ENTREVISTA

Ronnie Arias: "Estoy contento, salvo por el covid, del tiempo que me toca vivir"

El comunicador habla de su carrera, sus años trabajando para Susana Giménez, Antonio Gasalla y Cris Morena, el Covid y hacer radio en Uruguay

Ronnie Arias. Foto: Leo Mainé
Ronnie Arias. Foto: Leo Mainé

Ronnie Arias tiene calor. Dice estar echado en el living “cual vacas”, mientras charla con Sábado Show. “Yo estoy mayor para estos calores, soy del team invierno, no aguanto el calor. Odio el sol. Regaba las plantas y les decía: ustedes están secas de tanto sol que necesitan para vivir”, dice y comenta que se levantó antes de las siete de la mañana para poder regarlas: “Después te calcinás y el viento es muy seco”, dice el argentino que a base de esfuerzo y saber aprovechar las oportunidades se convirtió en uno de los nombres más queridos de la radio y televisión. Desde hace años vive en Colonia, donde encontró su lugar en el mundo, y sobre la pandemia, el calor, la radio, sus variados proyectos y su carrera charló con la revista Sábado Show.

—Más allá del calor, ¿cómo recibiste estos 59 años?

—Feliz, muy contento porque está mi familia acá en Colonia. El lunes después que volví de hacer el programa había pizzas en el parrillero, muy rico todo. Había unos cocteles y tengo un lugar en el bosque donde tengo un comedor escondido y lo celebramos ahí, estuvo muy lindo. Esta semana hizo mucho calor pero me acuerdo de otra ola de calor, de hace unos cinco años creo, que me encerré con el aire y me puse a ver películas argentinas en Youtube y no salí en todo el fin de semana. Ahora no puedo hacer eso porque está mi vieja, sobrinos, familia, entonces están todos con el teléfono como en el bondi, abajo del aire acondicionado. Igual lo bueno es que de noche corre una briza divina. Solo hay que lograr pasar el día.

—Tenés una carrera conocida en televisión y radio; pero antes trabajaste en la producción de Susana Giménez, Antonio Gasalla y Cris Morena. ¿Cómo fueron esos años?

—Si lo tomamos con humor te diría que volvía a mi casa con diarrea del estrés; pero hablando en serio tuve la mejor escuela que puede tener una persona. Yo no tengo estudios porque abandoné en tercer año de secundaria cuando me fui de mi casa a los 16. Hice la vida del teatro underground, de las discotecas y en un momento dado, gracias a un amigo empecé a escribir. Me leyeron unas personas que me llevaron a la radio, ahí me escuchó Romina Yan, ella le habló a Gustavo (Yankelevich) y Cris (Morena) y me llamaron para trabajar en Telefé. Claudio Villaruel me produjo un programa de televisión, y creo que en ese momento era muy puto para la televisión, creo que fui un avanzado porque era muy difícil en ese momento; entonces el programa no salió, pero empecé a trabajar en producción y ahí aprendí todo lo que no había hecho cuando me fui de casa. Hice la adaptación para televisión de todos los juegos de Susana Giménez; y antes de todo eso había escrito para Antonio Gasalla.

—¿Cómo llegás a Gasalla?

-—Me escuchaba en la radio; había trabajado en el teatro underground y quería que un grupo que se llamaba Los peinados Yoli del que era parte con Doris Night, Divina Gloria, Batato Barea, Tino Tinto, Marito Filgueiras, era uno de los primeros grupos de Avant Garde de Burlesque de los ochenta. Después con Los Peinados Yoli hicimos gira con Charly García en Piano Bar; y Antonio me pidió que le escriba para la televisión. Tengo la universidad de los mejores del mundo, y todavía no llegamos a Juan Castro y Fernando Peña. Era otro mundo.

—¿Cómo se luchaba contra los prejuicios en esa época?

-—Es que uno no luchaba, se hacía política a pesar de nosotros. Así como los ochenta fueron La Guerra de Malvinas, la música en español hizo que aparezca una Marilina Sandra Celeste, lo que fue el desastre del 2001, el pueblo quiere saber de qué se trata, que se vayan todos, Juan Castro, tiene que ver con el hambre de las sociedades. No estoy diciendo que esta no tenga hambre en otras cosas que sean maravillosas, pero hoy ya soy como parte del establishment, pero los que se comen el mundo son otros; así tiene que ser y está bien. Estoy contento, salvo por el covid, del tiempo que me toca vivir.

—Estás en Uruguay hace nueve años, ¿cómo viviste la pandemia?

—En el medio de la nada. Yo me quedo sin trabajo en diciembre de 2019 y me vengo a instalar. Iba un par de veces a Buenos Aires para ver qué se cerraba para el año siguiente y me volvía. Se estaba poniendo oscura la cosa y lo que dijimos con Pablo fue que los perros no van a poder comer y decidimos quedarnos. Total, no tenía laburo así que nos quedamos acá, en el medio del campo. A veces tenía ataques de pánico pensando que iban a aparecer zombies de The Walking Dead por la Ruta 1, pero supongo que fue lo que nos hicieron creer. Por suerte estamos todos vacunados. Entiendo que este nuevo mundo covid es un tanto dictatorial, eso que estoy a favor de las vacunas y que la gente que se vacune, y si no te querés vacunar, jodete. Pero cerrarle la puerta a la gente que no se quiere vacunar, me genera dudas. Igual ya está el mercado del carnet trucho contra el covid.

—Eso de avivarse y hacer carnet truchos de pcr, ¿es algo solo de los porteños?

—No sé si solo somos nosotros, creo que el tema antivacunas supera a todos, pensá en Djocovic; creo que tiene que ver con otra cosa, no es por la avivada, es algo más poderoso que no logro entender. Porque por un lado te dicen: al quinto día Messi dio negativo y volvió a Paris; y por otro te dicen: por 90 días te va a dar positivo, entonces no entiendo nada. Yo soy provacuna y sé que somos conejillos de India con las vacunas, pero también lo somos con la comida, los celulares, las aplicaciones, las redes sociales. Con todo somos conejillos de India; y yo soy adicto a todo, así que todo me gusta. Yo sobreviví al Cancer, estoy feliz; nada puede ser peor que la gente que se muere en los hospitales abarrotados, y no importa cuál es el origen de esto.

—Fuiste uno de los primeros argentinos en venirte a Uruguay, ¿cómo te sentiste cuando empezaron a hablar del Éxodo dorado?

—Yo no tengo nada que ver, estoy acá desde hace nueve años; no tengo plata para lavar, gano el sueldo mensual, entonces no me afecta. No tengo nada que ver. A través de una enfermedad me recomendaron acá, compré, me hice mi casita acá y trabajo en Buenos Aires y pago mis impuestos, y vengo para acá. No soy uno de ellos.

—Acá en Uruguay estás en Radio Viva, ¿cómo ha sido la experiencia de hacer radio acá?

—En 2019 había estado en la X haciendo un programa con Florencia Raggi, Maxi de la Cruz, estuvimos todo un año haciendo el programa los sábados a la mañana desde Punta del Este. Ahí conocí la gente de Radio Viva y cuando me vengo a Colonia me entero que hay una Radio Viva acá que estaba produciendo y me acerqué para ofrecerme, porque uno tiene que ir para adelante, les pareció que estaba todo bien, estuvimos un año hablando y llegamos a un acuerdo. También estoy feliz porque voy a hacer algo de televisión en Montevideo, pero no puedo decir nada todavía. También tengo muchas ofertas en Buenos Aires y estoy escribiendo.

—También hiciste un podcast, 30 años.

—Sí, con BB Sanzo que estuvo entre los 10 podcast más escuchados en Spotify de Argentina en 2021; y uno de los capítulos es la base de una serie que va a hacer una plataforma.

—No has parado de trabajar.

—Sí, pero me pasó algo muy loco, de diciembre de 2019 a agosto de 2020 estuve muy deprimido. Yo laburo desde los 16 años y era la primera vez que pasaba más de un mes sin trabajar, y no sabía qué hacer. Hasta que un día leí un tuit de Graciela Borges que decía: “qué miedo le tenemos a la pausa”; y me puse a pensar en las mujeres de servicio que se quedan sin laburo, los pintores, albañiles, los que tienen laburo golondrina, los actores, directores, y me dije: soy un desagradecido de la vida. Había tenido laburo desde los 16 a los 57, entonces había algo que no estaba viendo y me relajé y empezó a salir el trabajo. Me llamaron de la X, estuve en Vamo arriba, después fui al programa de Pablo Fabregat a quien amo, me gusta escuchar a Salvador Banchero, entonces la vida se empezó a encaminar.

Reportar error
Enviado
Error
Reportar error