Abigail Pereira: "Puedo hacerme la tonta pero siempre va a haber profesionalismo en lo que haga"

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Regresó a nuestro país para sumarse a la tercera temporada de Masterchef: Celebrity Uruguay, donde ha mostrado su simpatía y naturalidad. También que es una personalidad muy querida, lo que se demuestra en las redes sociales del programa de Canal 10, donde cada aparición suya tiene más visualizaciones que con cualquier otro participante. A este fenómeno, Abigail Pereira no le encuentra una explicación, aunque agradece el cariño de la gente en la calle y también en las redes sociales.

De su carrera en televisión, ponerse la camiseta del canal, su participación en Masterchef, el ser una personalidad trans en los medios uruguayos, su anhelo de conducir un programa y la relación con sus haters, habló Abigail Pereira con Sábado Show.

—¿Cómo ha sido tu vuelta a Uruguay y cómo ves tu pasaje por Masterchef?

—Ya fueron un montón de meses, hace casi medio año que estoy en Uruguay, para mí la vuelta fue maravillosa. Ahora que el programa está al aire, es increíble la respuesta de la gente en las redes sociales y en la calle. El otro día fui al supermercado y fue increíble, la gente estuvo dándome recetas y diciendo qué lindo que esté acá y lo que se divierten conmigo. También dicen que le pongo mucho color al programa, y eso me alegra. Reivindican que se pueden hacer cosas en Uruguay teniéndome a mí como parte del programa, y eso para mí es increíble.

—Te mostrás muy divertida en el programa.

—Siempre fui muy divertida, lo que pasa es que antes en la televisión uruguaya, me parecía que tenía que ser un poco más estructurada y cuidando mucho más las formas de lo que las cuidaba, y eso me sacaba lo más importante que tengo: la naturalidad y espontaneidad. Entonces, en el reality me ven más horas reflejando lo que soy, un cague de risa a la que no le importa nada el quedar ridícula o gritar. Esa soy yo, real.

—Hace unas semanas te caíste al piso y el video tuvo mucha repercusión en las redes sociales.

—Sí, casi me muero. Me corté tres dedos y eran chorros y chorros de sangre que no se vieron muy de cerca porque daban impresión. Imaginate el golpazo y encima después había que seguir cocinando, porque había que darlo todo por presentar un plato.

—Igualmente terminaste como una reina, como si no hubiera pasado nada.

—Sí, aparte la producción que es totalmente personal con mi amigo Niko White que me banca siempre los peinados. También me traje cosas de Miami porque me armo un look distinto para cada vez que me presento. Entonces le aporto al show desde otro lugar.

—En cada video que se comparte en las redes sociales del programa, en los que aparecés generan muchas visualizaciones. ¿Qué explicación le das a ese fenómeno?

—Sinceramente no sé qué es lo que se genera en el público. Creo que al mostrar mis fortalezas y debilidades, y ser funcional en sacar sonrisas de la gente, la gente comparte esos videos. Por supuesto que no soy monedita de oro para que todos me quieran y lo entiendo, es normal, pero lo que genero en el público en mágico. Además, me odian o me quieren exponencialmente por las mismas cosas que hago. Eso es increíble.

—Tenés una historia hermosa de superación y resiliencia.

—Lo siento así porque es la realidad. No soy víctima, no decidí ponerme en lugar de víctima en la sociedad. Siempre fui para adelante y me tocó esta realidad que es muy difícil, y también me tocó estar en un medio muy masivo, donde todo el mundo tiene el derecho de opinar y se potencia el pensar de muchos sobre lo que una siente ser, porque la que lo siente es una. Entonces mi rol es quedarme en la televisión. No me puedo dar el lujo de no estar a las convocatorias que me hacen los canales porque se necesita visibilización y es lo que hago, humanizar la condición trans dentro de un programa familiar como lo es Masterchef.

—Eso demuestra un cambio en la sociedad, ¿no te parece?

—Sí, y los picos de rating que tiene el programa, y las autoridades del canal están fascinados con este Mastrerchef, este casting de la temporada y en particular conmigo me hacen saber que están felices de lo que doy al show y cómo me pongo la camiseta de cada canal, porque en cada lugar que estuve siempre me puse la camiseta. Así como potencio Masterchef potencio otros realities y potenciaré la estructura del canal que me puso la camiseta para salir a la cancha.

—Cuando estuviste en La peluquería de Don Mateo pasó igual, fuiste funcional al show.

—Sí, y eso lo voy a hacer hoy, mañana y siempre porque es mi característica. Cuando me dedico, profesionalmente puedo hacerme la tonta como actriz, elegir un día un personaje u otro, pero siempre va a haber profesionalismo en todo lo que haga. A veces me saldrá bien, a veces mal, pero es lo que decido hacer a la hora de enfrentarme a un trabajo y a un formato tan profesional como en el que estoy ahora.

—Comentabas que la gente te comenta cosas en la calle. ¿Cómo te llevás con la parte negativa de esa fama, los haters?

—Lejos de agredir o comenzar un debate escabroso, logro ponerme en el lugar de la persona. Hay que tener demasiado odio en el corazón, o rabia para escribirle a alguien y hablarle de algo que no conoce. Me llevo bien con eso porque yo no me creo ni lo bueno, ni lo lindo ni lo malo. Aprendí que en este medio algunos te van a decir que hiciste las cosas bien, otros mal y siempre va a ser así, y cuando te quieren atacar sin ninguna razón lo van a hacer igual. Intento también bloquearlos emocionalmente, pero me preocupo y me ocupo de tener una interacción para saber qué tan mal la están pasando.

—Imagino que tiene que ser complicado leer comentarios agresivos solo por ser trans.

—Como si fuera un insulto. Muchas veces te fijas en esos comentarios negativos es una sola persona que crea cuentas. Me tomé la molestia de mirar, porque llama la atención que haya tantos comentarios así, y es un grupo de personas que se juntan y mandan desde otras cuentas. Si te fijás no tienen foto, ni un seguidor, ni otro comentario. Son personas que no existen, por eso yo le llamo odio cibernético, porque es agredir a personas que ni siquiera conocen. Es solo por el hecho de agredir.

—Has tenido una carrera envidiable para estos odiadores profesionales y el que hayas estado en el programa de Tinelli, trabajado en distintos canales uruguayos y ahora en Masterchef, seguramente los moleste.

—Lo que los jode es que sea una persona trans que se superó, que puede estar trabajando de lo que le gusta, que no es marginada y se muestra poderosa. Eso es lo que molesta. Porque si me vieran mal, enferma o tirada por ahí se compadecen por lástima. Una mamá me dijo una vez: “el envidioso o aquella persona que está frustrada, siempre te va a querer ver bien, pero nunca mejor que ellos”, y tiene toda la razón.

—¿Cómo fue tu proceso interno para llevarte con esta fama, negativa, que tenés?

—Estuve muy enferma, con mucha depresión. Es en base a ese golpeteo de estructuras, incluso institucionales de la formación de cada individuo que te vienen agrediendo desde siempre. Entonces claro que vas a tener depresión, si la gente te está odiando o no te quiere ver existir por el hecho que sentís ser, no lo elegís. No es que me levanté un día, agarré una cartera y dije: "soy mujer". No. La construcción de la identidad sexual y de género se va construyendo con la sensibilidad. Yo siento porque lo hago de esta manera, no elijo. Y cuando no tenés posibilidad de elegir, no hay discusión. Cuando a un heterosexual se le dice heterosexual hombre, preguntale en qué momento lo sintió. No te va a poder responder porque lo sintió desde siempre, es algo intrínseco. Entonces, a mí me pasa eso, por luchar contra toda esa gente que está desde tu formación, obvio que se me va a joder la cabeza. Se te embroma el marote y el corazón que es lo más importante.

—¿Sentis que el transgredir está en tu ADN?

—Sí, porque es el que genera el punto de inflexión. Tiene que haber movimientos o personas que transgredan determinadas normas que parecen estar ancladas, inamovibles, porque si no existe la duda y la transgresión para cambiar eso, no se modifican. Y si pasa eso te quedás en una meseta, cultural, emocional y educativa.

—En Miami fuiste la madrina de la fiesta de Peñarol. ¿Cómo fue la fiesta?

—Tuvo una repercusión increíble, la gente estaba contentísima y todo el mundo que fue a la Peña Manya me dijo que el próximo encuentro lo tengo que conducir porque se divirtieron mucho y además pudimos recaudar dinero.

—¿Te ves como conductora de televisión en un futuro?

—Amo la idea. Lo próximo que tengo proyectado e idealizado y me encantaría hacer es tener mi propio programa exclusivo para poder hacerlo a mi manera y conectar con el público como lo quiero hacer.

Agradecimientos.
Peinados: Niko White y Jordan Moreira.
Make Up: Diego Martínez.
Vestuario: Instagram @samiya.boutique y Steven Vásquez.
Accesorios: Instagram @bastet.accesoriosuy