El legado de Suárez en Nacional: lo "imborrable", la "espina" y lo que sienten los hinchas

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Pasaron casi 100 días entre la primera y última vez. Luis Suárez pisó Montevideo el último domingo de julio para, de inmediato, ser presentado en el círculo del Gran Parque Central, y se despidió de la misma manera el primer fin de semana de noviembre, esta vez con lágrimas de tristeza producto de su despedida.

El trayecto estuvo cargado de emociones. Hinchas nostálgicos que, desde las redes sociales, hicieron creer que su vuelta era posible. Fanáticos que antes de que se reencontrara con las instalaciones de Nacional ya lo consideraban ídolo. Algunos más despiertos que habían buscado convencerlo poblando el estadio de caretas con su cara en las horas previas. Unos pocos más conservadores que dudaban de su nivel después de que pasara cinco meses sin completar un partido de 90 minutos entero. Y otros, desde un rol más analítico, y con la decisión ya conocida, que se concentraron en seguir con números cada uno de sus pasos adentro de la cancha.

Suárez se despidió de Uruguay con ocho goles en 16 partidos, ganó dos (Torneo Clausura y Campeonato Uruguayo) de las cuatro copas que prometió el día de su presentación y coronó el semestre con un promedio goleador de 0,5.

Pero, ¿qué piensan los hinchas de Nacional sobre su rendimiento? Después de volver, ¿cumplió con las expectativas que tenían? ¿Llegará en condiciones óptimas para el Mundial de Qatar?

Ovación consultó a distintos grupos de aficionados y en todos encontró coincidencias. Si hay algo que está claro para el hincha tricolor es que, vistos los resultados, Suárez estuvo a la altura de las circunstancias.

Hay quienes reconocen su actuación, pero también recuerdan la “espina” que les dejó la Copa Sudamericana luego de la eliminación con Athlético Goianiense, y otros, sumamente agradecidos, que dicen que desde un primer momento los sorprendió “para bien” y que la “huella” del gol frente a Peñarol y el doblete en la final con Liverpool serán “imborrables”.

El vicepresidente del club, Alejandro Balbi, está dentro de ese pelotón de gente: “Por suerte pudo cumplir con las expectativas más que ampliamente y sellar ese amor eterno que tiene con la hinchada”, dijo a Ovación minutos antes de que Suárez se despidiera ante los ojos del estadio. “Es un fuera de serie y todo lo que se convierte en jugada de peligro él lo transforma en gol”.

La nostalgia fue un sentimiento que desprendieron de esa cálida tarde de domingo varios hinchas ni bien enfilaron hacia la entrada de alguna de las tres tribunas habilitadas. “Está la alegría por un lado y la tristeza por otro”, comentaron al pasar Susana y Sandra, dos fanáticas tricolores desde chicas.

Pero, como en toda historia de amor, también hubo decepciones. Y eso fue lo que sintió el día del partido de vuelta, en la serie contra Goianiense, Manuel Rodríguez Gardil, un socio del interior. “Quedó el sabor amargo de la eliminación por Copa Sudamericana. Creo que (Pablo) Repetto le erró con el equipo que puso desde un comienzo y luego con los cambios le puso presión a Suárez, que había llegado hacía una semana. No existe que un jugador se adapte tan rápido a un equipo”.

Pensar en el regreso del Pistolero a mediados de año era, para este hincha y varios más, una utopía. Eso, al menos, creía Pedro, un simpatizante que viajó de Florida a Montevideo para seguir la despedida desde la José María Delgado: “Hay algunas pocas excepciones en las que la plata no importa en el fútbol y esta fue una excepción. Enseguida demostró que estaba a la altura y cerró las bocas que tenía que cerrar. Yo quedé muy conforme, sobre todo con ese gol en el clásico, que fue su punto más alto, además de los goles en las finales”.

Pese a ser corto, el romance Suárez-Nacional quedó grabado a fuego en el corazón de los hinchas. Es el caso de Dayana, una fotógrafa partidaria que alucinó con su vuelta. “El regreso era lo que todos esperábamos, pero no sabíamos qué iba a pasar. A mí me dejó contenta de la vida. Él es la resiliencia, está tocado con la varita, nos dio el campeonato y a donde va cumple. Lo veo bien (para el Mundial de Qatar)”.

#SuarezANacional, una campaña que hace poco más de tres meses arrasó como una avalancha en Twitter, fue lo que tocó el corazón del salteño y lo que lo motivó a estar de vuelta en su casa, aunque sea por poco tiempo. Fue su “gol” favorito del ciclo. Y también la razón por la que el mismo Suárez, que se fue con la edad de un pibe, regresó vigente con la misión de ser ídolo.