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Se casó Silvina Escudero, pero Vanina y Álvaro Navia se llevaron los aplausos

La bailarina y su novio se casaron este jueves, en una ceremonia íntima en la que su hermana Vanina y Álvaro Navia vivieron un momento particular.

Silvina Escudero y Federico en su casamiento. Foto: Instagram @escuderosilvina
Silvina Escudero y Federico en su casamiento. Foto: Instagram @escuderosilvina

Silvina Escudero y su novio Federico se casaron este jueves, tras cinco años de relación y algunas crisis superadas. La ceremonia religiosa se realizará en diciembre, pero este jueves la pareja concretó su unión civil ante una jueza y 80 invitados de su círculo íntimo.

Flamantes marido y mujer, celebraron en el restaurant de Nicolás Francella, al que llegaron juntos y en un auto blanco. Escudero lució un impecable trajecito de saco y pantalón abierto, con un top de encaje. Él optó por un saco marrón y una camisa sin corbata, con jean y el pelo recogido.

Sin embargo, por algunos minutos, los protagonistas de la jornada fueron otros: Vanina Escudero y Álvaro Navia, ya que llegaron tarde al lugar donde se iba a concretar el casamiento, y se llevaron todos los aplausos.

Vanina llegó tarde. Manejaba Waldo, vinieron con los padres de Silvina. Ni bien entraron, comenzaron los aplausos porque estaban esperando que lleguen ellos para empezar”, informaron en Intrusos.

En la boda de Silvina Escudero no faltaron sus perros, Mulata y Branca, que llegaron en un vehículo especialmente acomodado para ellos, informó La Nación. En sus redes, Escudero mostró un par de imágenes del día más especial, en las que se la ve radiante.

Vanina se limitó a subir un video con su look, un mono verde que acompañó con chaqueta de animal print.

En el festejo íntimo hubo más famosos, entre ellos Miriam Lanzoni, que también llegó después de la pareja y se excusó en compromisos laborales.

El casamiento de Silvina y Federico llegó después de una romántica propuesta que se dio en España, donde la morocha se encontraba de vacaciones. Su novio la sorprendió allá con un pomposo pedido de mano, al que Escudero no se resistió.

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