Documental uruguayo

El impacto del poeta popular del que sabemos tan poco

Se estrena Un tal Eduardo, un documental sobre el líder de Los iracundos

Los Iracundos, el centro del nuevo documental del realizador Aldo Garay. Foto: Archivo
Los Iracundos, el centro del nuevo documental del realizador Aldo Garay. Foto: Archivo

Uruguay siempre ha tratado raro a Los Iracundos. Y eso a pesar de haber sido una de las más lucrativas exportaciones de la música nacional. Pero lo que en su propia tierra ha sido recelo, fue amor en gran parte de América. Un amor tan fuerte que aún los mantiene como una suerte de leyenda que se mantiene viva aunque limitada: su repertorio no se ha ampliado mucho desde la muerte en 1989, de su líder, cantante y principal compositor, Eduardo Franco.

Desde entonces, igual, ha sobrevivido como una marca nunca registrada que se reparte entre varias agrupaciones simultáneas que reclaman ser Los Iracundos. Pero en Uruguay, nada.

Quizás eso sea lo que llevó a Aldo Garay hacer Un tal Eduardo. Como documentalista, Garay siempre ha sentido predilección por personajes olvidados, una tendencia que quedó clara desde Bichuchi, la historia de Alfredo Evangelista, su mediometraje de 1997. También ha tenido buen ojo por el detalle humano detrás de las historias que elige: suyas son El casamiento y El hombre nuevo, por ejemplo. Encima viene de hacer una serie para TV Ciudad sobre otro género musical popular y mal visto, Memoria tropical. Es uno de los directores uruguayos capaces de construir un universo único y mirarlo con una mirada entre cariñosa e impiadosa.

En ese sentido, Un tal Eduardo no es lo que se espera de una película biográfica. “Es una película sobre Eduardo Franco pero de Aldo Garay”, dice Micaela Solé, la productora.

Un tal Eduardo
Tráiler del documental "Un tal Eduardo"

“La biografía coral que en general no tiene disenso sobre la figura no era el camino”, dice Garay. “Sin embargo este camino de dibujar a Franco a partir de personajes que le rinden culto y están en la construcción de este mito, era más interesante”.

Así la película está construida con ocho pequeños relatos de personajes vinculados de alguna manera al legado de Franco. Eso quiere decir, en este caso, que Franco es recordado por su esposa (Dana) y una de sus hijas (Gisselle) y algunos de sus fanáticos. Entre ellos está Víctor Hugo Azañero, un seguidor peruano que suele peregrinar en ómnibus desde Lima a Paysandú; su peluquero; Velarde Gil, un escultor que le rinde tributo, el conductor de un programa tributo sanducero y Julio Baccaro, conductor del programa Por siempre Iracundos, entre otros. A Garay le interesa más el impacto de Franco en esos protagonistas y, de paso, sus propias historias.

“Hay muchas formas de hacer documentales y nosotros elegimos el camino dificultoso”, dice el director. “Es la mirada de alguien que trata de registrar en un punto de vista y no hacer un retrato bien hecho con mucha foto y mucha música”. Acá hay mucha música, igual.

Aldo Garay
Aldo Garay, a la izquierda, rodando Un tal Eduardo en el teatro Florencio Sánchez sanducero

La película, que transcurre exclusivamente en Paysandú, tiene algunos pasos de comedia que parecen tomados de la ficción. “Siempre estuvo la idea de que Un tal Eduardo fuera una película del cine popular argentino de los 70”, dice. Y por momentos lo consigue porque ese también es el espíritu de Los Iracundos.

La banda se formó en 1958 como Los Blue Kings aunque, con un contrato con la RCA Victor, se cambiaron el nombre. La formación original es co Franco, su hermano Leonardo “Leoni”, Juano Velázquez, Juan Bosco Zabalo, Hugo Burgueño, “Burgues” y Jesús María Febrero, o sea “Febro”.

Aportaron al cancionero nacional éxitos como “La lluvia terminó”, “Felicidad, felicidad”, “Es la lluvia que cae”, “Puerto Montt”, “Va cayendo una lágrima”, “Te lo pido de rodillas”, “Y te has quedado sola”, “Chiquilina”, “Soy un mamarracho”, “Marionetas de cartón”, “Tú me diste amor” y “40 grados”. Cualquiera de ellas son cantadas más en América Central que en Uruguay.

“El legado de Eduardo Franco está en la gente”, dice Garay. “Personas anónimas o no tanto que viven con eso”.

Un tal Eduardo que se estrena este jueves en varios cines, es una prueba de la clase de amor a su música que, tantas veces, no quisimos permitirnos.

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