¿Cómo es vivir en "Gran Hermano"? Dos uruguayos cuentan su historia en el reality más famoso

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Tener una cámara encima incluso a la hora de ir al baño. Depender de un juego para tener dinero para comer más o menos bien. Racionar cigarrillos, acostarse y despertarse a la media hora sacudido por una música infernal. Estar aislado, encerrado, espiado. Y después salir, para entender que algo, en la vida, cambió para siempre. Clarisa Abreu y Fabricio Chaves identifican cada una de esas experiencias: son dos de los cuatro uruguayos que, en 2012, pasaron por Gran Hermano.

El reality por excelencia en la historia de la televisión está a punto de concretar su vuelta. Mañana, a seis años de su última edición y a 10 de la última que se vio por Telefé, Gran Hermano Argentina vuelve a donde todo comenzó: al canal de las tres pelotitas, con 18 nuevas caras y más cambios.

El ciclo se podrá ver en Canal 10, desde mañana a las 23.00 (en Telefé va 21.45) con conducción de Santiago Del Moro. Acá se emitirán algunas jornadas y, desde el martes a las 17.00, Gran Hermano, el día después, con conducción de Eliana Dide y Agustín Gil.

Desde el 10 no aclararon a El País si habrá cambio de horario con el tiempo, y si los derechos se adquirieron con la intención de proyectar una edición local. Tampoco se sabe, hasta ahora, si habrá uruguayos en esta edición a punto de estrenar.

A los 18 participantes que volverán a la remozada casa más famosa de la televisión rioplatense se los podrá espiar, luego, durante las 24 horas del día a través de la plataforma Pluto TV; es online y gratuita.

Hasta ahora, solo una edición de las nueve de Gran Hermano Argentina contó con uruguayos: fue la de 2012, tuvo a cuatro competidores y, para algunos, fue definitoria.

Clarisa Abreu, entonces conocida en Uruguay por ser la hermana de Sebastián “Loco” Abreu, fue la primera en entrar a GH a través de La casa de al lado, un concurso paralelo donde aspirantes se disputaban las chances de entrar al reality. Este año, porque todo cambia, el comienzo de las audiciones fue por redes sociales: Gran Hermano se aseguró ser viral desde antes de estrenar.

“Lo que no fue sencillo fueron las primeras veces de ir al baño: tenías una cámara de frente y otra arriba, y era todo un tema. Así que bañarse, o sentarse en el water, era algo complicadísimo”, dice ahora a El País. “O el saber que en cada prueba semanal estaba en riesgo tu alimento diario. En esa temporada, si no ganabas los desafíos no tenías dinero para comer, y eso me pasó las tres primeras semanas. Tenía 10 pesos (argentinos, unos $ 350 de hoy) para comer en la semana; todavía no sé cómo hice”.

Abreu, que con 22 años pasó 47 días en la casa, fue la quinta eliminada y asegura que “todo en el programa era espontáneo”, aunque reconoce que desde la producción se solía convocar a concursantes al confesionario, para poder incidir en situaciones cotidianas.

Fabricio Chaves dice lo mismo: que no había nada digitado. Entró a la edición 2012 junto a su hermano mellizo, Leonardo, por un segundo grupo de La casa de al lado. La cuarta uruguaya de aquella temporada fue la modelo Florencia Alba, la única con pase directo al reality.

“Pueden pensar que está todo digitado, pero lamentablemente no. Todo fue como se vio, y con la misma intensidad”, dice Fabricio a El País. Pero como Clarisa, asegura que la producción manipulaba a los participantes para llevarlos hacia uno u otro lugar anímico.

“A mí, por ejemplo, me despertaban con música a todo volumen a la media hora de haberme acostado. Lo mismo pasaba con los cigarros. Había una máquina expendedora a la vista de todos, pero no nos daban fichas para sacarlos. Entonces había un goteo de cosas a propósito para generar una reacción de nosotros”, asegura.

Chaves, con 21 años, no pudo con las reglas de juego: se fue a los 30 días de haber ingreso, por voluntad propia. “El aislamiento no lo aguanté, apreté el botón rojo de autoeliminación”, recuerda con El País.

Más allá de eso, reconoce que el programa lo transformó, que forma parte de su historia y que fue parte del camino que lo llevó a, por ejemplo, poder editar un libro (Con B de Bullying, Fin de Siglo). Dice que no reniega de la experiencia y que aunque le costó asumirlo, sabe que Gran Hermano es algo que lo acompañará siempre.

Su hermano Leonardo, sin embargo, elige no hablar del tema. Hoy es docente y dio vuelta la página al punto tal de que ni siquiera tiene redes sociales. Con la exposición no quiere saber más nada.

Florencia Alba también dejó atrás Gran Hermano. El País intentó contactarla, sin éxito, pero hace dos años ya le había dicho a Sábado Show que aunque guardaba un buen recuerdo de su paso por el reality, no volvería a entrar: “Y tampoco lo recomiendo. No me di cuenta la magnitud de ese programa”.

Hoy es madre, continúa su carrera de modelo y trabaja como community manager. En su Instagram, como biografía, se puede leer: “Solo amor”.

Para Clarisa Abreu, sin embargo, el antes y después de Gran Hermano es claro. “Una vez que salí, me cambió la vida por completo. Yo hacía un año que había empezado a trabajar como modelo y muy poca gente me conocía en Uruguay, y si lo hacían era por ser la hermana de… Así que tomé la experiencia como ayuda para impulsar mi carrera en otro país. Pasé por el programa y empecé a trabajar mucho más”.

Hoy, radicada en Portugal, acaba de ser madre de su primer hijo, fruto de su relación con el futbolista argentino Santiago Colombatto. Siguió su carrera de modelo, incursionó en los medios y volvió a un reality, pero en Ecuador.

“La experiencia fue increíble”, reflexiona Fabricio Chaves a sus 31 años, “pero lo más loco fue volver a mi vida normal. La gente pensaba que me había vuelto millonario y cuando me subía al bondi me preguntaban por qué no andaba en auto. Es que cuando estás en la casa no te das cuenta de la masividad, pero al salir había gente que te llevaba peluches o se te aparecía en el hotel. La gente te vio comer, dormir y bañarte y piensan que son tus mejores amigos porque te vieron en situaciones íntimas”.

A la distancia, reconoce que Gran Hermano le modificó, incluso, la forma de relacionarse con citas o parejas. “Porque en algún momento tengo que decirle que fui parte del reality, antes de que le aparezca en Google o Youtube. Y hay frases que quisiera borrar, pero no puedo porque está mi cara por todos lados diciendo cosas que dije con la inmadurez de 21 años. Y me tengo que hacer cargo”.

Ahora, en tiempos donde la exposición es constante y el confinamiento, una posibilidad no tan lejana, 18 personas elegirán el encierro y la exhibición como forma de vida, en la vuelta de un reality que parece no caducar, y que sabe -para bien o mal- cómo cambiar vidas.

Tras seis años fuera de la pantalla argentina, regresa el reality Gran Hermano a la televisión rioplatense.

El formato, nacido en Holanda en 1999, se convirtió rápidamente en un éxito en todo el mundo, y varios de sus participantes (no solo los ganadores) se volvieron celebridades de la noche a la mañana. También hubo algunas historias que dejaron en evidencia el precio de la fama.

Gran Hermano 2022 viene con novedades y con la conducción de Santiago Del Moro.

En Argentina irá todos los días: estrena mañana, los martes y jueves se verán las pruebas de los concursantes, los miércoles será la gala de nominación, los viernes habrá fiesta, los sábados se verá La noche de los ex, con antiguos participantes; y los domingos será la gala de eliminación. Ganará uno solo, que se llevará 15 millones de pesos argentinos.

En Uruguay, por lo pronto, irá de lunes a jueves después de las 23.00, y se emitirá la gala de los domingos. Todo se complementará con Gran Hermano, el día después, de lunes a viernes a las 17.00.

Para esta edición, la casa será nueva e inmensa, de 2200 metros cuadrados (1900 cubiertos y 300 descubiertos), y además de las instalaciones típicas contará con un arena en el que se realizarán los juegos y pruebas de destreza. Habrá confesionario, jardín con piscina y sauna, todo con 65 cámaras y 87 micrófonos en cada rincón.

Esta vez no hubo límite de edad, por lo que los 18 concursantes representarán a varias generaciones. Otra novedad tendrá que ver con la “prueba de líder”, que cada semana le dará inmunidad a un concursante.

La vuelta de Gran Hermano se da meses después de que Eltrece sorprendiera con El hotel de los famosos, un reality show de encierro, esfuerzo y trabajo donde figuras mediáticas pasaron hasta tres meses. Fue un éxito de rating y habrá temporada 2.