ENTREVISTA

Roberto Moldavsky: su cena con Lacalle Pou, la temporada en Punta del Este y su relación con Uruguay

Este jueves, el humorista argentino presentará un avant premiere de "Moldavsky de Punta a Punta" para socios de Club El País; antes dialogó con El País

Roberto Moldavsky. Foto: Darwin Borrelli.
Roberto Moldavsky. Foto: Darwin Borrelli.

Roberto Moldavsky atiende la llamada de El País mientras sale de la farmacia. Camina por las calles de Buenos Aires y cada tanto se escucha el grito de algún seguidor que lo saluda o le pide alguna foto. Se ríe, narra anécdotas como si estuviera en el escenario y transmite su entusiasmo por volver a hacer temporada en Uruguay. El verano pasado presentó El Método Moldavsky en Enjoy Punta del Este y ahora vuelve con Moldavsky de Punta a Punta, que estrenará el jueves en una función exclusiva para socios de Club El País (ver recuadro).

“Esta vez vamos una semana antes, así que imaginate”, dice sobre su expectativa para este año. “Vamos con un show bárbaro y ya no hay covid como la vez pasada, así que nos tendría que ir mucho mejor. Estoy muy contento por volver porque tengo una gran admiración por Uruguay e incluso viví un año ahí cuando tenía 20. Entonces, poder hacer lo que me gusta en Punta del Este es maravilloso; tenés que ser muy jodido para no pasarla bien”, comenta con una carcajada.

“Uruguay que me recibe bárbaro cada vez que voy a actuar. Lo vi cuando viví en Montevideo y el del supermercado, el verdulero y el mozo de la pizzería se te hacían amigos, pero cuando estuve en el verano pasado lo volví a vivenciar”, relata. “Incluso he tenido la suerte de cenar con Lacalle Pou el día que me vino a ver al Enjoy, y él se reía de las cosas que le contaba. Fue en la penúltima función de El Método Moldavsky, y el gesto de que me invitara a cenar fue muy lindo”.

—Haber hecho reír a un presidente vale el doble, ¿no?

—¡Claro! (risas) Fue maravilloso porque yo lo veía como alguien más lejano, pero fuimos a comer con otras cuatro personas y lo tuve para mí (risas). Te das cuenta de que no paro de hablar... así que imaginate, ¡lo volví loco al tipo! En la cena estaba (el productor Gustavo) Yankelevich, y en un momento me dijo: “No sé para qué vinimos”. En un momento le pregunté qué le había pasado el día que perdió las elecciones; no quería saber la historia de cuando ganó. ¿Qué hizo esa vez? ¿ Se fue para su casa? ¿Cómo se levantó? Me interesaba saber cómo se vuelve a un lugar así, y él supo volver.

—En lo personal, ¿qué herramientas desarrollaste cuando las cosas no salen como esperabas? Por ejemplo, vas a un evento privado y el público no te presta atención porque está comiendo...

—(Interrumpe) ¿Viste ese evento privado en el que parece que te robaste el micrófono? Empezás a hablar y nadie te quiere escuchar porque algunos se ponen a gritar o el mozo te pasa por al lado. Si vos pasás ese tipo de eventos, el teatro es otra cosa porque la gente te viene a ver. Es como que te dicen:“haceme reír o te mato” (risas). Entonces, esas experiencias te sirven para curtirte. El otro día Messi erró un penal en el Mundial, y en ese momento, yo me preguntaba cómo hace el tipo para enfocarse y decir:”en la siguiente jugada tengo que meter un gol”. Cuando hago un show que no resulta como esperaba, también pienso que tengo que hacer el gol en la jugada siguiente; si no es tal chiste, va por el otro; no lo tomo como: “Bueno, la gente no quiere reírse de política, así que hablo de la familia”. En el humor la clave tiene que ver con los temas que tratás, y yo nunca le voy a echar la culpa al público. La gente tiene ganas de reírse y en algún momento lo va a hacer, pero tenés que ser vivo y entender que, en ese momento, sos vos el que no está interpretando correctamente lo que pasa en la sala.

Roberto Moldavsky. Foto: Darwin Borrelli.
Roberto Moldavsky. Foto: Darwin Borrelli.

—La última vez que te entrevisté hablaste de cómo te fuiste despojando del humor judío para acercarte al humor político y a temas más universales. ¿Cómo analizás tu evolución en estos años para evitar repetirte?

—Es verdad que hay cosas que sabés que funcionan y por eso podés hacer el mismo show durante mucho tiempo y esperar a que cambie el público. Yo soy muy observador y muy laburante de todo lo que pasa, y con el humor político es más fácil porque Argentina te da un show cada 15 minutos (risas). A veces lo llamo al presidente y le digo: “Gracias por el discurso de hoy, me diste un montón de material”, y otras veces es: “Che, aflojá un poco, que no llego con todos los temas” (risas). Hay que estar muy atento a lo que pasa; es como un deporte de mirar y escuchar para luego llevarlo a un show. Además, tengo mucha gente que me ayuda con los temas y alcoholizo a mis amigos para que me cuenten sus historias. Entonces, busco por distintos lugares para renovarme siempre y sorprender a la gente.

—Sin embargo, hay dos temas esenciales en tu propuesta: el paso del tiempo y el núcleo familiar.

—Yo de ahí no salgo. Ahora cumplí 60 años, pero me siento como alguien de 20; es como Gabriela Acher, que dice: “¿Qué hace una chica como yo en una edad como esta?” (risas). También me gusta hablar de las profesiones, y como vengo de ser vendedor, me gusta trabajar el tema de la venta diciendo cosas como: “Traeme al mejor médico recibido en Harvard y que me venda en abrigo en noviembre”. Me apoyo mucho en eso para crear una historia muy divertida.

—Ahora que mencionás lo de vender una campera en noviembre, ¿sentís que se trata del mismo objetivo que hacer reír a la gente en un escenario? Al final, se trata de seducir al otro con un fin.

—No tengas duda. Si bien en la venta te llevás algo en la mano, hay un tema de seducir al cliente para que acepte tu propuesta. Es lo mismo que hacés en el escenario con el público: lo seducís para que se animen a venir, que se rían y que traigan a otra gente al teatro.

show

Así será "Moldavsky de Punta a Punta"

La segunda temporada de Roberto Moldavsky en Uruguay iniciará este jueves en Enjoy Punta del Este cuando presente una avant premiere exclusiva de Moldavsky de Punta a Punta para Socios de Club El País. Luego, el humorista argentino se presentará todos los viernes y sábados de diciembre y enero en un espectáculo que incluirá música en vivo. Las entradas están a la venta en Suticket y los precios van de 60 a 80 dólares; hay 2x1 para socios de Club El País.

Al respecto de su show, Moldavsky adelanta que habrá una “mezcla de monólogos, buena música y sketches”;también presentará un segmento dedicado al humor político con guiños a lo que sucede en Uruguay, y hará referencia a las cosas que unen a los argentinos y uruguayos. Por otra parte, ofrecerá una propuesta basada en su época como vendedor de camperas en el barrio bonaerense de Once, y le dedicará un tiempo a analizar las nuevas formas de hacer humor. “Ya las cosas se dicen de otra manera; ya no podés decirle ‘gordo’, al gordo: tenés que decir que es una persona excedido del índice muscular (se ríe), entonces hacemos mucho juego con el nuevo mundo que nos toca vivir y cómo el humor se tiene que ir adaptando a esa forma de ver el mundo”.

Reportar error
Enviado
Error
Reportar error
Temas relacionados