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Actrices uruguayas eligieron para El País su galán argentino favorito: Ricardo Darín

Una pequeña encuesta abre una reflexión sobre el lugar del galán en estos tiempos de nuevo feminismo

Ricardo Darín
Ricardo Darín, un galán de 62 años. 

"Facundo Arana, por lejos”, respondió la actriz y comunicadora Victoria Rodríguez al ser consultada sobre cuál es el actor argentino que le parece más atractivo. Otras actrices locales dieron respuestas quizá más inesperadas, citando nombres como Dady Brieva o Guillermo Francella. Pero el nombre que más se repitió fue el de Ricardo Darín. El actor porteño, a sus 62 años de edad, no es solamente de los más taquilleros en cine y teatro: también fue el más votado por las intérpretes uruguayas.

El ligero sondeo realizado por El País entre actrices locales de diversas edades arrojó que Darín (padre) es prácticamente el primer nombre que surge en el ambiente actoral local cuando se habla de galanes. Y la preferencia por este actor se dio entre actrices de distintas generaciones. Cristina Morán, Susana Groisman, Alicia Garateguy, Suka Acosta y Carmen Morán, incluyeron al protagonista de La odisea de los giles, El secreto de sus ojos y Nueve reinas entre los actores más atractivos de la vecina orilla.

Leonardo Sbaraglia. Foto: El País
Leonardo Sbaraglia, un galán con talento. Foto: El País

“Hoy por hoy, creo que prefiero a nivel belleza a Darín padre que a Darín hijo, tal vez porque yo estoy más grande también, y ya me siento más cercana a las personas con canitas en la sien como yo”, explicó Lucía Trentini, actriz que ha llevado adelante notables trabajos como Música de fiambrería y Ejecución pública.

Leonardo Sbaraglia conquistó el segundo lugar del podio, siendo votado por bastantes actrices, entre ellas Victoria Rodríguez y Carmen Morán. Otros nombres que se repitieron en la mini encuesta son Héctor Alterio, Óscar Martínez, Rodrigo de la Serna, Darío Grandinetti, Ernesto Alterio y Chino Darín.

Y más nombres entraron en juego. Susana Groisman incluyó entre sus favoritos a Dady Brieva. Gabriela Iribarren citó a Miguel Ángel Solá y Peter Lanzani. Otros que no estuvieron ausentes fueron Alejandro Awada, Mike Amigorena y Luis Machín. Y Joaquín Furriel, a quien Mariana Trujillo describió como “bello, mirada intensa, rostro y presencia magnética. Liliana Enciso citó también a Luciano Castro y Guillermo Francella, argumentando sobre este último que “aunque no es prototipo de galán, me parece muy atractivo”.

El actor Darío Grandinetti
Darío Grandinetti, una sonrisa conquistadora.

Pero el sondeo fue más allá, y dio para indagar un poco sobre si hoy existe el galán dentro de las artes actorales, y sobre cuánto cambió ese concepto en estos últimos tiempos de fuerte militancia feminista. En general las actrices consultadas sostuvieron que hoy la imagen del galán está muy devaluada. “Creo que en Uruguay nunca existió la figura del galán de teatro”, sostuvo directamente Groisman. Y agregó: “El atractivo de un actor para mí es difícil de definir. No son rasgos lindos o regulares. Es una fuerza interna, un magnetismo, una inteligencia, un gran sentido del humor. Creo que los grandes actores pueden hacerte creer que son bellos aunque no lo sean, o que son feos aunque sean muy atractivos”.

También Suka Acosta afirma que el galán ha desaparecido del escenario: “No existe, cambió por efecto de "este gran hermano" en que vivimos. La inmediatez mató la fantasía de ese galán que construías desde una radio, para llegar al teatro”.

Además, muchas actrices opinaron que los tipos de obras que se hacen actualmente ha dejado de lado al personaje que siempre hacía de galán. “La figura del galán en el teatro uruguayo ha ido desapareciendo. Seguramente sea porque las propias propuestas teatrales han ido cambiando. Antes todo espectáculo contaba con un galán y una dama, pero las propuestas de hoy apuntan a otro tipo de personajes”, explica Liliana Enciso, quien sostiene que para un buen galán es fundamental que sea “varonil, lindos ojos, linda dentadura, linda sonrisa...”.

Miguel Ángel Solá
Miguel Ángel Solá, un galán para varias generaciones. Foto: Gerardo Pérez

“Antes el galán debía ser alto (no menos de 1.,80), delgado y en lo posible algo atlético, dueño de rostro y voz con gran carga de seducción. Hoy, no lo encuentro”, dice desde la experiencia de toda una carrera Cristina Morán, quien considera que “la figura del galán es algo que pasó, o al menos no tiene la importancia que tuvo en otro tiempo”.

Marianella Morena también sostiene que el galán es una figura en franca retirada. “No, no existe más, al menos en el buen teatro, no. De pronto en producciones más atadas a convenciones antiguas, sobre qué es ser actor, y desde dónde se construye la seducción, sí. Pero lo bueno que está sucediendo, es que también el mercado (no todo) entendió que la belleza y la seducción son más fértiles con la inteligencia y el talento que solamente con una imagen”.

Chino Darín
Chino Darín, seductor e inteligente. Foto: Marcelo Bonjour

Por su parte, Carmen Morán definió a la figura del galán como un concepto “caduco”. Lucía Trentini, sostuvo que “lamentablemente”, el galán todavía pisa los escenarios. “Creo que sí, que existe todavía. Si bien estamos cambiando afortunadamente y logrando deconstruir esos paradigmas ya rancios”. Y agrega: “Hoy, el teatro se hace amigo de la imagen, el teatro comercial principalmente vende con caras reconocidas de la televisión, el cine y sobre todo la serie de moda, que son protagonizadas mayoritariamente por hombres ‘bonitos’, y lo escribo entre comillas, por que ¿qué es la belleza? ¿Qué es ser bonito?”.

Gabriela Iribarren también subraya que sin duda ha habido un cambio en la sensibilidad colectiva sobre el tema. “Hoy, con los avances feministas respecto al lugar de la mujer y sus derechos e igualdad, la masculinidad está en cuestión. Hablamos de diferentes masculinidades y esto amplia el espectro, y nos va permitiendo poco a poco escapar de los estereotipos”.

Guillermo Francella
Guillermo Francella, el poder de una buena sonrisa

“Galanes eran los de antes”, asegura Victoria Rodríguez con humor, evocando a aquellos personajes que representaban todo lo que una madre querría para su hija: buena estampa, atractivo, buena posición económica, caballero y seductor. “No es que se haya extinguido la especie o que no hayan más actores con las cualidades estéticas para interpretarlos, sino que lo que cambió fue el tipo de historias. El relato moderno dejó atrás esos estereotipos frívolos para retratar seres más humanizados. Supongo que tiene que ver también con las nuevas miradas y la resignificación de las masculinidades”.

Por su parte, Garateguy asegura que en Uruguay nadie va al teatro a ver un galán: “sí en Argentina, que es una sociedad más machista, donde hay un gran sector del público de teatro que va a ver en vivo a los actores que sigue en la televisión”.

Otras artistas expresaron puntos de vista bien comprometidos socialmente. Entre ellas, la creadora escénica Florencia Caballero Bianchi, quien manifestó: “No me parece frívolo hablar de belleza física en nuestro tiempo”. Y agregó: “Lamentablemente, la belleza, uniformizada, encasillada en el deber ser de los estándares, marca laboralmente a muchos y sobre todo muchas artistas escénicos. El problema de las lógicas de mercado metidas hasta el tuétano en el arte es ese. No solo promueve gustos uniformizados sino que además deja sin trabajo a la gente”.

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