CIENCIA

La azotea de la Facultad de Ingeniería está conectada con la NASA; ¿para qué?

La Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República es parte de un proyecto global sobre aerosoles atmosféricos: ¿qué son?

capa de ozono

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Podrían ser el polvo de algún desierto o las sales de algún océano. Podrían haber sido expulsadas por un volcán o creadas en un incendio forestal. Podrían haber salido de la chimenea de una fábrica o del caño de escape de un automóvil o del parrillero del fondo de su casa. Los aerosoles, partículas sólidas o líquidas, no se pueden ver pero, ahí están, suspendidas en la atmósfera, viajando cientos y miles de kilómetros, ocasionado diversos problemas a su paso.

La NASA las vigila a través de la Red Global de Monitoreo de Aerosoles (Aeronet), la que reúne unos mil dispositivos en todo el mundo y uno de ellos están ubicado en la azotea de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República (Udelar).

“Es parte de lo que respiramos y de lo que afecta el clima. Así como la arena del Sahara llega a la Amazonia, las partículas viajan miles de kilómetros, cambiando los balances energéticos y produciendo reacciones químicas en la atmósfera a su paso”, explicó Erna Frins, profesora titular del Instituto de Física, quien presentó el proyecto en la última edición de Ingeniería deMuestra.

Pero las partículas que respiramos en Montevideo –y que en demasía pueden causar problemas de salud– no solo se deben a los incendios en la selva amazónica o en el Delta del Paraná, tal como lo han registrado el fotómetro y el espectrómetro instalados en el Parque Rodó –porque, como recuerda Frins, “una cosa son las fronteras políticas y otra, la atmósfera”– sino que capta todos los días lo producido por el consumo de leña para calefacción por parrillas e industrias; lo emitido por los vehículos a gasoil y el desgaste de los neumáticos, entre otras fuentes.

“En invierno, cuando se prenden las estufas, ocurren ciertos fenómenos en la atmósfera. Queda todo contenido. Te das cuenta desde la rambla que hay como una línea negra que cubre esta zona. Estás metido en una nube y no te das cuenta”, apuntó.

Seguro que no sabía este dato: el humo da la vuelta al mundo entero en 11 días. Mire lo que pasó el 12 de octubre en Puerto Rico: la calidad de aire se vio deteriorada debido a una densa nube de polvo del Sahara.

Aeronet en la Facultad de Ingeniería
Aeronet en la Facultad de Ingeniería

Pequeñísimos.

Qué son los aerosoles atmosféricos? Son partículas sólidas o líquidas muy pequeñas que se cuentan en partes por millón, por billón y por trillón. Las más pequeñas, las llamadas partículas finas (PM2.5), pueden ser absorbidas y pasar rápidamente a la corriente sanguínea. Están asociadas con problemas respiratorios (función pulmonar reducida, asma), problemas cardiovasculares y mortalidad prematura. “El tamaño puede ser bueno o malo y eso es lo que se detecta con estos instrumentos”, señaló.

Este año, Susan C. Anenberg, profesora adjunta de salud global en la Universidad George Washington, dijo: “Casi todas las personas en cualquier ciudad del mundo están expuestas a un aire que tiene niveles dañinos de contaminación”. Anenberg es parte del equipo de Ciencias Aplicadas de Salud y Calidad del Aire de la agencia espacial estadounidense.

Los aerosoles, además, pueden enfriar el planeta reflejando la luz solar de regreso al espacio o pueden recolectar vapor de agua para construir una nube. También pueden atrapar la luz solar y calentar el aire, evitando así la formación de nubes.

Lo último sucedió a principios de este año con la erupción del volcán Hunga Tonga, en el Pacífico Sur: lanzó suficiente agua a la atmósfera para elevar la temperatura superficial de la Tierra.

Otros aerosoles pueden desencadenar reacciones químicas que dañan la capa de ozono. “Observamos variaciones de compuestos de nitrógeno, de ozono troposférico (el que se encuentra cerca de la superficie de la Tierra, entre el suelo y 19 kilómetros de altura) y formaldehído. Todo este tipo de cosas viene en un paquete que viaja con la masa de gas que recibimos en Montevideo”, añadió la experta.

Las partículas que contienen nitrógeno alteran el balance de nutrientes en lagos y arroyos; y dañan bosques y cultivos por lluvia ácida.
“Reconocer a tiempos qué es lo que pasa con los aerosoles es relevante”, afirmó Frins, ganadora del premio L’Oreal-UNESCO en el año 2012.

Por ejemplo, en el caso de la erupción de un volcán relativamente cercano, como sucedió en 2011 con el Puyehue (ubicado en Cordillera de los Andes), se puede saber si se debe suspender el tráfico aéreo según el nivel de cenizas transportadas hasta la ciudad. En ese caso, la nube de cenizas se extendió a más de 1.900 kilómetros desde Chile. En ese entonces no se contaba con los instrumentos de Aeronet instalados en la Facultad de Ingeniería.

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