ENTREVISTA

Sebastián Píriz: lo duro de la salida de Defensor, la discrepancia con el fútbol actual y el ánimo de ser padre

El mediocampista de 32 años vive una incertidumbre como muchos otros futbolistas libres. Tras ser apartado del plantel violeta lo invitaron a irse de Atenas y está a la espera de un nuevo equipo.  

Sebastián Píriz. Foto: Juan Manuel Ramos.
Sebastián Píriz. Foto: Juan Manuel Ramos.

A la deriva. Así se puede sentir un jugador cuando no consigue equipo para continuar su carrera. El tiempo no conoce de esperas y el estado físico no se recupera tan rápido como antes. La cabeza empieza a dar vueltas y puede jugarle una mala pasada. Más si lo dejaron afuera de sus últimos dos clubes sin una razón tan clara. Sebastián Píriz se despidió de Atenas de San Carlos a mitad de año porque desde la institución se pidió que los futbolistas vivan en Maldonado. El mediocampista de 32 años asegura que viajar nunca había sido un impedimento para su rendimiento ni había tocado la camilla, pero la determinación ya estaba tomada.

No quería pelear, así que se fue. Esta vez vencido y sin pelear por una retribución como sí lo había hecho tras ser uno de los apartados de Defensor Sporting en noviembre de 2021. Hasta el día de hoy sigue sin saber por qué lo sacaron, no le guarda rencor al club y sí, volvería a vestir la violeta. Quería volver a jugar así que no fue parte de la demanda hasta el final como si Matías Cabrera y Mathías Cardacio. Sebastián puso por encima el volver a correr atrás de la redonda y se sumó al elenco carolino. Desde ese julio está sin equipo y entrena por su cuenta en un gimnasio. Siente que, a esta altura del año, ya está “más para la pretemporada”.

Los nueves futbolistas de Defensor que fueron apartados.
Los nueves futbolistas de Defensor que fueron apartados.

Mientras termina una cuenta pendiente con el bachillerato y disfruta de su familia. Va a ser papá en abril y eso lo ha hecho mantener los pies en la tierra. A veces ver a su exequipo le invoca a nostalgia de ponerse los botines. Le ofrecieron jugar en el interior del país, pero no le cerraba jugar sin contrato ni amparo médico. Así que al momento asiste a los picaditos con amigos.

Píriz tiene discrepancia con el fútbol del momento. Le preocupa que “jugadores de calibre que estuvieron en selección” estén libres. “Desde nosotros hay que empezar a moverse sin depender de gente externa. Por estar esperando ahora estamos pagando estas consecuencias”, explica, y añade: “El fútbol está haciendo que se prioricen otras cosas, como la camada de la juventud, que no me parece mal”, pero hace unos años no te esperabas que un jugador de 30 años esté esperando un equipo seis meses”.

Por esta misma razón no se proyecta como técnico. “Soy muy frontal, no me gusta tener dos caras”, sostiene, y a la pregunta de si le no le gustaría que le elijan el equipo, explica que “influyen muchas cosas externas para tomar decisiones en una temporada o en un partido. No me gustaría jugar con el futuro de alguien, que juegue o no por beneficio mío”.

El temor de muchos futbolistas

Sebastián Píriz y Álvaro Navarro disputan la pelota en el River Plate-Defensor Sporting. Foto: Francisco Flores.
Sebastián Píriz y Álvaro Navarro disputan la pelota en el River Plate-Defensor Sporting. Foto: Francisco Flores.

Píriz se formó en Danubio, jugó en Peñarol, Liverpool, Defensor, Atenas y River Plate. En el exterior fue campeón en Emelec, jugó en Tigre (Argentina), Al Shabab (Arabia) y Panionios de Grecia. La última vez que se sintió protagonista fue en el Darsenero. Alternó en Defensor y tras el episodio firmó con Atenas. Ahí se sintió en un nivel creciente aunque le costaba sacar el peso de lo que había pasado con el Tuerto de su cabeza. La Mutual lo arropó: “Tiene sus herramientas si vos no tenés un periodo de trabajo. Estoy agradecido. Fui un par de días y me sentí acompañado. Han pasado algunas desgracias y el temor nunca deja de pasar. Te tiene que agarrar con los pies en la tierra, si hubo temor de algo que se te pudo pasar por la cabeza están para socorrerte”.

“Ganar el juicio -pese a que llegó a un acuerdo antes del final- me dejó muy tranquilo, las cosas llegan a buen puerto”, afirma Píriz. Del episodio que desencadenó que la dirigencia apartara a los nueve futbolistas (Matías Castro, Bernardo Long, Nicolás Correa, Andrés Lamas, Robert Ergas, Mathías Cardacio, Matías Cabrera y Pablo López), explica que las pulsaciones estaban muy “elevadas porque el día anterior nos habían empatado un partido en el final con dos goles arriba ante Juventud. Pero en ningún momento se faltó el respeto, no hubo agresiones. Fuimos a buscar ascender el equipo y no pudimos terminar siendo parte de, nos hubiese gustado que sea adentro de la cancha”.

¿Entonces por qué sacar a Rocco? Esto explicó el jugador: "Él estaba tomando decisiones sin aval. Había cosas que se decían desde el cuerpo técnico y si las decía un jugador el malo era el jugador y no un compañero. Se tiene medir todo con la misma vara y no se hizo. Más allá de que hay roles, dependemos de todos, del que hace goles al que alcanza el agua desde afuera de la cancha. Queríamos que las medidas fueran igual para todos".

No cierra las puertas y tiene más sueños

Sebastián Píriz. Foto: Juan Manuel Ramos.
Sebastián Píriz. Foto: Juan Manuel Ramos.

Pese a que no hubo final feliz como en los cuentos, Sebastián le tiene mucho respeto a Defensor. “No le guardo rencor. Estuve en un momento complicado del club y no le pude dar más”. Hoy en día no le dice que no “a Defensor, ni a nadie”. Sabe que estando bien físicamente, si surge un equipo, estará preparado, aunque afirma que importa más “la cabeza”. “Tenés que estar pronto cuando te llamen”, agrega.

Sueña con entrar a la cancha con su hijo o hija. No quieren esperar a la ecografía para conocer el sexo del bebé, así que recurrieron a un estudio privado. "Veía que mis compañeros entraban con los hijos como mascotas y yo me volvía loco. Si puedo hacer lo mismo sería un privilegio. Ojalá que no tenga que esperar para conocer una cancha”, dice.

Más que nada desea volver a compartir vestuario con compañeros, entrenar y jugar al fútbol. “Somos privilegiados de poder hacer lo que nos gusta”.

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