música

El jazz, un sonido que se mantiene vivo

Hoy comienza un festival de un género que se escucha todas las noches

El grupo argentino Mingunos en el festival Jazz a la Calle
El grupo argentino Mingunos durante el festival Jazz a la Calle: Danilo Barboza

Desde pequeños “tugurios” que diariamente reciben a jazzeros leales a grandes festivales, el jazz es un género vivo en Uruguay. Así, desde el legendario Hot Club, que aún sigue andando, a eventos más convocantes en Montevideo, Mercedes o Punta del Este, un género surgido en la década de 1920 en Estados Unidos, tiene en un país tan al sur, una serie de acólitos que lo mantienen vivo.

Como suele suceder, las primeras orquestas uruguayas de jazz tocaban para que bailase la muchachada. En la década de 1940, con la llegada del bebop, su propia revolución libertaria, el jazz pasó a escucharse en ambientes para entendidos. En Uruguay, la tradición jazzística local acompañó el desarrollo del género.

Y así ha seguido. Hoy, por ejemplo, comienza la decimoprimera edición del Festival de Jazz de Montevideo en el Solís. Va hasta el domingo e incluye artistas nacionales e internacionales en su grilla y habrá visitas, workshops y jam sessions.

El festival de Montevideo es una creación del Jazz Tour, una instancia de difusión y educación en jazz surgida en 2000, que no ha parado de trabajar y ha sido uno de los principales impulsores del intercambio con músicos internacionales. “Tratamos de darle un perfil educativo al festival para que le dé una oportunidad de formación a los músicos locales”, dice Phillipe Pinet, fundador y director del festival. Desde hace dos años, el Jazz Tour organiza el ciclo Made in Uruguay, que le brinda un espacio a propuestas locales.

El Festival Internacional de Jazz de Punta del Este es el más longevo del país. Su creador, Francisco Yobino, dice que “es único” porque mantiene el respeto al género desde hace 22 ediciones . “Los músicos quieren venir porque saben que va a haber jazz puro”. Durante esta edición del festival se presentanrán artistas como Paquito D’ Rivera, Al Foster, Johnny O’ Neal y Gary Smulyan

El Jazz a la Calle, que se celebra en enero en Mercedes desde hace 11 ediciones, llena la ciudad durante nueve días de música gratuita donde la música genera una comunidad. Hay recitales de artistas nacionales e internacionales, asados donde músicos prestigiosos y estudiantes se sientan en la misma mesa, clases y largas jam sessions. En total, participan más de 150 músicos pero llegan a la ciudad unos 1700.

Más allá de esos eventos, durante el resto del año, el jazz se escucha en pequeños locales en general montevideanos y en formato de jam session.

La improvisación es fundamental en el jazz y es en las jam sessions, donde los músicos se reúnen para reinventar standards del género sin ensayo previo, componiendo en tiempo real. Es una instancia fundamental en la formación del músico. “Donde más crudamente ves al jazz es en las jams”, dice el saxofonista Gonzalo Levin.

Aunque a veces, no se note, toda la semana está llena de jazz en Montevideo. Los lunes hay jazz en el Shannon Irish Pub, los martes en El Mingus, los miércoles el Club Natural y Popular, y los viernes, en el Bar Blanes y en Kalima donde se reúne el tradicional Hot Club.

El pianista Rodolfo “Rolo” Suzacq, organizador del Hot Club, considera que la experiencia de compartir con músicos es fundamental. “Primero hay que estudiar entre cuatro paredes, después ir a las jams y luego formar un grupo. Ese es el camino”.

El Hot Club se fundó en 1950 y es la institución de jazz más antigua de Latinoamérica. Creada por los hermanos Horacio y Paco Mañosa, allí se han formado músicos como Hugo y Osvaldo Fattoruso, Federico García Vigil, Hebert Escayola y Manolo Guardia.

“La importancia del Hot Club es un hecho”, dice Suzacq. El pianista relata que varios de los grandes del género, como Louis Armstrong, Dizzy Gillespie y Duke Ellington pasaron por recinto luego de sus presentaciones en Montevideo. “Esas instancias son muy positivas porque generan la posibilidad de acceder a esos artistas”.

Formación

Además del festival, Jazz a la Calle es un ejemplo de apoyo al género. Desde el 2008 ofrece clases gratuitas a niños, jóvenes y adultos. “Ha sido un trabajo de años; estábamos en una gran carencia desde el punto de vista académico”, dice Horacio Acosta, uno de los fundadores. Este año participaron 200 alumnos y para 2019 se inscribieron 350. “Si tuviéramos dinero para los docentes, tendríamos unos 550 estudiantes”.

Este año en la Universidad Tecnológica de Mercedes se creó la carrera de Tecnólogo en Jazz y Música Académica, que tiene una duración de tres años y un cupo para 20 estudiantes. Allí dan clases y charlas varios de los músicos más importantes del país.

“El jazz goza de buena salud”, dice Levin. “Lo comparo con lo que veía hace 15 años y la situación es mucho más prometedora e interesante. Siempre puede estar mejor, pero el jazz está creciendo en Uruguay”.

Festival de jazz de Montevideo

Un encuentro musical entre varios países

Hoy comienza la undécima edición del Festival de Jazz de Montevideo, que se celebra hasta el domingo en el Solís. Con una mezcla de recitales, workshops y jam sessions, durante tres días se ofrecen varias propuestas que buscan el intercambio entre músicos nacionales e internacionales.

Hoy a las 19.30, los músicos italianos Alessio Menconi y Massimiliano Rolff se presentan junto al violinista uruguayo Federico Britos. A las 21.00, el pianista francés Faiz Lamouri se presenta junto a un cuarteto uruguayo.

Mañana, Federico Nathan tocará junto al francés Bapitste Bailly. Además, el domingo la MVD Big Bang tendrá de invitado a Britos, Lamouri, la cantante portuguesa Luisa Sobral y el pianista israelí Yoel Shemesh.

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