SALUD

Los fisioterapeutas cumplen rol fundamental en CTI en tratamientos físicos y respiratorios

La pandemia de la COVID-19 le ha dado mayor visibilidad a la tarea que realizan los fisioterapeutas en las Unidades de Cuidados Intensivos, no solo a nivel motor sino también respiratorio.  

Alertan que cuarentenas y positivos afectan cada vez más a personal de CTI. Foto: AFP
Los fisioterapeutas son parte necesaria en los equipos médicos que trabajan en UCI. Foto: AFP

¿Qué hace un fisioterapeuta en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)? Una pregunta que no es menor hoy en día, cuando la situación de lo que también conocemos como CTI ocupa el principal foco de atención en la etapa que atraviesa la pandemia de la COVID-19 en Uruguay.

“Esta pregunta no es extraña para nuestra profesión y muchos menos para aquellos que trabajamos dentro de las UCIs. Es que nuestra tarea se asocia más a otras áreas de trabajo, como pueden ser la atención a problemas de columna o pacientes traumatológicos, entre otros, principalmente por ser espacios con mayor exposición o contacto con el público en general”, señaló Alexandra Abella, integrante de la Asociación de Fisioterapeutas del Uruguay (AFU).

La pandemia ha determinado que la labor de estos profesionales haya adquirido una visibilidad mayor, no solo dentro de la sociedad sino también del propio personal de la salud.

Objetivo de AFU: cargo único en área cerrada

“Nos parece fundamental que el fisioterapeuta esté toda su guardia en UCI para un mejor control del paciente y un trabajo en equipo más eficiente” (fisioterapeuta Alexandra Abella).

Tratamiento motor.

La fisioterapia en CTI se desarrolla principalmente en dos áreas: el tratamiento motor o físico del paciente y el tratamiento respiratorio.

“Quizás el tratamiento motor suene extraño considerando que la COVID-19 es un virus principalmente respiratorio”, apuntó Abella a El País.

Sucede que los pacientes que son ingresados en la UCI muchas veces desarrollan lo que se llama cuadriparesia del crítico.

La fisioterapeuta explicó que “consiste en una debilidad generalizada en el cuerpo que, muchas veces, llega a una magnitud tal que no permite siquiera levantar un dedo de la cama”.

Esta debilidad es multicausal, pero se pueden mencionar como grandes desencadenantes la inmovilidad prolongada en la cama, los días de conexión a asistencia respiratoria mecánica y la exposición a múltiples drogas por varios días. Entre estas últimas están, por ejemplo, los bloqueantes neuromusculares, fundamentales para la atención del paciente pero que traen consecuencias a nivel corporal.

“Aquí el fisioterapeuta actúa generando una correcta postura en la cama, previniendo así lesiones en la piel por apoyo prolongado, además de lesiones articulares por una alineación incorrecta de las mismas”, detalló Abella.

A través de la movilidad articular se evitan adherencias o restricciones en el movimiento de los miembros.

Esto implica mover cada parte del cuerpo, desde los hombros hasta el dedo pequeño del pie, de todas las formas que lo permita el sistema óseo.

“Cuando la persona está más consciente y puede colaborar en su rehabilitación, esa movilidad empieza a ser una tarea del paciente, que acompaña el trabajo de fortalecimiento de su musculatura”, agregó la especialista.

fisioterapia

Todo esto se va dosificando según la situación clínica y hemodinámica del paciente, ya que hay un tiempo correcto para cada demanda física solicitada.

“Muchas veces comenzamos con un apretón de manos y vamos avanzando hasta poder sentarse, pararse y posteriormente caminar. Para ello recurrimos al ejercicio físico convencional, pero también al uso de electroterapia para reforzar el trabajo muscular del paciente”, describió.

¿Por qué no se espera y se realiza este trabajo posteriormente? Si se toma en cuenta que varios estudios están demostrando que la fatiga ha sido el síntoma más prevalente en quienes salieron de la internación en CTI por COVID-19, se puede decir que es imperioso comenzar a contrarrestar esta situación cuanto antes.

“Cada día sin movimiento implica para el paciente más tiempo posterior para recuperarse y poder volver a su vida normal, porque su rehabilitación no termina con el alta, dura meses después de su salida de sanatorio”, dijo.

Grupo de contingencia para ayudar a colegas

Ante la necesidad de adaptar su tarea a las demandas de cada día y alineados con los conocimientos científicos que se producen a gran escala a diario, los fisioterapeutas uruguayos se vieron empujados a crear un grupo de contingencia para compartir conocimientos e ideas para afrontar la pandemia de la COVID-19 de la manera más eficiente posible.

También para servir de guías para aquellos colegas que, dada la gran demanda generada en las últimas semanas, se han encontrado en la necesidad de incursionar en esta patología.

El grupo se llama Comité de contingencia COVID-19 de la AFU (Asociación de Fisioterapeutas del Uruguay) y se lo contacta exclusivamente vía mail debido a lo complicado de sus horarios y la situación actual. Se le puede escribir a [email protected]. La secretaria de AFU se encarga de derivar los casos y las consultas para que el grupo se organice para la respuesta más adecuada.

Tratamiento respiratorio.

En lo que respecta al tratamiento respiratorio, el fisioterapeuta trabaja con diversas técnicas manuales y ejercicios sobre la capacidad pulmonar del paciente, intentando obtener mayores volúmenes respiratorios.

“No solo eso, si bien la infección por COVID no se caracteriza por la presencia de secreciones pulmonares, algunos pacientes durante su internación se ven expuestos a sobreinfecciones que generan cuadros exudativos agregados a su cuadro inicial que requieren de la fisioterapia para el drenaje de secreciones y la higiene bronquial”, acotó Abella.

Otro factor sobre el que actúan es la caja torácica del paciente, que es una bomba compuesta por músculos y huesos que permite los cambios de presión necesarios para que la persona pueda respirar normalmente.

“Muchas veces durante estos cuadros la musculatura se contractura y fatiga haciendo que se pierda la eficiencia de esta bomba y por ello el fisioterapeuta trabaja sobre ella para que los huesos recuperen su alineación normal y los músculos recobren su mayor capacidad contráctil, reflejándose en una mejora de la función pulmonar”, explicó la especialista.

Según el FA, la coordinación entre los recursos de CTI públicos y privados debería dejar de lado “criterios de mercado”. Foto: Reuters
Foto: Reuters.

Los fisioterapeutas también acompañan el uso de oxígeno complementario. Los pacientes muchas veces requieren de cánulas, máscaras, así como equipos de ventilación mecánica no invasiva e invasiva.

“Durante su utilización contribuimos a una mejor adaptación del paciente a estos instrumentos, sobre todo cuando requieren equipamientos más invasivos y por lo tanto más incómodos para el enfermo”, detalló Abella.

Monitorean la situación clínica y, a través del abordaje respiratorio, logran una mejor adaptación y coordinación entre la respiración y el ventilador.

“Esto puede resultar muy beneficioso durante el uso de técnicas no invasivas, ya que contribuye a evitar la necesidad de intubación orotraqueal en algunos casos, una técnica invasiva con múltiples riesgos asociados para el paciente”, destacó.

Rol que gana espacios en un largo camino

“El fisioterapeuta trabaja en equipo con los demás profesionales de la salud mientras recupera el cuerpo y los pulmones del paciente para contrarrestar los efectos de la enfermedad, así como las consecuencias de los tratamientos. Todo eso con el único objetivo de que cuando pueda superar este cuadro vuelva a su familia y vida normal de la mejor manera y lo más rápido posible”, explicó la fisioterapeuta Alexandra Abella sobre la labor de sus colegas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

Contó que cuando comenzó la pandemia en Uruguay, en marzo de 2020, y había incertidumbre en cuanto al alcance y el riesgo real del virus, la primera directiva fue que fisioterapia no ingresaba a los pacientes con COVID. “Sin embargo, un par de colegas comenzó a trabajar poco a poco dentro de sus instituciones, demostrando todos los beneficios y las razones por las que los fisioterapeutas sí debían estar y cómo nuestro trabajo no se limitaba a la cantidad de secreciones que tenía el paciente, sino que abarcaba mucho más que eso”, apuntó.

Poco a poco la iniciativa se fue expandiendo hasta que hoy, en muchos centros de salud del país, la fisioterapia ha tomado un rol importante y, según sus protagonistas, “irremplazable dentro del equipo de cuidados críticos y atención sanatorial”. De todas formas lamentó que aún hay muchos centros en el país que no cuentan con un fisioterapeuta dentro de su equipo de Cuidados Intensivos, incluso dentro de las instituciones en general.

“Si bien nuestro trabajo se ha visibilizado más desde el comienzo de la pandemia, aún falta un largo camino para la consolidación de nuestro rol en estas áreas, así como la creación de oportunidades en los lugares que aún no han experimentado el tener un fisio entre sus filas”, concluyó.

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