EN EL VIERA

Boston River 2-1 Peñarol: a tres minutos del final, la Policía suspendió por incidentes

Luego de que el Sastre lograra la ventaja con gol de penal de Rodríguez, una serie de episodios de la Policia con la parcialidad de Peñarol pusieron fin al juego.

El festejo de Olivera, de Boston River, contra Peñarol. FOTO: L. Mainé.
El festejo de Olivera, de Boston River, contra Peñarol. FOTO: L. Mainé.

El partido por la fecha 13 del Torneo Clausura entre Boston River y Peñarol quedó suspendido a los 87 minutos cuando el Sastre ganaba 2-1. El árbitro detuvo el encuentro tras incidentes con los hinchas que no se bajaban del tejido del Parque Viera.

El partido

Los primeros minutos fueron de dominio por parte del Sastre, que en un campo de juego impecable como el del Viera, y bien humectado, pudo hacer correr la pelota y tener salida limpia desde abajo, como le gusta a Ignacio Ithurralde, su entrenador. Sin embargo, el DT se mostró molesto en el arranque porque cuando Boston River salía jugando desde abajo por intermedio de Carvalho o Mancebo, faltaba movilidad de los los volantes para ofrecerse como opción de pase; y eso obligó en más de una ocasión a que el equipo llevara la pelota al juego aéreo.

La primera llegada del mirasol se dio a los 10 minutos de juego por la pelota parada: un remate de Kevin Méndez que parecía complejo por el pique previo, pero le faltó precisión para inquietar al arco de Silva.

Kevin Méndez en Boston River vs. Peñarol.  Foto: Leonardo Mainé.
Kevin Méndez en Boston River vs. Peñarol. Foto: Leonardo Mainé.

El mirasol mostró un equipo corto que, con las líneas juntas, trató de reducirle los espacios al rival. De todas formas, no encontró la pelota y tuvo un arranque impreciso de Gargano que afectó la gestación de juego.

La primera ocasión de peligro del local llegó a los 22 minutos y fue tras un ataque frustrado de Peñarol: el Sastre recuperó y, tras un lanzamiento largo, Olivera desbordó por la izquierda y probó a Dawson; que respondió con solidez.

Las ocasiones ofensivas de la visita fueron escasas, pero el que tuvo la iniciativa fue Kevin Méndez: primero desbordando por la derecha y enviando un centro al área; luego con un remate de media distancia que pasó lejos. Pero le faltaron acompañantes.

Emiliano Gómez disputa el balón con Walter Gargano. Foto: Leonardo Mainé.
Emiliano Gómez disputa el balón con Walter Gargano. Foto: Leonardo Mainé.

A los 30 minutos Boston River logró traducir al resultado la superioridad que ya había desde el juego: Cristian Olivera capturó un rebote al borde del área tras una disputa aérea y sacó un remate potente que se metió en el ángulo derecho. Dawson no tuvo nada que hacer. Y el atacante cumplió con la ley del Ex. ¿Cómo lo festejó? Corriendo directo a saludar al sector de la hinchada local con los brazos extendidos y el público lo ovacionó.

A partir de allí, el trámite se entorpeció con faltas y la hinchada aurinegra hizo su pedido al ritmo de: “Un poco más de huevo”.

En el tramo final del primer tiempo, Peñarol avanzó unos metros en el campo de juego y generó imprecisiones en la salida del Sastre, pero no lo tradujo en peligro. En este sentido, al mirasol le faltó involucran más en el juego a Lozano, una pieza fundamental en el once.

El festejo de Olivera, de Boston River, contra Peñarol. FOTO: L. Mainé.
El festejo de Olivera, de Boston River, contra Peñarol. FOTO: L. Mainé.

Para el complemento Leo Ramos pateó el tablero y mandó tres jugadores a la cancha: Bentancourt; Laquintana y Rossi. Este último tuvo un cien por ciento de eficacia: en la primera pelota que tocó, marcó la paridad y desencadenó el grito de toda la hinchada visitante, que trató de motivar a los futbolistas para ir por el segundo tanto.

Tras igualar el partido, el aurinegro se adelantó unos metros en el campo y el dominio de la posesión dejó de ser del Sastre. La preocupación de Ithurralde era evidente, sobre todo porque con más ánimo que juego, el equipo de Ramos le emparejó el partido y hasta tuvo un remate de Laquintana para romper la igualdad, pero le faltó precisión.

El DT aurinegro intentó darle más frescura al equipo y puso a Mansilla en reemplazo de Viatri a los 15 minutos del complemento. El delantero argentino no estuvo preciso cuando la tuvo y perdió varios duelos individuales, por lo que el “9” ingresó para darle mayor movilidad en ataque.

Rossi festeja su gol en el Boston River vs. Peñarol. Foto: Leonardo Mainé
Rossi festeja su gol en el Boston River vs. Peñarol. Foto: Leonardo Mainé.

A los 65 minutos, Peñarol volvió a avisar cuando, tras un centro desde la derecha, Rak remató de cabeza y la pelota rozó el ángulo izquierdo de Silva, que ya nada podía hacer. La visita generó peligro en base a una receta específica: los centros cruzados. Sobre todo a partir de la velocidad que le imprimió Laquintana al juego por la banda derecha.

Y Boston respondió con una combinación ofensiva entre Villa y Olivera que casi termina con el 2-1 de Agustín Rodríguez debajo del arco, pero la pelota rozó el vertical izquierdo de Dawson.

A 14 minutos del cierre, Ramos se confió en la salida, Villa le ganó en velocidad, le robó la pelota al lateral y recibió la falta antes de definir. Leodán lo amonestó, revisó la situación en el VAR y sancionó penal.
Agustín Rodríguez se hizo cargo del lanzamiento desde los doce pasos, eligió el palo derecho y engañó al arquero para colocar el 2-1. ¿Cómo lo festejó? Saludando a su DT y ayudante técnico, con quien había tenido una charla previa.

En la jugada siguiente, una mala salida del arquero Silva, pero luego se repuso y le atajó un remate potente a Rossi.

El partido se suspendió tres minutos antes a solicitud de la Policía y Boston se aproxima al sueño de la Copa Libertadores.

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