ENTREVISTA

Los Espíritus regresan a Montevideo con un show capaz de despertar el trance colectivo 

Antes del show que los argentinos ofrecerán el sábado en Sala del Museo, Maxi Prietto dialogó con El País sobre "Sancocho Stereo" y dio detalles del próximo disco del grupo

Los Espíritus. Foto: Guido Adler.
Los Espíritus. Foto: Guido Adler.

Este sábado, Los Espíritus llegarán a Sala del Museo para reencontrarse con el público uruguayo. El grupo formado por Maxi Prietto, Miguel Mactas, Martín Ferbat Pipe Correa repasará su repertorio y presentará canciones de Sancocho Stereo, su más reciente álbum. 

El disco, que nació lúdicamente en medio de la pandemia como un programa radial ficticio, fue entregado en cuatro partes e incluye las colaboraciones de figuras como Gustavo Santaolalla, Carca, Melingo y Bombino. Allí presentan canciones nuevas, reversionan clásicos de su repertorio y hasta homenajean a influencias como Bob Dylan y Vox Dei. 

"Sancocho Stereo fue un alivio para nosotros", le comenta Prietto a El País. "En el contexto de la pandemia no podíamos girar ni trabajar. Entonces, juntarnos un rato entre amigos en el estudio para hacer canciones fue muy importante para nosotros", agrega. 

Y "Buscando la luz", la canción que abre el proyecto, lo demuestra. "Fue de nuestros primeros reencuentros y empezamos a grabar mientras yo mostraba los acordes al resto. Cuando escuchamos esa versión, que era como un ensayo, se notaba enseguida que hacía mucho no podíamos tocar por el tema de la cuarentena. Fue todo muy salvaje e incluso no habíamos reparado en algunas cuestiones técnicas, pero nos gustó que quedó esa toma. Cuando se sumó la voz de Melingo, de quien soy muy fan, sentimos que tenía que ser la apertura del disco".

En noviembre del año pasado, Los Espíritus presentaron Sancocho Stereo en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires y se embarcaron en una gira que los llevó por el interior argentino y que ahora los traerá de regreso a Montevideo. Mientras tanto, Prietto le adelanta a El País que la banda está grabando su próximo disco. "Estamos muy entusiasmados con las nuevas grabaciones", comenta. "Trabajamos en el estudio ION de Buenos Aires junto a Mario Breuer y buscamos retratar el sonido en vivo de la banda; todo sin trucos".

"Ensayamos mucho porque pactamos con Mario que íbamos a buscar la toma buena. La idea era tocar una canción varias veces y encontrar esa toma en la que todo confluye y en la que surgen cosas que se dan en el momento. Eso le agrega cierta adrenalina al proceso de estar tocando", describe sobre los temas del álbum que serán mezclados por el legendario productor Joe Blaney, quien trabajó con Keith Richards, The Clash y Charly García.

Pero antes de que el grupo se termine de sumergir en lo que será su nuevo trabajo discográfico, Maxi Prietto dialogó con El País sobre la nueva visita de Los Espíritus a Uruguay. Las entradas para el show se venden en RedTickets y cuestan 860 pesos.

—Han venido varias veces a Montevideo y mañana se presentan en la Sala del Museo. ¿Cómo definirías la relación de Los Espíritus con el público uruguayo?

—El público entendió la propuesta del grupo rápidamente, que es algo que en algunos lugares no sucede de manera tan fácil. Creo que es porque es parte de su historia: desde El Kinto para acá es algo que ya tienen impregnado y, de hecho, nosotros nos hemos nutrimos de eso. En el show de mañana vamos a hacer un repaso de toda nuestra discografía porque lo que queremos presentar cada noche es lo que Los Espíritus son para nosotros. 

—¿Cómo podrías definir a Los Espíritus de hoy?

—(Hace un breve silencio) Bueno, siento que es lo mismo que siempre fue, pero la diferencia es que ya tenemos como 12 años de estar tocando. Si bien todo fluyó siempre, musicalmente, ahora es como que el sonido está muy asentado. Estamos muy contentos con nuestro sonido en vivo. Por eso lo que más nos gusta el salir a tocar y disfrutar de esas canciones que fuimos sacando con el tiempo.

Ya lo demostraron en 2018 durante su paso por el Montevideo Rock: lograr el trance colectivo a través de su música es uno de sus pilares. ¿Qué importancia le dan a esos momentos?

—Nos organizamos para dejar partes libres y no pactadas, que van a ser más cortas o más intensas dependiendo de la interacción con el público. Si la gente se pone a cantar, nosotros estiramos esas partes y vamos zapando con las voces del público. En "Vamos a la Luna", por ejemplo, siempre termina pasando eso: se genera una zapada con el público que puede extenderse un montón. En cada una de nuestras presentaciones estamos muy atentos a lo que está pasando y sentimos que el público está en sincronía con lo que pasa. Y cuando eso sucede, hay que subirse a la ola y disfrutarla al máximo.

En Sancocho Stereo versionan a "Jeremías Pies de Plomo", un clásico de Vox Dei. La primera vez que los escuché sentí que estaban continuando el lenguaje de grupos como Manal, Días de Blues y, claro, Vox Dei. ¿Qué les interesó de ese lenguaje?

—Primero fue una cosa de gusto. Siempre tuvimos como pilares a la música de Manal, Pappo y Pescado Rabioso, más allá de toda la influencia de John Lee Hooker y otros artistas del blues tradicional. Lo que queríamos era, básicamente, disfrutar de tocar blues y aportarle más percusión y groove. Y bueno, la parte de Manal que creo que nos aportó es la del blues en castellano y esa forma de decir las cosas que es cercana y cotidiana. Creo que eso te da una especie de identidad y de perspectiva de acá; a partir de eso podés cantar sobre tus sentimientos y las cosas que ves, hacer reflexiones o hasta mostrar tus pensamientos políticos.

En canciones como "La rueda que mueve al mundo" y "Buscando la luz" logran el efecto que había generado Javier Martínez en las letras de Manal: a través de una mirada cercana, como de un cronista, invitan a la reflexión. Uno se identifica enseguida...

—Sí, es que la música y las canciones te permiten eso. En el día a día, por lo menos a mí, no me nutre descargarme tocando bocina (se ríe). Pero si podés poner en palabras y en una canción una idea que necesitás decir, eso se convierte en una vía que puede conectar con el resto. Al principio pensás que estás solo en tu mambo, pero cuando pega la vuelta y ves a la gente cantando alguna de las frases de lo que escribiste, se genera un espacio de comunión que está bueno porque al otro día hay que levantarse y seguir en este mundo con las mismas incertidumbres de siempre. 

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