto, sino que está contenido dentro de una vesícula, por lo que es más fácil de localizar y estudiar”, agregó.

Touyá insistió en que todas estas técnicas están muy en el tapete de la investigación, por lo tanto no están todas aprobadas, pero es algo que seguramente ocurrirá en breve.

“Nosotros queremos estar a ese nivel para que, cuando se aprueben, tengamos la posibilidad de hacerlas”, señaló.

En tal sentido destacó que Uruguay está en buen camino en lo que a medicina de precisión refiere y eso no se limita al cáncer, sino que abarca muchas otras patologías, como pueden ser las enfermedades raras.

“Muchas veces lo que sucede con estas enfermedades o con los tumores raros es que es muy difícil hacer estudios porque son pocos los casos. Entonces, con este diseño terapéutico, como uno sabe cuál es la alteración genético-molecular que provoca la enfermedad o que hace que progrese, se puede bloquear a través de tratamientos dirigidos”, indicó el especialista.

Toda esta revolución terapéutica exige un cambio en la forma en que tradicionalmente pensamos el cáncer. Eso incluye el diagnóstico, el diseño de ensayos clínicos, la generación de evidencia y la priorización de medicamentos.

“Si bien en el mundo estamos yendo al oncólogo por especialidades, los tratamiento agnósticos de alguna manera dan vuelta ese paradigma porque hacen que se evalúen o dirijan las terapias ya no por el órgano afectado, sino por la alteración molecular que tiene el tumor. Esta muchas veces se puede compartir en el cáncer de pulmón, de colon, de mama”, destacó Touyá a modo de ejemplo.

Laboratorio Oncológico Molecular Maciel
Hospital Maciel.

La clave de contar con el laboratorio dentro del servicio

“Lo más importante sin duda es el tema conceptual de tener el Laboratorio de Oncología Molecular dentro del propio servicio de oncología con proyección de presente y futuro”, destacó el doctor Diego Touyá sobre algo que ya ocurre en el Hospital Maciel, siendo el único caso dentro de ASSE (hay varios laboratorios en el país, pero están fuera de los servicios de oncología).

“Hoy en día la oncología molecular va de la mano de la oncología clínica y no hay manera de separarlas”, añadió. Por eso lo primero que se debería realizar en la mayoría de los pacientes con determinados tipo de cáncer es un estudio molecular y genético para determinar las características del tumor y así poder diseñar en tiempo y forma un tratamiento dirigido.

“Lo más importante y uno de los grandes desafíos es que estos estudios no lleven mucho tiempo”, remarcó Touyá. En el Maciel tienen la premisa de realizarlos en diez días hábiles. “Es lo que se hace a nivel internacional; a veces lo podemos hacer antes”, apuntó el oncólogo.

En el Maciel se comenzaron a practicar en el cáncer de pulmón y se están expandiendo a otras especialidades.

Otro de los procedimientos que también se realiza en este hospital son las biopsias líquidas, que es el estudio de la sangre para detectar las alteraciones moleculares del tumor. “Están en un momento de expansión, de investigación”, apuntó.

Finalmente otro aspecto fundamental en el tema de los tratamientos agnósticos es el abordaje multidisciplinario del diagnóstico molecular. “En el Maciel, por ejemplo en cáncer de pulmón, desde el diagnóstico a los pacientes los discutimos oncólogos clínicos, cirujanos de tórax, neumólogos, anatomo patólogos y biólogos moleculares. Eso reditúa, primero, en que el material obtenido para el diagnóstico del tumor va a ser mucho mejor utilizado porque ya sabemos qué estudio vamos a necesitar, tanto histológico como molecular. Y segundo, se planifica la estrategia terapéutica diseñada de acuerdo a las características histológicas y moleculares y entre las especialidades médicas intervinientes”, destacó el especialista.

Uruguay tiene muchas posibilidades terapéuticas

”El concepto de tratamiento agnóstico del tumor ya tiene medicamentos aprobados por la FDA (Food an Drugs Administration), medicamentos dirigidos exclusivamente por sus características o por sus blancos moleculares o dianas”, señaló el doctor Diego Touyá y remarcó: “es el futuro”.

El Jefe del Servicio de Oncología del Hospital Maciel informó que en dicho hospital cuentan con líneas de investigación que en un futuro podrían llevar al desarrollo de medicamentos.

Desde el punto de vista asistencial, en Uruguay la autoridad sanitaria aprobó el año pasado el registro de un inhibidor específico para tumores con alteraciones en los genes NTRK. Es un medicamento que puede ser indicado tanto para adultos como para jóvenes mayores de 12 años.

“Es uno de los ejemplos de estos tratamientos agnósticos dirigidos hacia alteraciones moleculares fuera de la consideración del órgano donde se origina el tumor”, explicó Touyá.

Y agregó: “a eso se encaminan los tratamientos oncológicos en un futuro en lo que tiene que ver con el estudio molecular y genético para determinar las dianas o terapias dirigidas”.

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