HISTORIAS

Las cinco amistades increíbles de Carlos Perciavalle, de John Lennon a China Zorrilla

El actor se presenta en el Castillo Pittamiglio con "Carlos, solo Carlos", un espectáculo totalmente nuevo donde, dice, va a hablar de todo

Carlos Perciavalle. Foto: Lucía Bueno
Carlos Perciavalle. Foto: Lucía Bueno

Esta noche regresa a los escenarios Carlos Perciavalle, quien fue noticia hace semanas por una serie de problemas domésticos que, dice, quedaron atrás. La vuelta a las tablas del “Rey del café concert” será con Carlos, solo Carlos en el Castillo Pittamiglio (reservas por el 094 655815). Habrá una segunda función, el sábado 20.

A Perciavalle le propusieron hacer un espectáculo con lo mejor de sus shows, pero fue por otro camino. “Tengo 80 años, pero en el alma sigo teniendo 18. Estoy bien físicamente y no estoy para seguir repitiendo cosas que hice hace años y que la gente ni recuerda o ni vio. Quiero hacer un show nuevo, con todo nuevo”, le dijo a El País. Ya tiene cumplidas sus cábalas y hoy se comprará zapatos, una tradición de día de estreno.

Con más de cinco décadas de escenarios en el mundo, Perciavalle tiene miles de anécdotas, pero eligió cinco para contarle a El País.

El amigo de Lennon

John Lennon. Foto: Archivo
John Lennon. Foto: Archivo

"Viví en Estados Unidos muchos años cuando hicimos Canciones para mirar con China Zorrilla, desde 1964. La primera nota de seis páginas que me hicieron fue en la revista Life, que era lo que se vendía más en Estados Unidos. En esa misma revista, cuatro páginas más adelante, estaban los Beatles que habían ido a Nueva York a promocionar su película Ye Ye...Los Beatles. Hicimos las fotos en el mismo estudio: a la mañana estuvieron China y Carlos, y al mediodía los Beatles. No sabía ni que eran famosos. El pelo largo me pareció divertido y yo que tenía rulos me planchaba el pelo para tenerlo como ellos. Las quemaduras que tenía en el cuello no te imaginás. Me hice amigo de Lennon y cuando se estrenó la película ellos nos invitaron y fuimos con China; y cuando estrenamos la obra Canciones para mirar en el Sullivan Street Playhouse, menos George Harrison, los otros tres vinieron. Y después visitaba a Lennon y a Yoko en el Dakota cuando iba a Nueva York".

Y la amiga Barbra

Streisand estrena este mes un documental sobre su concierto
Barbra Streisand.

"Allí también me hice amigo de Barbra Streisand. Ella andaba siempre por la Tercera Avenida buscando muebles viejos para un apartamento. Aún no había hecho Funny Girl, y los actores tendemos a juntarnos en los mismos lugares, y nos conocimos. Fui al estreno de Funny Girl, y mi vida se divide en un antes y un después de su interpretación de “People”. Nunca escuché una cosa igual. Entré al camarín y le dije que nunca había escuchado nada igual. Después la iba a ver a su casa, hasta que se mudó a los pocos años a Los Angeles".

Gasalla, el compinche

Antonio Gasalla

"Al principio de nuestra carrera, a Antonio y a mí siempre nos confundían. A mí me decían Gasalla y a él Perciavalle. No me molestaba que me dijeran Gasalla, pero él odiaba que le dijeran Perciavalle. Un día estábamos en Tienda Inglesa, él en una caja y yo en otra y viene una señora de esas con pelo celeste y me dice: 'Ah, Gasalla, trate de salir por esa caja porque en la otra está Perciavalle y sé que usted lo odia'. Y cuando nos encontramos empezamos a reírnos, porque la misma señora nos había dicho lo mismo a los dos, y nos había confundido”.

El éxito de Susana

Susana Giménez. Foto: Difusión

"Cuando vi a Susana Giménez haciendo Las mariposas son libres, quedé maravillado. Después de China, Susana es la mejor actriz cómica que he visto en mi vida. Estando en Nueva York quería comprar una obra para Mirtha Legrand, La mujer del año. Fuimos con Susana a verla en Broadway que la hacía Lauren Bacall. Llego a Buenos Aires, lo llamo a Daniel Tinayre y le cuento y me dice que no podía, porque Mirtha hacía sus almuerzos todos los días y pedirle dos funciones por día, era demasiado. Pero no pensé en Susana. Ella venía de hacer gira por todos lados, pero no llenaba los teatros. La llamé y le dije que tenía que hacer un éxito que le tapara la boca a todos para siempre. Vino a casa y saqué La mujer del año, pero no quiso porque la obra era con una actriz mayor. Se fue diciendo “con amigos así quién necesita enemigos”. Esa noche me entero que en Broadway Bacall dejaba de hacer la obra y la reemplazaba Rachel Welch que después de Rita Hayworth es la actriz favorita y tenía la edad de Susana. Al otro día suena el timbre y era ella que se había enterado de la noticia y quería el papel. Fue un éxito rotundo, dos funciones por día y tres los fines de semana. Después llenó todos los días en Mar del Plata y en Carlos Paz y en el Maipo. No me voy a olvidar nunca de eso, y ella tampoco".

China, la mejor amiga

China Zorrilla junto a Carlos Perciavalle. Foto: Archivo
China Zorrilla junto a Carlos Perciavalle. Foto: Archivo

"Con La China fuimos a la ONU. El embajador uruguayo era Enrique Rodríguez Fabregat, y no quería ir a un concierto. Nos preguntó si no íbamos con China. Yo tenía 19 años y China no llegaba a los 40, y éramos el embajador y embajadora de Uruguay. Aquella me pidió que fuera vestido de Primera Comunión. Fuimos y había unos largos mostradores circulares alrededor del escenario. Nos sentamos entre Reino Unido y Unión Soviética. El concierto que era absolutamente horrible, un baile birmano espantoso. Dijeron que como cierre iba a haber un concierto de arpa birmana. Me acordé de la película que me había encantado y pensé que no podía haber nada peor que lo que acabábamos de ver. Pero era peor. Nos tentamos pero ella tenía un poco más de clase para disimular. Yo no podía parar de reírme y cuando empiezo no paro hasta que me meo. Entonces me escondí abajo del escritorio, y China me dice: mirá a los ingleses, y estaban todos tentados y los rusos estaban igual, a las carcajadas. Decidimos irnos arrodillados para que no nos vean. Llegamos a la salida, había un guardia y me dice que el baño estaba en la sala. Ah, no, ahí no vuelvo. Así que le expliqué que en Uruguay tenemos la costumbre de hacer pipí contra los autos para proteger la pintura de la herrumbre. No entendió nada pero nos dejó salir e hice pis en el primer árbol que encontré".

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