No Te Va Gustar en el Teatro de Verano: fiesta de regreso a casa con Luana como gran figura

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"Por si no quedó claro, la felicidad de volver a tocar en el Teatro De Verano es inmensa". Ese había sido el último mensaje que No Te Va Gustar, en sus redes sociales, publicó antes de cumplir con el primero de tres recitales en Montevideo y cerrar, así, la gira nacional de Luz y también un círculo: el que se había abierto el año pasado, en el Estadio Centenario, donde el tour del último disco —y del regreso a los escenarios tras tiempos pandémicos— se había puesto en marcha.

Este viernes, con entradas agotadas igual que para hoy y para mañana, NTVG fue consecuente con esa proclamada felicidad y ofreció una fiesta: una fiesta de rock y pop, llena de invitados y con la energía por todo lo alto. Nadie quiso perdérsela: estuvieron Tabaré Cardozo y Alejandro Spuntone, los cantantes tropicales Gerardo Nieto y Luana Persíncula, la folclorista Catherine Vergnes, el ascendente Facundo Balta, Victoria Ripa y así.

Pasadas las 21.15 y luego de un set con mucho swing con el que Facundo Balta, un joven talento nacional que se ha convertido en el favorito de los consagrados (abrió, por ejemplo, el último recital de Jorge Drexler en Uruguay), Emiliano Brancciari irrumpió en el escenario solo, guitarra en mano, y abrió con "Ya entendí" una noche intensa.

El repertorio, rockero con sus matices baladísticos, reggae y electrónicos, integró una porción generosa de Luz, el álbum lanzado en 2021 y que le trajo a la banda algunas novedades, un documental y un par de nominaciones a los Grammy Latinos. "La rama" y "No te imaginás" fueron las más efectivas en cuanto a la respuesta del público; "Como un animal" y "Mi ausencia" se ratificaron como un par de las mejores del nuevo disco; "Yendo" convirtió el anfiteatro en una suerte de viaje lisérgico, y "Josefina" regaló uno de los momentos emocionales de la noche, con la destinataria del tema —la abuela de Brancciari— presente y a punto de cumplir 90.

Con Ripa como invitada estable para aportar voces y movimientos en varios temas, la banda transitó además ese sinfín de hits e himnos generacionales cosechados en casi 30 años de recorrido. El disfrute desde el escenario a las plateas fue contagioso: el recital tuvo, a pesar del despliegue y la gran escala, una impronta cercana y de entrecasa, de reencuentro familiar.

Así, por la fiesta de No Te Va Gustar desfilaron canciones —"Al vacío", "A las nueve", "Más mejor", "Prendido fuego", "Cero a la izquierda" y hasta "Cómo brillaba tu alma" que se coló a último minuto— e invitados. Estuvo Tabaré Cardozo para una versión de "Cielo de un solo color" que fue bañada por luces celestes, estuvo Catherine Vergnes para cantar "De nada sirve", estuvo Alejandro Spuntone para hacerse cargo de "Tan lejos", y Facundo Balta se sumó a Martín Gil y Mauricio Ortiz en los vientos de "Los villanos", mientras que Denis Ramos se pasaba a la percusión.

Las presencias más sorpresivas fueron, probablemente, la de dos de las figuras más populares de dos períodos diferentes de la música tropical nacional. Por un lado, Gerardo Nieto cantó "Ese maldito momento" y antes de irse, unos versos a capella de "Cabalgata", de Karibe con K. Y por otro, Luana Persíncula, "la princesita de la plena", se robó la noche con una imponente interpretación de "Chau". Se despidió con merecida ovación.

Con todo eso, No Te Va Gustar reafirmó una postura de apertura que ya había dejado en claro en sus últimas actuaciones en Argentina, en las que había recibido a Karina La Princesita y a Abel Pintos, entre tantos otros. Demostró, además, la contundencia de un show en vivo que el entrenamiento ajetreado de los últimos meses y la renovación del repertorio solo han elevado. Y probó, como siempre, que Montevideo sigue siendo su casa, y que volver es su mejor manera de quedarse a festejar, de celebrar lo construido.