ENTREVISTA

Manuela da Silveira: "Me gustaría permitirme no tener que hacer reír permanentemente"

La comediante y comunicadora habla de su ausencia de los medios y el unipersonal que hará en la sala Hugo Balzo en el ciclo "Sala de comediantes"

Manuela da Silveira. Foto: Tana Pozzi
Manuela da Silveira. Foto: Tana Pozzi

Hubo varios factores que ayudaron a que Manuela da Silveira se sumara al ciclo Sala de Comediantes que se realiza en la Hugo Balzo del Sodre. Por un lado es el lugar, para Da Silveira se trata de la sala más linda del país; también es el volver a los escenarios después de varios años alejada, y por otro lado estaba el no tener que preocuparse por el afiche, el título y esos detalles extra a la creación de un show. Por eso, dice a El País que hacer este nuevo unipersonal "fue como volver a bailar".

Da Silveira se presentará el 26 de abril en el ciclo que tiene como conductora a Paola Bianco y entradas por Tickantel. Si bien el plan inicial era hacer la función el 13 de abril, cuestiones de salud -una apendicitis- obligó a reprogramar.

Para Da Silveira significó volver a escribir y buscar qué decir. "Así fue apareciendo la comunicación, pero desde otro lugar. No como comunicadora delante de cámaras sino como una mujer que trabaja en la comunicación. De ahí se desprende este monólogo", dice.

Para sus espectáculos, Da Silveira necesita de una guardiana, "alguien que me acompañe en este proceso". En Crecer o reventar fue Victoria Césperes, para Las Manolas la acompañó María Mendive, y el primero, De buen humor, había sido junto a Emilia Díaz y Angie Oña.

Manuela da Silveira, comediante y comunicadora
Manuela da Silveira, comediante y comunicadora

"Siempre tuve mujeres muy poderosas acompañando los procesos del monólogo. Cuando me escuché, cosa que no hago todo el tiempo, sentí que tenía que trabajar con Alita Menéndez porque me encanta su humor y su sensibilidad". Así inició este proceso en el que Da Silveira siente que, insiste, vuelve a bailar, a decir cosas y sobre todo a disfrutarlo.

De cero a cien y volver a empezar

La llegada de Da Silveira a los medios fue gracias a Telemental, el programa de Canal 12 que condujeron inicialmente Rafa Villanueva y Rafa Cotelo. Rápidamente empezaron a surgir distintas propuestas que la posicionaron como una cara ineludible. No sabía, en definitiva, decir que no. "Eso es algo que fui aprendiendo con el tiempo, tal vez fue mucho y me dejé invadir", reconoce.

No le fue sencillo encontrar la persona detrás de la Manuela que aparecía en la tele, publicidades y el teatro. Seguramente el formarse como profesora de yoga, sirvió para encontrar ese balance.

Manuela Da Silveira. Foto: Mery Slinger
Manuela Da Silveira. Foto: Mery Slinger

"Tuve que ir aprendiendo a encontrarme e incluirme en las decisiones. No solo cumplir, sino incluirme de verdad con lo que digo y quiero hacer. Ahí fui de a poco aprendiendo. Dejé algunos espacios donde sentí que no estaba dando mi mejor versión o que estaba siendo funcional a lo que había o me invitaban a hacer. No era necesariamente lo que quería hacer", dice.

Fue entonces que en 2020 decidió abandonar todo. Antes había que buscar otra forma de sustento. Desde hace un año trabaja para una consultora en la que se siente cómoda y feliz. "Es una parte mía que no siempre se ve y ya no puedo creer que hace tanto que estoy ahí", dice.

Gracias a tener un "horario de oficina", puede trabajar y además escribir y preparar sus monólogos. "Tengo horarios entreverados pero estoy contenta", reconoce.

Manuela Da Silveira
Manuela Da Silveira. Foto: Archivo

En caso de regresar, dice Da Silveira que le gustaría hacerlo desde otro lugar, o al menos no estar por estar. Quiere moverse, probar cosas nuevas, aunque eso la incomode.

En 2020 fue parte de las primeras etapas de la versión femenina de La culpa es de Colón, pero abandonó el ciclo a los pocos meses.

"Podés pensar ¿qué más podés pedir que eso? Porque sos humorista, hacés humor y encima lo hacés con amigas. Pero me detuve a escucharme y algo me dijo: no sé si eso es lo que quiero", dice. "Si vas a ver un monólogo mío es raro, no tiene el tono de comedia de stand up que es el que más rinde para ese programa. Mi propuesta es más del lado de la performance. Hay humor, hay comedia pero hay otros humores. Entonces me pasó que estaba en un momento donde quería indagar por otro lado".

Si bien siempre hizo humor, en un momento sintió que había quedado encasillada. "Este es un mercado muy chico y distinto que en otros países donde una persona puede hacer teatro under y también una serie en la tele. Los mercados permiten que haya más versatilidad y que la persona no se tenga que limitarse a alguna cosa. Acá uno va encontrando un lugar y se queda ahí", dice.

Imagen promocional del espectáculo de Manuela da Silveira en "Sala de comediantes". Foto: Difusión
Imagen promocional del espectáculo de Manuela da Silveira en "Sala de comediantes". Foto: Difusión

También reconoce que fue difícil abrirse por el miedo a que se olviden de ella. "Tenemos un narcisismo desarrollado que tuve que atar y decirle: ‘ahora dejame indagar por otro sendero’. Por momentos me pide salir porque también está el miedo a desaparecer, y está bueno domar eso. Me gusta saborear ese temor al: ¿y si no estoy se van a acordar de mí? Eso hoy lo abrazo y me da gracia esa parte de mí", dice.

Sabe que no trabajaría en un noticiero, pero también que hay muchas posibilidades para un potencial regreso a la televisión. Tal vez con otro tipo de espacio donde no tenga que ser la graciosa. "Me gustaría permitirme no tener que hacer reír permanentemente. Recién ahora me doy ese permiso", dice.

Quien más la alienta a volver a los medios es su padre, el periodista deportivo Jorge da Silveira.

"Mi padre es un santo. Tiene una paciencia y seguro que se tiene que morder la lengua porque por lo general no me dice mucho. Me doy cuenta por su respiración que le gustaría que volviera, pero ya sabe que lo mejor es no decirme mucho. A veces me dice: ‘me encontré con alguien que me preguntó ¿por qué no volvés?’ y te manda ese comentario", dice. Y fue gracias a verlo durante estos años, el motor que la hizo buscar otros horizontes y éxitos en su carrera.

Hoy, para Manuela da Silveira el éxito ya no radica en la exposición, sino en los procesos internos que hace.

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