COPA DEL MUNDO

El síndrome que puede afectar a los hinchas más pasionales y recibe el nombre de un futbolista uruguayo

Desencadenado por fuertes emociones que se despiertan cuando un fanático está viendo a su equipo predilecto; causas y consecuencias.

Hinchas de Argentina en el gol de Julián Álvarez en la semifinal del Mundial de Qatar 2022. Foto: Nicolás Pereyra
Hinchas de Argentina en el gol de Julián Álvarez en la semifinal del Mundial de Qatar 2022. Foto: Nicolás Pereyra

La selección de Argentina se clasificó a la final del Mundial de Qatar 2022, con una holgada victoria frente a Croacia, y va por la revancha que ocho años atrás dejó a Lionel Messi y a todos los argentinos con las manos vacías.

Los hinchas albicelestes, que viven el fútbol y acompañan a su selección con una inmensa pasión, ansían con ver al capitán levantando el trofeo como lo hizo por última vez Diego Maradona en 1986.

Lionel Messi tras la clasificación de Argentina a semifinales. Foto: Nicolás Pereyra.
Lionel Messi tras la clasificación de Argentina a semifinales. Foto: Nicolás Pereyra.

Sin embargo, a la par de la emoción y excitación por el fútbol, también aparecen algunas consecuencias en la salud, sobre todo en aquellos hinchas cuya pasión es extrema.

En un estudio publicado en el New England Journal of Medicine se descubrió que mirar un partido de fútbol estresante duplica el riesgo de tener un ACV. Los investigadores observaron los datos de los hospitales de Múnich durante los partidos de la Copa del Mundo de 2006 que se celebraron en Alemania. Notaron que el número de emergencias cardíacas se duplicaba cuando Alemania jugaba partidos en el Mundial a diferencia de los días en los que no lo hacía.

Hinchas teutones lamentan la eliminación de Alemania en fase de grupos. Foto: EFE
Hinchas teutones lamentan la eliminación de Alemania en fase de grupos. Foto: EFE

Este estudio sirvió como antecedente para lo que hoy la medicina denomina como "síndrome de Abreu": síndrome coronario agudo (angina inestable, infarto agudo de miocardio) que es desencadenado por el estrés emocional que genera un evento deportivo.

El mismo fue descripto y nombrado por investigadores uruguayos, a raíz de una paciente de 39 años, tabaquista severa, que se presentó en la guardia con un infarto agudo de miocardio (IAM) de 40 minutos de evolución, desencadenado por el estrés emocional producido mientras miraba por televisión el partido de cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010, torneo muy recordado por los hinchas uruguayos.

Ese partido fue fundamental para denominar a este malestar ya que dicho encuentro se definió por penales, tras un final dramático, donde ganó Uruguay gracias al célebre gol de Sebastián Abreu, en el que picó la pelota, conquistó el encuentro y, en consecuencia, logró el pase a semifinales de la Copa del Mundo.

Sebastián Abreu celebra su gol de penal ante Ghana. Foto: Archivo El País.
Sebastián Abreu celebra su gol de penal ante Ghana. Foto: Archivo El País.

Inmediatamente luego del gol y de la victoria (como consecuencia del partido), la paciente presentó un dolor retroesternal, opresivo, intenso, con irradiación al miembro superior izquierdo. Fue evaluada en su domicilio, por un médico de ambulancia, que le realizó un electrocardiograma de urgencia y que mostró un resultado compatible con un infarto de corazón en curso, razón por la cual necesitaba tratamiento de emergencia.

La paciente fue trasladada al servicio de Hemodinamia, en donde se detectó una lesión severa en la arteria coronaria principal del corazón, que se resolvió con la colocación de un stent para “abrirla”.

El detonante más importante de un evento cardiovascular inducido por estrés emocional no solo puede ser el resultado del partido, como ganar o perder, sino la intensidad, la emoción, la expectativa generada durante su desarrollo y la posibilidad de un final dramático como una definición por penales. Por eso, frente a factores de riesgo, siempre lo recomendable es consultar con un médico cardiólogo.

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