SALUD Y EJERCICIO

Qué hay que tener en cuenta al volver a la actividad física si se tuvo covid

Tener conciencia de que se estuvo enfermo y consultar antes con un médico, en lo posible deportólogo, son algunos de los consejos a tener presente. El retorno progresivo es clave. 

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Se recomienda volver con cargas inferiores a las que se usaban antes de contraer la enfermedad.

"Tengo un poco de falta de aire, no me siento tan bien”. Frases como esta u otras que refieren al cansancio o a la falta de fuerza es lo que encuentran con frecuencia los fisioterapeutas o los deportólogos cuando la gente vuelve a la actividad física tras haber cursado el covid-19.

La respuesta no pasa por no volver a hacer ejercicio, sino por tomar recaudos porque “la persona tiene que ser consciente de que estuvo enferma. Hoy no le estamos dando la importancia que merece a la enfermedad, es como si no hubiera pasado nada”, alertó Ana Paula Díaz, fisioterapeuta y osteópata dedicada a la rehabilitación principalmente en el área deportiva.

En eso ha tenido mucho que ver la cepa ómicron porque “deja una secuela muy pequeña, que no es de mucha gravedad y que no genera grandes alteraciones en los sistemas respiratorios como las otras cepas”, agregó Díaz en diálogo con El País.

El médico deportólogo Nicolás Arrieta indicó en tanto que en las cepas P1 y Delta hubo en algunas situaciones lo que se llamó covid prolongado.

“Fue en aquellos pacientes que continuaban con un estado clínico agudo durante un tiempo mayor de la convalecencia o del aislamiento de 14 días, de la famosa cuarentena. Eso hizo que se tomaran recaudos en cómo accionar frente a un paciente con una sintomatología o una presencia asintomática”, señaló.

Y ese es el otro aspecto fundamental a considerar, si la persona fue asintomática, teniendo presente que puede que conozca el dato –si se hizo un test- o lo ignore y entonces entraría en una zona gris a la hora de analizarse su caso.

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Lo ideal.

Como ocurre toda vez que una persona va a comenzar una actividad física, y más si se está volviendo de una enfermedad como en este caso el covid, lo ideal y recomendable es que consulte a su médico.

“Lo prioritario es que el paciente tenga una evaluación previa, que la puede hacer su médico tratante o primordialmente un médico deportólogo que puede estar en interrelación con un médico cardiólogo, y en base a ello se le indiquen estudios si son necesarios”, recomendó Arrieta.

Los estudios que el especialista considera básicos son un electrocardiograma, que es sencillo de conseguir y proporciona información sobre alguna alteración a nivel del miocardio o algún componente isquémico (reducción del flujo sanguíneo), y un estudio inflamatorio (troponinas).

“Con esos dos parámetros podemos decidir a dónde tenemos que ir, si es hacia otros estudios o hacia un retorno progresivo de la actividad física o deportiva”, destacó el especialista.

Agregó que hay que tener en cuenta que puede haber secuelas a nivel del área cardiovascular, a nivel pleuropulmonar y a nivel neurológico.

“En algunos pacientes se ha visto que el covid prolongado ha tenido elementos restrictivos respiratorios a posteriori y pacientes que hacían una vida normal luego tenían una dificultad y requerían un tratamiento o una indicación de una actividad física específica”, apuntó Arrieta.

Incluso para pacientes completamente asintomáticos Arrieta y Díaz alertaron sobre el hecho de que, por lo general, al hacer una cuarentena la persona deja de hacer ejercicio, entonces el regreso a la actividad física tampoco puede ser al 100 por ciento.

Coincidieron también en que el trabajo es individual, adaptado a cada persona. En este caso incide mucho el factor edad. “No es lo mismo parar de hacer una actividad quince días a los 20 años que a los 60”, señaló Díaz.

El paciente puede ayudar aportando su percepción, para lo cual existen herramientas como la Escala de Borg (evaluación del 1 al 10 de la energía empleada). “Es una percepción subjetiva de la actividad física que desarrolla el deportista que nos permite ahondar en diferentes tipos de trabajos”, explicó Arrieta.

Lo real.

“Lo que pasa muchas veces es que las personas arrancan su actividad física de forma espontánea. ‘Termino con el covid y vuelvo a mi vida normal’, dicen. A ellas la orientación de qué hacer les va a venir bien porque no están consultando a un profesional para realizar la actividad”, señaló Díaz sobre lo que ocurre en la realidad.

En esos casos los consejos pasan por empezar en forma progresiva y no hacerlo con todos los volúmenes de trabajo ni todo el tiempo que se ejercitaba previo a la enfermedad.

“Si no tenés la orientación de un médico o de un entrenador, hacelo a conciencia, a percepción”, recomendó Díaz.

En cuanto a cómo darse cuenta de que una actividad física es moderada, Arrieta dio como parámetro ver si es una actividad que se puede hacer al mismo tiempo que se habla.

“Por ejemplo caminar, andar en bicicleta a nivel de paseo, tenis, una actividad rítmica de baile, incluso nadar podría ser una actividad moderada”, indicó.

Entre lo ideal y lo real, Díaz subrayó que el consejo general a seguir es “no empezar tu actividad física al 100% como que acá nada pasó, porque sí pasó, nos enfermamos de una enfermedad que deja secuelas, a veces pequeñas y a veces más grandes. Entonces hay que volver en forma progresiva”.

Ejercitar fuerza y realizar reeducación ventilatoria

La fisioterapeuta Ana Paula Díaz dijo que lo primero que hay que tener en cuenta es que la actividad física no se reduce solo a salir a correr, hacer algo aeróbico o realizar un trabajo de fuerza, sino que hay un montón de variables que se pueden manejar para poder iniciar el ejercicio progresivamente.

“Si no podés trabajar un área aeróbica porque está afectada, se puede trabajar en flexibilidad, capacidad en fuerza analítica o en músculos que han perdido fuerza”, mencionó como ejemplos.

En el caso del covid, el gran problema que se encuentra en el área respiratoria es que aparecen alteraciones en las capacidades aeróbicas y el deportista manifiesta falta de aire. Lo que se recomienda en esta situación es ir aumentando progresivamente las cargas.

Las personas por encima de los 50 años han referido mucha “falta de fuerza” y sensación de cansancio. “En este caso se está priorizando empezar de a poco a hacer pequeños estímulos de fuerza, aunque sea una persona que no trabaje fuerza y solo corra”, explicó la profesional.

Añadió que el fortalecimiento se puede hacer con el mismo peso del cuerpo, orientado a los grupos musculares que estén más débiles. Todo dependerá del tipo de ejercicio que haga el individuo. Indicó como una posibilidad los entrenamientos funcionales que hoy están de moda, pero que hay que hacer con baja intensidad.

También recomendó trabajar la zona media porque el reposo va debilitando toda esa parte y la musculatura paravertebral. “Está muy de moda hablar del core, de la estabilidad central del cuerpo. Entonces hay que trabajarla para dar puntos de apoyo y buenas palancas a todo lo que son miembros inferiores y miembros superiores y desde ahí trabajar después la fuerza”, aconsejó.

Para el individuo que dice sentirse cansado, lo que se debe hacer es trabajar toda la mecánica ventilatoria, reeducarla. “Es algo simple y que se incorpora dentro de una carga de entrenamiento o dentro de la entrada en calor o de la vuelta a la calma, dependiendo del ejercicio que vaya a hacer”, señaló Díaz.

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Empezar con un electro y con un estudio inflamatorio

“Siempre vamos a intentar que aquellos pacientes que hagan una actividad vigorosa o moderada tengan antes acceso a un electrocardiograma y a un estudio inflamatorio”, aconsejó Nicolás Arrieta, secretario general de la Sociedad Uruguaya de Medicina del Deporte.

A partir de esos dos estudios básicos luego se tendrán en cuenta otros indicadores, como puede ser la falta de peso que se da tras el covid. “Voy a tener que compensar una tarea de una actividad física progresiva priorizando una mejora de la condición física previa”, explicó.

Después se va a ir a parámetros específicos, como la frecuencia cardíaca esperada para cierta actividad. “En base a eso ver de empezar con intensidades más bajas y hacer chequeos clínicos de presencia de algunos síntomas que pueden remitir a un estudio de evaluación”, apuntó Arrieta.

El deportólogo advirtió que se han visto estudios de deportistas asintomáticos que luego presentaron una alteración cardiológica. “Son muchas veces el sector gris de pacientes”, dijo.

Finalmente pidió no olvidar todas aquellas cosas que se tuvieron presentes antes de la llegada del covid, como puede ser una patología de columna.

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