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Angela Davis: “Uruguay es un faro en la región”

La activista y feminista dio una conferencia en el Teatro Solís.

Angela Davis. Foto: archivo El País.
Angela Davis. Foto: archivo El País.

Afuera del Teatro Solís hay mujeres, personas blancas, afro descendientes, niños y niñas, pañuelos verdes, pañuelos amarillos y violetas, banderas de arcoíris, turbantes de todos colores. La cita es para todos, pero hoy las protagonistas son ellas: las mujeres en general, pero sobre todo y antes que nadie, las mujeres afro. Porque Angela Davis llegó por primera vez a Uruguay para hablarnos a todos pero sobre todo, para hablarles a ellas, para decirles que su lucha todavía sigue vigente: “Aún no nos hemos rendido, la lucha revolucionaria continúa”.

Es la primera vez que la filósofa y activista feminista y antirracista norteamericana, está en Uruguay y su presencia, no hay dudas, convoca.

A las siete de la tarde del viernes, la sala principal del Teatro Solís estaba repleta. Afuera había al menos 60 personas más esperando para escucharla a través de una pantalla gigante colocada allí específicamente para la ocasión. Entre los presentes estaban Daniel Martínez, Carolina Cosse, Eduardo Bonomi, Mariano Arana, y otras figuras de la política nacional. A las butacas del Solís las llenaban colectivos de mujeres de Montevideo pero también de todo le interior de Uruguay, de Argentina, de Brasil, de Chile, de Bolivia.

La conferencia empieza con palabras de Fabiana Goyeneche, directora de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo; la sigue el intendente interino del departamento, Juan Canessa, que dice que la “emoción es inmensa”. Minutos después, ellos le entregarán a Davis el reconocimiento como Visitante Ilustre de Montevideo.

Cuando Angela Davis pisa el escenario, el teatro completo se pone de pie y los aplausos duran unos cuantos segundos. Angela sonríe con modestia, y aunque no sabe español, sabe que no hace falta el idioma para entender que esa bienvenida es un abrazo de agradecimiento y de admiración. Está acompañada en la mesa por Federico Graña, Director Nacional de Promoción Sociocultural del Ministerio de Desarrollo Social, la coordinadora ejecutiva de la Secretaría para la Equidad Étnico Racial y Poblaciones Migrantes, Elizabeth Suárez y Tania Ramírez, integrante de Mizangas, colectivo de mujeres afro que forma parte del proyecto Horizonte de Libertades. “Es muy importante la visita de Angela, tanto para el país como para la región; una región en la que asesinaron a una mujer afro, feminista y lesbiana, como ella”, comienza diciendo Graña. Angela mira hacia abajo mientras los demás hablan, escucha con atención, a veces sonríe y a veces asiente con la cabeza. Por su parte, Suárez dice que la población afro en Uruguay es una de las más vulnerables: “Somos un 10,6 % de la población uruguaya y más del 80% todavía vive por debajo de la línea de pobreza”. Ramírez, por su parte, remarca el hecho de que la conferencia sea en el centro cultural más importante del país, como lo es el Solís:

“Quiero destacar la presencia de tanta gente afro en este teatro, y especialmente de tanta gente afro en las primeras filas del Solís. Tu presencia nos da fuerza, Angela. Fuiste una de las negras más buscadas por el FBI y hoy sos la más buscada y esperada por los pueblos oprimidos”.
Davis se pone de pie cuando llega su turno de hablar. Dice “muchas gracias y buenas tardes”, en un español torpe. “Uruguay es un faro en la región y estoy segura de que estoy aprendiendo más de ustedes de lo que yo pueda enseñarles”. Después hablará durante poco más de dos horas sobre la lucha anti racial y feminista en América Latina. También se refiere a las situaciones de las cárceles en el mundo. “Desafortunadamente no pude visitar una cárcel en Uruguay, pero puedo suponer que existe una cantidad desproporcionada de personas afro que están privadas de su libertad”.

También agradece a las personas que en la década del 70 participaron del movimiento mundial por su liberación, tras estar privada de libertad por 18 meses. Al final, todo termina como empezó: con aplausos, con brazos estirados y puños cerrados.

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Su vida: la literatura

Free Angela: En la década del 70, Angela Davis fue una de las “criminales” más buscadas por el FBI. Tras su captura estuvo privada de libertad en la cárcel de mujeres de Nueva York, donde, entre otras cosas, se la mantuvo aislada. Alrededor de todo el mundo se creó un movimiento que pidió su libertad, al grito de Free Angela. Luego de 18 meses, Angela pudo volver a su vida.

Biografía: A los 30 años y tras salir de prisión, Angela escribió su autobiografía, que en 2016 lanzó su segunda edición. Allí cuenta, con una prosa exquisita, sus días tras las rejas, las fallas del sistema que solo tenía a presas negras o latinas, pero también los recuerdos de su infancia, la segregación racial con la que creció en Alabama, y su lucha contra el racismo y el feminismo siempre desde la no violencia.

Raza, clase: Durante varios años, Davis se dedicó a escribir. Además de su biografía, en 1981 escribió el libro Mujeres, raza y clase, en el que trata de desvelar las causas que llevaron a que las reivindicaciones de las mujeres negras fueran sistemáticamente invisibilizadas a pesar del potencial revolucionario que encerraba un movimiento semejante. Además publicó La libertad es una batalla constante.

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