FUTSAL

Peñarol 1-3 Cascavel: con la frente en alto, el aurinegro cayó en la final de la Libertadores

Fin del sueño aurinegro que a principio de año parecía una utopía pero con mucho trabajo se comenzó a materializar. Orodqui abrió el marcador y un hat-trick de Gessé le dio el título a los brasileros.

Aplausos. La derrota de Peñarol en la final de la Copa Libertadores no le quita mérito al gran torneo del aurinegro. Foto: Conembol.
Aplausos. La derrota de Peñarol en la final de la Copa Libertadores no le quita mérito al gran torneo del aurinegro. Foto: Conmebol.

Peñarol y Cascavel se enfrentaron en la final de la Copa Libertadores de futsal que se disputó en el Microestadio Malvinas Argentinas del barrio La Paternal en Buenos Aires, Argentina. 

El aurinegro llegaba a la final tras vencer en semis a Cerro Porteño de Paraguay por 2-0 mientras que los brasileños derrotaron a San Lorenzo de Almagro por 2-1. En la lucha por el tercer puesto fue victoria del equipo argentino por 4-2.

Ambos finalistas ya se habían enfrentado en la fase de grupos de esta Libertadores. En esa ocasión fue triunfo de los brasileños por 2-1 en un gran partido.

El partido se transmitió en vivo por la cuenta de YouTube de Conmebol. Además se siguió en pantalla gigante durante la Feria de Emprendedores que se realiza en el estadio Campeón del Siglo.

"Es una de las metas y de los sueños que uno piensa cuando arranca este deporte, y con el club que sos hincha y un grupo humano increíble. Sería algo que queda para toda la vida", dijo Nacho Salgués, jugador aurinegro a Ovación.

El equipo de Peñarol en la final de la Copa Libertadores de futsal. Foto: Conmebol
El equipo de Peñarol en la final de la Copa Libertadores de futsal. Foto: Conmebol

Primer tiempo:

Las finales son partidos distintos, especiales y, alguna veces, el que más ganas tenga de ganarla puede inclinar la balanza. De eso debía valerse Peñarol, primer uruguayo en una definición desde que la Copa Libertadores de futsal dejó de jugarse por zonas.

Enfrente Cascavel, campeón de la liga nacional de Brasil y heptacampeón paranaense que seguía agrandando la hegemonía de los brasileros que siempre dijeron presente con un equipo en la final de este torneo. 

Mathías Fernández, Alejandro Aunchayna, Juan Custodio, Richard Catardo y Nicolás Martínez fueron los que iniciaron en el equipo mirasol del argentino Nacho Cabral pero las rotaciones no tardaron en llegar ante un equipo brasileño que, además de tener muchas alternativas, busca mucho las descargas y el juego por las bandas teniendo alas habilidosos y con buen pie a pie. 

Juan Custodio de Peñarol en la final de la Copa Libertadores de futsal. Foto: Conmebol
Juan Custodio de Peñarol en la final de la Copa Libertadores de futsal. Foto: Conmebol

A los tres minutos del partido ya había ingresado Brandon Díaz en el aurinegro. Venía de dos partidos suspendido y entró muy enchufado generando una falta para un Cascavel que se cargaba de infracciones y animaba a Peñarol a atacar, aunque el carbonero no podía dejar espacios a las rápidas transiciones defensa-ataque del rival que ya habían obligado a Fernández a su primera gran atajada. 

A los 13 minutos, cuando los brasileños Xapa y Bello ya habían saltado a la cancha en el aurinegro, otro que entró encendido: el venezolano Wilmer Cabarcas. Se metió en el área y le cometieron un claro penal. 

Ingresó el goleador histórico de Peñarol Nicolás Ordoqui y, como no podía ser de otra manera, cambió penal por gol con un disparo al ángulo imposible para el arquero. 

Pero el rival contestó. Era una incógnita saber cómo reaccionaría Cascavel estando en desventaja y fue de buena manera. Solo un minuto después "Pescado" Fernández vio la amarilla saliendo a cortar fuera del área y el empate de los tricolores, ofendidos tras ir en desventaja, no tardó en llegar por intermedio de Gessé y tras una pelota bien jugada de un córner. 

La primera parte se jugó como debe jugarse una final. Pese a ser un equipo brasileño, Cascavel también tiene el espíritu de lucha que caracterizó a Peñarol durante toda esta copa y el empate antes del descanso fue justo. 

Cabarcas y Xapa festejan el gol de Peñarol en la final de la Libertadores de futsal. Foto: Conembol.
Cabarcas y Xapa festejan el gol de Peñarol en la final de la Libertadores de futsal. Foto: Conembol.

Segundo tiempo: 

Peñarol comenzó el complemento un poco más suelto. Los nervios y la ansiedad de jugar la final seguro ya habían mermado pero el mensaje seguía siendo claro: mente fría y corazón caliente. 

El aurinegro debía mantenerse en partido, en el peor de los casos con un resultado corto, y estar certero para los últimos minutos donde el partido se iba a definir. 

Gustavinho, Edimar y el autor del gol Gessé, crecían en Cascavel mientras Peñarol intentaba obligar a que los brasileños enviaran pelotas largas. Pero hasta eso hicieron bien. Un envío largo fue capturado por Gustavinho que envió al segundo palo para la llegada de Gessé que marcó su doblete ante un equipo aurinegro que había quedado un poco largo en líneas. 

Gessé y Brandon Díaz en la final de la Copa Libertadores de futsal. Foto: Conmebol
Gessé y Brandon Díaz en la final de la Copa Libertadores de futsal. Foto: Conmebol

El Manya no podía perder la calma porque eso podía ser fatal. En el reloj siempre queda más tiempo del que parece y, con el marcador corto y el estado anímico jugando su papel, todo puede pasar. 

Richard Catardo, el más regular durante todo el torneo, empezó llevar los hilos de Peñarol que con Cabarcas, Xapa y Díaz hicieron trabajar al arquero Di Fanti.

Fue el momento donde más se jugó como una final. Una falta sobre Brandon Díaz fue desestimada por la terna arbitral y desencadenó en un disparo a quemarropa que tapó Fernández.

Peñarol llegaba a los últimos cinco minutos en partido y con el resultado corto. No era poca cosa. Pero a un equipo como Cascavel, acostumbrado a las finales en su liga, no se le puede dar ni un ventaja. 

El arquero Fernández salió lejos a cortar con el pecho y el control se le fue largo. Hat-trick de Gessé. No se le puede reprochar absolutamente nada al arquero que es gran responsable del buen torneo que hizo Peñarol. 

Cabral enseguida pidió minuto de tiempo y el aurinegro salió a jugar los tres minutos que quedaron con Bello como arquero-jugador. También volvió a ingresar Orodqui, buscando la opción del disparo fuerte con el ataque cinco para cuatro del carbonero que arriesgaba, pero había que hacerlo. 

El goleador de Peñarol tuvo dos. Una la tapó Di Fanti y la otra pasó muy cerca pero Cascavel estuvo bien en la defensa y es el campeón. 

Peñarol se permitió soñar, hizo un esfuerzo increíble. Seguro los jugadores ahora tendrán mucha bronca pero conforme pasen los días se irán dando cuenta de la magnitud de lo que lograron. Le demostraron al futsal uruguayo, a veces tan golpeado, que con mucho trabajo y dedicación, se puede pelear contra los profesionales por cosas grandes. Si toca perder una final que sea así, de pie. 

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Partido completo: Peñarol 1-3 Cascavel

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