"Amor de película": una comedia que se mira a sí misma

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El fuerte de Amor de película, que los viernes se está dando en Teatro Movie, es el texto, sin desmerecer al quinteto de actores que compone el elenco. Y no tanto por la risa que genera esta comedia, sino por su estructura dramática en sí.

Un productor cinematográfico (Coco Echagüe) tiene una idea alocada para salvar a su empresa de irse a pique. Juntar a un guionista veterano (Leo Lorenzo) y a una joven youtuber, para que hagan juntos un guion, que de algún modo conjugue la experiencia de uno con la frescura de la otra. Y el mayor potencial de esta comedia tiene que ver con todo el juego que se va armando, entre ficción y realidad, entre lo que los guionistas escriben y el curso que va tomando la obra en sí.

Y en esa trama entra en juego Humberto de Vargas, como un inescrupuloso funcionario de un instituto de cine. Y el actor vuelve a realizar otra de sus eficaces maquietas, en las que lleva a su personaje hasta el ridículo. El resto del elenco también está bien, sin actuaciones memorables.

Un punto a mejorar en producciones posteriores es la escenografía, que es algo floja en hechura y deslucida visualmente. Realmente es una pena, porque la idea general del decorado, si bien no es novedosa, sí es eficaz, con dos ambientes que funcionan en simultáneo y hasta en paralelo. Pero el escenario tendría que ser el lugar donde el público también ve objetos recordables, cosa que aquí no sucede.