Estudio científico

El precio del poder

Los políticos que ejercen como presidentes mueren entre dos y tres años antes, concluyó un estudio.

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El estudio analizó datos electorales históricos de 17 países en un período de casi 300 años.

Los jefes de gobierno electos y que ejercen su cargo tienen mayor riesgo de morir que sus rivales que no ganaron las elecciones, lo que sugiere que envejecen antes, concluye un estudio publicado en la última edición del British Medical Journal.

Un equipo de científicos liderado por Anupam Jena, investigador de la Universidad de Harvard y el Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos), analizó datos electorales históricos de 17 países y comparó la trayectoria de los líderes electos con la de aspirantes que no fueron elegidos, en un periodo comprendido entre los años 1722 y 2015.

Para las expectativas de vida históricas, utilizaron tablas de referencia de Francia y el Reino Unido, que aplicaron a países que consideraron de características similares, como España, Grecia, Reino Unido, Francia o Nueva Zelanda.

El objetivo de la investigación era determinar "si ser elegido jefe de gobierno está asociado con una mortalidad acelerada", lo que comprobaron "comparando las diferencias en la supervivencia entre los líderes electos y los aspirantes que no fueron elegidos".

Las precisiones técnicas del trabajo indican que los científicos observaron que los políticos que ejercieron como jefes de gobierno vivieron una media de 4,4 años menos después de su última elección que los que nunca llegaron al poder.

Y dado que, de media, los líderes electos eran 3,8 años más viejos en el año de su última elección comparados con los aspirantes, aplicaron un ajuste por expectativa de vida, lo que arrojó que los que llegan a gobernar viven unos 2,7 años menos que sus rivales no electos (entre dos y tres años menos).

"Ser elegido jefe de gobierno se asocia con un incremento sustancial del riesgo de mortalidad, comparado con candidatos en elecciones nacionales que nunca llegaron a ejercer", constatan los expertos. "Nuestros resultados sugieren que los líderes electos pueden verdaderamente envejecer antes".

La muestra para el análisis incluyó 540 candidatos (279 ganadores y 261 aspirantes que nunca llegaron al poder), de los cuales 380 habían muerto para el 9 de septiembre de 2015.

Los países analizados fueron, además de los mencionados, Australia, Austria, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Irlanda, Italia, Noruega, Polonia, Suecia y Estados Unidos.

Para el trabajo consideraron la expectativa de vida de una persona media, de la edad y el sexo de los políticos, en base a las tablas históricas de referencia francesas y británicas. Asumieron asimismo que todos tendrían el mismo estatus socioeconómico. El método aplicado se llamó "modelo de supervivencia de Cox".

Estos últimos puntos son flancos del trabajo, según los investigadores. Para que sea exacto deberían contar con datos de cada país; además, la expectativa de vida puede variar según del origen social de cada político, advirtieron.

Putin.

Otro estudio en la misma publicación, concluyó que la forma de caminar del presidente ruso puede deberse a su entrenamiento en la KGB.

Neurólogos de Portugal, Italia y Holanda analizaron videos de YouTube de Vladimir Putin, el primer ministro Dmitry Medvedev y antiguos altos cargos rusos, y comprobaron que presentan maneras de andar similares, con menor oscilación del brazo derecho que el izquierdo.

Esta peculiar postura no es una patología sino "una adaptación del comportamiento, posiblemente ocasionada por la KGB u otras formas de entrenamiento con armas". Estos servicios pedían mantener la mano derecha cerca del pecho al caminar "por si tenían que desenfundar rápido en presencia de un enemigo".

El rastro dejado en el cabello

Los jefes de gobierno tienen una mortalidad más acelerada comparados con sus rivales", lo que sugiere que los presidentes "envejecen más rápido", indicó Anupam Jena, investigador de la Universidad de Harvard y del Hospital General de Massachusetts que lideró el trabajo. En la imagen, el primer ministro británico David Cameron, aparece en dos fotos tomadas en los años 2010 y 2014. A simple vista se puede ver cómo su cabello se tiñó de blanco. Lo mismo le sucedió a Barack Obama desde que llegó al gobierno (recientemente bromeó sobre ello con el mandatario canadiense), y a George Bush. Algunos científicos advierten que eso no indica que vayan a morir antes.

Un trabajo realizado por la Universidad de Harvard y el Hospital de Massachusetts, concluyó que los presidentes y primer ministros viven unos 2,7 años menos que sus rivales no electos (entre dos y tres años menos). El estudio analizó datos electorales históricos de 17 países en un período de casi 300 años.

Entre los países que formaron parte del estudio hubo 13 europeos (España, Grecia, Reino Unido, Francia, Austria, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Irlanda, Italia, Noruega, Polonia y Suecia), además de Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. "Ser elegido jefe de gobierno se asocia con un incremento sustancial del riesgo de mortalidad, comparado con candidatos en elecciones nacionales que nunca llegaron a ejercer", constatan los expertos. La muestra para el análisis incluyó un total de 540 candidatos, 279 que fueron ganadores de elecciones y 261 aspirantes que nunca llegaron al poder.

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