QATAR 2022

Lo mejor y lo peor de Qatar 2022 según los enviados desde Uruguay

Seis enviados uruguayos por diferentes medios hacen su balance del Mundial que llega a su final este domingo. 

Juan Carlos Scelza.
Juan Carlos Scelza divirtiéndose con la fauna salvaje de Qatar.

Juan Carlos Scelza.

Lo mejor es vivirlo apasionadamente como uno hace siempre. El campeonato del Mundo ha sido exótico y la mezcla cultural, que siempre se da, aquí se dio con un contraste muy grande por lo que significa el país organizador y los visitantes que llegan. Arquitectónicamente estamos en una ciudad fascinante, con la combinación de construcciones históricas con las siluetas de edificios lujosos y modernos. Lo malo fue la decepción con Uruguay, lo rápido que se fue, lo pobre del juego, lo poco que fue y lo negativo del final. Se vendrán sanciones, el cambio de estilo, el temor del juego y la posibilidad de volver a años atrás. La reacción de los jugadores me hizo acordar a otros tiempos, más allá de fallos discutibles.

Buysan en Qatar. Foto: @fede_buysan
Buysan en Qatar. Foto: @fede_buysan

Federico Buysan.

Lo mejor de Qatar fue disfrutar el Mundial en una misma ciudad. Doha estuvo a la altura al evento. Clima, limpieza, hospitalidad y todo al mejor nivel. Poder ver varios partidos el mismo día fue un gran diferencial para la gente de fútbol. Orden, seguridad y poder vivirlo sin excesos fue otro punto para señalar. Me pareció tremendo torneo y se pudo disfrutar el día a día trabajando sin ningún inconveniente. El metro para moverse en la ciudad fue una solución extraordinaria. Lo negativo lo veo vinculado al poco tiempo que duró Uruguay en el certamen. El equipo no estuvo a la altura esperada y se despidió sin dar su máximo potencial. Además, y en cuanto al día a día quizás me hubiera gustado más luz durante el día, se ponía oscuro a media tarde y eso hacía los días muy largos.

Sofía Romano.
Sofía Romano.

Sofía Romano.

A nivel personal, lo mejor fue la experiencia laboral: aprender desde la práctica en un grado de intensidad muy fuerte. Esto también acompañado de compartir con colegas de todas partes del mundo, con culturas diferentes. Lo peor tiene que ver con el lugar: creo que fue un país que no habilitó ese intercambio cultural en su esplendor. El rol de la mujer en esa cultura, la lejanía, lo que elevó los costos para poder llegar y la falta de alcohol creo que también fue una contra en el aspecto festivo del Mundial. Las fechas de noviembre - diciembre creo que tampoco estuvo muy bueno. La ciudad tampoco es amigable para caminarla. Es una ciudad relativamente nueva y pautada para este Mundial, una locación posada. En muchos sentidos me dio a The Truman Show.

Roberto Moar.
Roberto Moar.

Roberto Moar.

En cuanto a lo positivo resalto la experiencia profesional de haber acudido. La organización estuvo a la altura y el país como tal nos regaló una muestra de preparación de última hora, como un armado realizado para el Mundial;
construyeron estadios, centros de prensa, sitios de atracción para el turismo de toda índole. Desde lo cotidiano, se amalgamó de la mejor manera, con cierta grandiosidad en algunos casos. Lo peor de Qatar 2022 está relacionado con lo deportivo: el fracaso de Uruguay, la desazón de un rendimiento inadecuado, las promesas no cumplidas del entrenador sobre un estilo de juego y la falta de valentía para encarar ciertos partidos. Eso determinó que nos hayamos vuelto muy pronto.

Sergio Gorzy.
Sergio Gorzy.

Sergio Gorzy.

El aspecto más positivo desde el punto de vista del trabajo y no tanto por lo futbolístico tiene que ver con la cercanía. Todo era en una misma ciudad. Llegamos, nos instalamos en un apartamento y desde ahí se hizo toda la cobertura, yendo a los estadios y centro de prensa. Tiene valor para nosotros centralizar todo y no tomar aviones y atravesar países, como pasó en Rusia 2018 o en Brasil 2014, que son muy grandes y había mucha distancia entre las sedes. Además de la eliminación de Uruguay, lo negativo es que fue un Mundial de mentira. Sin ser argentinos y mexicanos, prácticamente no había hinchas reales. De Europa no había nada. Se veía todo el tiempo a gente disfrazada con camisetas de países para hacernos creer que eran hinchas reales.

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