ESTRENO

Vivir bajo el agua, filmar en 3D y la presión del éxito: los secretos de la nueva "Avatar"

El jueves se estrena "Avatar: El camino del agua" y su director James Cameron, y sus actores Sam Worthington, Zoe Saldaña y Sigourney Weaver cuentan cómo fue la experiencia.

Avatar: El camino del agua
Avatar: El camino del agua

James Cameron sabía la pregunta que realmente quería hacer sobre su nueva secuela, Avatar: El camino del agua. ¿Por qué le tomó tanto tiempo?

Es una pregunta justa, ya que después de que primera, estrenada en 2009, recaudara casi 3.000 millones de dólares y se convirtiera en la película más taquillera de todos los tiempos, un nuevo viaje al seductor mundo de Pandora tardó en materializarse. Hollywood ha cambiado tanto desde entonces que a 20th Century Fox, el estudio que financió Avatar y el megaéxito de Cameron Titanic, lo compró Disney justo después de que la secuela entrara en producción en 2017.

Entonces, ¿por qué tardó tanto? En una videollamada reciente Cameron confesó haber rechazado la película durante algunos años mientras disfrutaba de su pasión por explorar las profundidades marinas. Construyó un submarino diseñado para llevarlo al fondo de la Fosa de las Marianas, el lugar más profundo del planeta.

“Pensábamos: ‘Espero que sobreviva para hacer una nueva película'”, dijo Sigourney Weaver.

Y cuando Cameron convocó a los escritores para planear una segunda y una tercera película, había dudas. “Terminé con más historia de la que esperaba”, dijo. Así lo que iba a ser una trilogía abarca ahora cuatro películas más, que requirieron una cantidad considerable de preproducción: escribir esas nuevas películas tomó cuatro años, y diseñar sus diferentes biomas, culturas y vestuarios, otros cinco.

Avatar: El camino del agua, que se estrena en cines este jueves, reconoce que ha pasado mucho tiempo desde la primera película: ahora, el soldado convertido en libertador Jake Sully (Sam Worthington) y su gran amor, la alienígena de piel azul Neytiri (Zoe Saldaña), son padres de tres niños Na'vi, un niño humano que se convierte en parte de su camarilla y una Na'vi adolescente huérfana interpretada por Weaver, de 73 años, a través de la magia de la captura de movimiento; no es el mismo personaje que Weaver interpretó en la primera.

Avatar: El camino del agua suma coprotagonistas como Kate Winslet, e incorpora varias secuencias de aguas profundas que requirieron que el elenco filmara bajo el agua mientras contenía la respiración por minutos.

—No es fácil continuar la película más taquillera de la historia y usted lo hizo dos veces. ¿Qué aprendió de lo que siguió a Titanic que aplicó ahora?

Cameron: No puedes pensar en esos términos. Si incorporo eso en cada decisión que tomo, sería como decir “OK, ¿el color que irá en la parte posterior de este Ilu marcará la diferencia de 10 millones brutos globales?” Tengo que recordarme constantemente que esto es para disfrutar y divertirse sino estaría compitiendo conmigo mismo.

—¿Es este un James Cameron más distendido?

Worthington: Absolutamente.

—¿Cuál fue la mayor diferencia entre hacer las dos películas?

Saldaña: Fue mucho más desafiante. En la primera, yo era más joven y no tenía hijos. Y ahora tengo tres.

Cameron: Zoe y Sam ahora hacen de padres. En la primera, el personaje de Sam salta de su criatura voladora y esencialmente cambia el curso de la historia como resultado de este acto de fe loco y casi suicida. Y el personaje de Zoe salta de una rama y asume que habrá hojas grandes y agradables que amortiguarán su caída. Pero cuando eres padre, no piensas así. Entonces, para mí, como padre de cinco hijos, digo: “¿Qué sucede cuando esos personajes maduran y se dan cuenta de que tienen una responsabilidad más allá de su propia supervivencia?”

—¿Tener hijos cambió la forma en que toma riesgos?

Cameron: Sí, fui bastante salvaje en mi desperdiciada juventud, y hay muchos riesgos que no tomaría ahora. Veo algo de ese salvajismo en mis propios hijos, y hay historias que están embargadas hasta que cumplan cierta edad. Pero definitivamente cambia tu perspectiva tener hijos. También quiero hacer lo que otras personas no están haciendo. Cuando veo estas películas grandes y espectaculares -te estoy mirando Marvel y DC- no importa la edad que tengan los personajes, todos actúan como universitarios. Tienen relaciones, pero en realidad no las tienen. Nunca cuelgan las espuelas por culpa de sus hijos. Esos personajes no experimentan las cosas que realmente nos ponen a tierra y nos dan poder, amor y un propósito. Y esa no es la forma de hacer películas.

—Antes de que tuviera hijos, muchas de sus películas exploraron esa dinámica de los padres: Sarah Connor y su hijo, John, en Terminator 2 o Ripley y Newt en Aliens.

Cameron: Es una cuestión de qué le interesa a uno como escritor y director. Lo único que aprendí es que tienes que tener algo en lo que los actores puedan asirse, algo que puedan aprovechar de su experiencia de vida. Sabía mientras lo escribía que Sam y Zoe eran padres primerizos y que estas cosas resonarían para ellos, pero si estás hablando con una audiencia joven, dejalos sentirse validados de que los niños en otro planeta, dentro de 200 años, pasan por la misma mierda que están pasando ellos.

—Sigourney, ¿cómo reaccionó cuando supo que interpretaría a una niña de 14 años malhumorada?

Weaver: Cuando Jim finalmente tomó la decisión, dijo: “Puedes hacer esto porque eres muy inmadura. Nadie sabe esto excepto yo, pero sé que dentro tuyo tenés14 años”. Jim tiene 16 ¡Así que no puede equivocarse! Pero fue increíblemente emocionante liberar a la niña de 14 años que llevo dentro y refinarla: tener 14 años no es tan divertido. Todos recordamos lo insoportable que puede ser y lo injustas que parecen las cosas. Si estás interpretando a alguien tan sensible como una niña desarraigada de 14 años, hay un mundo allí.

—Aquaman y la próxima live action de La Sirenita tienen lugar bajo el agua, pero en realidad no sumergen a los actores. Avatar: El camino del agua sí, y los actores tuvieron que aprender a contener la respiración para filmar secuencias subacuáticas. ¿Qué se gana al hacerlo de verdad?

Cameron: No sé, ¿tal vez sea que se ve bien? ¡Vamos! Quieres que parezca que las personas están bajo el agua, por lo que deben estar bajo el agua. No es un salto gigantesco: si estuvieras haciendo un western, estarías aprendiendo a montar a caballo. Sabía que Sam era surfista, pero Sig, Zoe y los demás no eran personas orientadas al océano. Así que fui muy específico sobre lo que se requeriría, y contratamos a los mejores especialistas en apnea del mundo para que hablaran sobre ello.

Saldaña: El primer paso es fingir hasta que lo logres: le dices al jefe: “Sí, absolutamente, estoy muy emocionada”, y luego es un completo horror. En el mejor de los casos, te irás con una nueva aptitud, pero estaba asustada. Vengo de generaciones de isleños, y si eres de islas que han sido colonizadas, un gran porcentaje de la gente no sabe nadar. A través del folclore, se te enseña a amar el océano como si fuera una diosa, pero le temes.

-Cuando se trataba de contener la respiración, ¿Cuáles fueron sus mejores marcas personales?

Saldaña: Soy muy competitiva, pero teníamos una actriz ganadora del Oscar en nuestro elenco que hizo siete minutos.

—¿Era Kate Winslet?

Weaver: Sí. ¡Siete minutos!

—¿Tenía idea de que Kate Winslet era capaz de eso?

Cameron: No, y ella tampoco. Pero Kate es un demonio para la preparación, por lo que se aferró al buceo libre como algo en lo que podría construir su personaje. El personaje de Kate es alguien que creció bajo el agua como un Na'vi adaptada al océano: son tan diferentes físicamente de los Na'vi del bosque que casi los clasificaríamos como una subespecie. Así que tenía que estar completamente tranquila bajo el agua. Era natural para ella.

Saldaña: Llegué casi hasta los cinco minutos. ¡Eso es un gran logro, chicos!

Cameron: Cinco minutos es un montón. Sig hizo seis y medio.

Weaver: ¡Para sorpresa del profesor! Hay que deshacerse del instinto de mamífero de decir: “Oh, mi cara está en el agua”. Así que pasas varios minutos volviendo a poner tu cuerpo en ese elemento y dejando que los sentimientos de terrestre se disuelvan.

—Desde la primera película, los problemas ambientales se han vuelto aún más urgentes. ¿Cómo habla de eso esta Avatar?

Cameron: En la primera película, terminas con una sensación de indignación moral por la destrucción de un solo árbol. Tenemos algo muy similar en El camino del agua, y por lo que hemos visto, las personas sienten la misma sensación de indignación moral. ¿Se traduce eso de alguna manera, cuando la gente sale del cine, en la forma en que piensan sobre el mundo, sobre la naturaleza, sobre nuestra responsabilidad con el medio ambiente? Tal vez. No lo sé. Eso está en la película, pero de una manera muy orgánica como parte de la narración. La advertencia está entre líneas.

Weaver: Nos abriste los ojos en la primera, pero la segunda, al tratar sobre los océanos y teniendo una crisis con los océanos, siento que es mucho más transformadora. Si nuestro objetivo es convertirnos en parte de la campaña de la Liga Mundial de Surf y proteger el 30% del océano para 2030, realmente siento que esta película avanzará en ese objetivo. Y se ve reforzada por el hecho de que el 3D te pondrá en Pandora, en el agua.

—El primer Avatar fue un gran avance en lo que respecta al 3D. ¿Qué opina de lo que pasó con el formato?

Cameron: Creo que los estudios lo arruinaron. Solo para ahorrar el 20 % del costo de creación del 3D, optaron por la posconversión en 3D, que lo saca de las manos del cineasta en el plató y lo pone en un proceso de posproducción. Creo que la nueva Avatar reavivará el interés por el 3D creado de forma nativa, que es lo que personalmente creo es la forma correcta de hacerlo. Hacé 3D o no hagas 3D, pero no intentes ponerlo después para cobrar más cara la entrada.

Saldaña: La cosa es: ¿quieres ganar mucho dinero o quieres hacer algo de lo que estés realmente orgulloso que resista el paso del tiempo?

Cameron: ¿Tengo que elegir?

¿Sienten presión para replicar el éxito?

Cameron: Si hacemos algo de dinero con la dos y la tres, todo está planeado. Los guiones ya están escritos, todo está diseñado. Solo falta agregar agua.

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