Cami Rajchman debutó en la conducción de un nuevo formato: "Soy como la virgen del grupo"

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-¿Cómo recibiste la propuesta para integrar el nuevo programa Weno qué pasó del canal online Aweno Tv?

-Yo estaba de vacaciones en Portugal cuando me llamó Dani (Corleto) con la idea. Yo recién había salido de Teledoce, entonces había dejado toda esa mochila en Uruguay. Le dije que hablábamos a la vuelta, pero me volvió a llamar a los dos días y me dijo “no esperemos a tu vuelta, me interesa que seas vos”. Hicimos una videollamada y hablamos de las típicas cosas formales: la cantidad de horas, cuánto me pagarían, quiénes estarían. Cuando volví y me reuní ya sabía que lo quería hacer. Llevamos más de un mes y estoy muy contenta de haberlo aceptado.

-¿Qué fue lo que te convenció a la hora de aceptar la propuesta?

-Hablar mucho con el equipo, ver que había una inversión atrás y saber que no era una prueba que podía terminar el 30 de octubre. Se buscó un apartamento para montar el estudio y quedó espectacular.

-En varias oportunidades el programa recurre a charlas vinculadas al sexo, ¿cómo manejás la exposición desde ese lugar?

-Los cuatro tenemos perfiles diferentes. En el programa decimos que soy como la virgen del grupo. Cuando sale un tema sexual capaz que la que menos se expone soy yo, pero no es por callarme la boca. Yo lo disfruto igual, tengo curiosidad y pregunto sobre todo.

-¿No hubo ninguna situación que te haya incomodado al aire?

-Nunca. En un ensayo se hicieron gestos como practicando sexo oral, y yo no lo hice porque no tiene que ver con mi personalidad, pero no me molesta que los demás lo hagan. Cada uno conoce sus límites. Lo que les dije fue que estuvieran atentos porque queda grabado y te puede levantar un medio o podés ser viral con esa imagen. 

-¿Cómo te llevás con la comparación con el canal argentino Luzu Tv?

-Cuando me lo propusieron me daba miedo que la gente cayera en esa comparación. Todo el mundo mira Luzu Tv, es un boom. Igualmente no es que hayan inventado algo, sino que deben haber tomado una referencia de otra cosa y de ahí idearon un proyecto que está genial. Al final yo no podía dejar de estar en este proyecto por miedo a esa comparación. Cuando salí con una banda de cumbia cheta había gente que decía “es la copia de Toco para Vos”. Mañana salgo en otro programa de la mañana y también van a decir que es una copia. La vida es así, uno toma referencias de algo que funciona y sigue. Es imposible inventar algo totalmente de cero.

-¿Por qué renunciaste a Teledoce?

-Teledoce fue la mejor escuela que tuve. Yo aprendí todo y me encantaría seguir vinculada y volver a hacer otro programa con ellos más adelante. Pero ya estaba medio podrida de hacer móviles al aire libre, sentía que había llegado a un techo y que me estaba desgastando. Así que junté valentía y cuando llegó el momento de un viaje que tenía planificado tomé la decisión y se lo planteé al canal.

-¿Planteaste que querías tener otro rol?

-No, no fui por ese lado. Hablé con todos los gerentes, les agradecí y les dije que sentía que había cumplido un ciclo en las mañanas. Desde el 2020 venía diciendo en el canal que sentía que yo ya no me proyectaba. Después hice varias otras cosas en el canal, pero sentía que era el momento de irme. Uno tiene que saber escucharse.

-¿Cómo te sentiste después de tomar esa decisión?

-Fue saltar al vacío. Yo no soy abogada: no es que hoy estoy en un estudio y mañana voy a otro. La televisión es otra cosa. Hay pocos canales y para poder estar justo tiene que existir un programa que cuadre con uno. Yo me fui confiando y sabiendo que quiero seguir en los medios. Estoy dispuesta a escuchar todas las propuestas que lleguen, aunque quiero pensarlo bien y no agarrar cualquier cosa solo para volver a la televisión.

-Te separaste de tu trabajo y al poco tiempo también de tu novio...

-Sí, fue un año de muchos cambios a nivel emocional. La separación fue cero sufrida porque no estábamos mal. A la vuelta de un paseo por el shopping nos sentamos a charlar sobre lo que pasaba y tomamos esa decisión. Me siento muy afortunada porque no sufrí durante la relación ni fue algo que se desgastó. Nos encontramos hace unos días en un evento y me alegré mucho de verlo. Fueron tres años y medio al lado de una persona relinda.

-¿Cuál fue el detonante de la ruptura?

-Él es más chico y no coincidíamos en los proyectos. Nos poníamos a pensar qué venía para más adelante y no aparecía algo que quisiéramos los dos. Él tuvo muchos cambios el último año a nivel laboral, y capaz que hoy su prioridad es crecer en su trabajo, y la mía es pensar hacia dónde va una relación. Nunca hubo una pelea, fue como una conversación. Lo hablamos y lo volvimos a charlar después con la cabeza más fría. Nos dimos cuenta de que no es el momento para estar juntos.

-¿Extrañás la vida en pareja?

-Sí, pero estoy bien. Me acuerdo de lo lindo que fue y no me arrepiento. Estoy muy apoyada. Hay mil planes con amigas en esta época del año y empecé un trabajo nuevo que ayuda a que uno no se bajonee.

-¿Te puedo preguntar si ya tuviste la oportunidad de volver a salir con alguien?

-No me lo podés preguntar (risas). Estoy muy tranquila. Lo que me pasó al principio fue pensar “qué bajón tener que conocer a alguien de cero y enamorarme de vuelta a los 28 años”, pero ahora veo que no es grave. No me pesa.

-Hace unas semanas se viralizó el fragmento de una nota de Fer Vázquez en Malos Pensamientos (Azul FM) en el que le preguntaron si alguna vez había pasado algo con vos y se puso nervioso.

-Avisame si yo me pongo nerviosa, pero nunca pasó nada. Me acuerdo que un día hicimos un acuerdo con Claro por un videoclip y en el contrato él firmó que en el video nosotros nos dábamos un beso. Cuando me enteré me desestabilicé y le dije que no. Me parecía un montón. Era un amigo con el que tenía mucha confianza. Vivíamos todo el día juntos, él se quedaba a dormir en casa. Era como un hermano, me podía ver en bolas.

-¿Nunca te gustó?

-No, de hecho se lo presenté a una amiga. En su momento prosperaron un poquito, y después no (risas).

-¿Te lo cruzaste en el último tiempo?

-No, no lo veo hace años. Lo vi solo una vez que le hicimos una nota para Desayunos. Ese día lo saludé en el corte, y tuvimos una conversación que me hizo un poco de ruido. Quedé como en shock. Tuvo una actitud del estilo “cómo estás, qué lindo verte”, tuvo palabras lindas. Me sorprendió porque la vez anterior que había estado en el programa había tenido muy mala onda. Es como cruzarme a un exmarido con el que nunca pasó nada (risas).

-¿Alguna vez discutieron fuertemente cara a cara?

-Sí. Me acuerdo por ejemplo en una fiesta de Navidad de Jackson Bar en 2018, cuando yo estaba con mi banda Blonda. Yo había tomado algo, me lo crucé y creo que le dije de hablar. Hubo un griterío y sus amigos se acercaron porque él estaba sacado. Yo terminé llorando como un bebé. Esa vez estuvo heavy metal. 

-¿Estás siguiendo Gran Hermano, el reality del que participaste como panelista en 2016?

-Cero. Conocía solo a un personaje que ya se fue, Tomás Holder. Me debería interiorizar porque la gente está hablando mucho de eso. Yo nunca fui de los realities, de hecho cuando trabajé en Gran Hermano me costó mucho engancharme. Era raro para mí salir a defender o a matar a algún participante. No me fluía.

-¿Te quedaste con ganas de seguir en la televisión argentina aquella vez?

-Sí, muchas. En ese momento yo era muy pendeja y nunca había hecho televisión. La televisión argentina es una picadora de carne, y si no funcionás te sacan enseguida. Igualmente la pasé muy bien y conocí gente relinda.

-¿Tuviste alguna propuesta para volver a trabajar en Argentina?

-Este año me llamaron para ver si estaba interesada en participar de un programa argentino, pero no me identificaba demasiado con la propuesta. Además, se empezaba a grabar en octubre y para hacerlo tenía que dejar Aweno que me encanta.