Las propuestas inclusivas de los vecinos se destacan en el Presupuesto Participativo

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El próximo domingo 12 de diciembre de 9 a 19 horas se podrá votar el Presupuesto Participativo (PP) y Concejos Vecinales de forma presencial. Pero desde el pasado 5 y hasta el 11 de diciembre también se podrá votar al PP de forma electrónica.

A la convocatoria que realizó la comuna se presentaron casi 900 propuestas. Cada una de ellas fue estudiada y evaluada para determinar su viabilidad, así como para estimar su costo.

Uno de los requisitos que debían tener los proyectos es que no excedieran los $ 4.500.000 de inversión.

La Intendencia de Montevideo (IMM) informó cuáles son las propuestas preseleccionadas que finalmente se podrán votar y la necesidad de apostar por la inclusión está presente en varias de ellas.

La remodelación de plazas y otros espacios públicos, en los que los vecinos piden desde mejoras en la accesibilidad y luminaria hasta instalación de semáforos sonoros o acondicionamiento de espacios para personas mayores o niños, está incluida en varios barrios de la capital.

Uno de esos proyectos embanderados en la inclusión es el que nació de la inquietud de padres de niños dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA), que plantearon a la comuna la necesidad de contar con un espacio recreativo que les permita disfrutar libremente, en familia y en convivencia.

Quienes lo proponen sostienen que las plazas y parques infantiles pueden ser excluyentes para muchos niños por no contemplar la diversidad de formas de estar y percibir los diversos entornos.

De esta propuesta participan integrantes del proyecto Modo Mondo, el que está conformado por un equipo multidisciplinario que trabaja en diseño arquitectónico contemplando la accesibilidad desde un punto de vista cognitivo y del procesamiento sensorial, particularmente desde la perspectiva de personas que se encuentran dentro del espectro autista.

El arquitecto Diego Tosar, integrante de Modo Mondo, contó a El País que “la inquietud surge básicamente al observar que la mayoría de las personas que tienen autismo tienen un procesamiento del entorno diferente al resto. Entonces hay estímulos que vienen del entorno le pueden resultar difíciles de tolerar”.

Tosar explicó que desde hace varios meses la organización viene realizando una investigación sobre cómo afecta el entorno a las personas dentro del espectro autista. A través de entrevistas, formularios online y talleres de codiseño se han definido pautas para diseñar entornos más accesibles.

“Luego de ese relevamiento, procesamos los datos y ahora estamos en la etapa de presentar la propuesta. Pero, además, lo que hicimos también fue un llamado a talleres de codiseño, para el cual invitamos a padres de personas con autismo a que vinieran a proyectar junto a nosotros. Hicimos una jornada en la Facultad de Arquitectura en la que trabajamos con ellos sobre las realidades que viven sus hijos, para hacer esto de la mejor manera posible. El testimonio de cada uno de los padres es clave, porque son ellos con sus familias los que van a ser los usuarios de estos espacios”, señaló el arquitecto.

Tosar sostuvo que lo que buscan con este enfoque es identificar las barreras existentes para poder levantarlas y eliminarlas: “De la misma forma en que ante una discapacidad física se identifica, por ejemplo, un escalón y se levanta esa barrera y se hace una rampa, nosotros estamos buscando cuáles son esas barreras para quienes tienen autismo. Ya tenemos algunas identificadas con lo que son los sentidos, como la sobrecarga visual, sonidos inesperados, viendo cómo a estas personas les cuesta procesar la cantidad de información que le llega del entorno, que es de una forma diferente a como lo podemos hacer el resto”.

La plaza John Lennon, ubicada en la intersección de las calles Novara y Albania, en el barrio Jardines del Hipódromo, pertenece al Municipio C.
Esta propuesta que llega a la mesa del Presupuesto Participativo consta de una serie de reformas que se estima tendrían un costo de $ 4.500.000.

La idea es crear en el lugar un recorrido a través de diferentes estaciones. Una sería la estación de agua, un espacio para jugar con agua, que se activa durante los meses de verano. Otra sería llamada la estación verde, que estaría cubierta de vegetación. También se está pensando en una estación musical, que constaría de elementos para la experimentación con sonidos tenues. A continuación, se propone la estación táctil, un área con ciertos volúmenes y texturas para la estimulación del tacto con las manos y con el resto del cuerpo sobre diferentes superficies. No faltaría la estación visual, en la que se hace énfasis en la estimulación visual, a través de “un bosque de colores” que cambia constantemente el paisaje a medida que cambia la perspectiva. Además, habría una estación de movimiento: juegos accesibles para diferentes tipos de movilidad, por ejemplo, toboganes y hamacas.

Por último, se propone la instalación de nidos, que serían refugios individuales, especiales para la autorregulación, y de una cueva, también refugio donde se pueden propiciar encuentros con otros en un ambiente tranquilo.

Para conocer todas las propuestas sometidas a votación se puede ingresar al sitio web de la Intendencia de Montevideo y ver en detalle, municipio por municipio, cuáles son las que plantearon los vecinos.

Otra de las propuestas que forma parte de las que se pueden votar para este Presupuesto Participativo y que también tiene un enfoque inclusión es una de las presentadas en el Municipio D: allí los vecinos plantearon la necesidad de sumar aparatos para hacer ejercicio para personas con discapacidad, específicamente en la Plaza Inclusiva ubicada en las calles 20 de Febrero y José Serrato.

En tanto, en el Municipio CH, los habitantes propusieron una serie de obras, algunas de las cuales refieren, por ejemplo, a mejorar la accesibilidad de los peatones en el Parque Batlle, o también la colocación de juegos inclusivos en Parque Villa Biarritz.

En el Municipio C se sugirió el reacondicionamiento de la Plaza Simón Bolívar: los locales piden desde mejorar la accesibilidad al espacio, pasando por la creación de un rincón infantil, hasta la incorporación de mobiliario urbano, toso puntualmente desde una perspectiva inclusiva.

En el Municipio C se recibió una propuesta que titula “Paseo del Prado: derecho a la ciudad” y plantea la construcción de un camino accesible desde la Escuela Horizonte, que se dedica a la atención de niños y jóvenes portadores de parálisis cerebral, hacia el Prado.

La idea de los vecinos de la zona es que dicho camino comience con el semáforo que está ubicado en Capurro y avenida Agraciada, que cruce la plaza Washington Beltrán por Félix Olmedo y siga hasta avenida Buschental y de ahí llegar al Prado.

Esta obra permitiría que los niños y niñas que asisten a la escuela puedan trasladarse en sillas de ruedas sin tantas dificultades por las veredas y los distintos cruces que hay en la zona.