Gallardo estuvo ocho años en River pero pierde por mucho con otros técnicos

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Marcelo Gallardo anunció su partida de River argentino luego de ocho años y medio de trabajo y a los hinchas millonarios les pareció que se les iba toda una vida de triunfos, desde que se hizo cargo del equipo a mediados de 2014. Es cierto, fue un período prolongado para un oficio como el de entrenador de fútbol, cuya volatilidad es característica. Sin embargo, la gestión del Muñeco representó un abrir y cerrar de ojos ante el hombre récord de los técnicos.

Se trata del francés Guy Roux, quien se desempeñó al frente del Auxerre durante 44 años, entre 1961 y 2005, batiendo todas las marcas de permanencia. Por supuesto, representa una excepción, pero es el nombre que debe citarse al hacer el repaso de los profesionales que pudieron cumplir el sueño del oficio: el trabajo a largo plazo.

El secreto de la continuidad empieza por el éxito deportivo, pero además deben buscarse razones por el lado de la conducta, la relación con dirigentes y jugadores, la promoción de nuevos valores y la valoración de la hinchada. Y, por otra parte, no deben tener ofertas tentadoras de otros equipos, porque no siempre los técnicos se van porque los echan.

Roux asumió en Auxerre como futbolista-entrenador cuando estaba en tercera división y no solo lo llevó a primera, sino que lo hizo campeón de Francia en 1996, convirtiéndose en el verdadero ídolo del club. La leyenda dice que en aquel 1961 Auxerre jugaba un amistoso contra el Crewe de Inglaterra, se solicitó por los altavoces del estadio un traductor de inglés y se presentó Guy, lo cual inició su larga trayectoria, solo interrumpida brevemente en 2000 por razones de salud. Renunció tras conquistar la Copa de Francia 2005, porque quería irse ganador.

Las ironías del fútbol, sin embargo, también están presentes en su caso: tras despedirse del Auxerre, en 2007 decidió dirigir al Lens, pero duró solo cuatro partidos...

Seguramente haya ejemplos de entrenadores que duraron muchos años en clubes amateurs o de categorías inferiores, pero allí las presiones son mucho menores.

También lo eran cuando dos técnicos escoceses se quedaron largo tiempo en los principales clubes del país: Willy Maley estuvo en el Celtic durante 43 años, entre 1897 y 1940, y Bill Struth, DT del Rangers por 34 años, entre 1920 y 1954.

Otro escocés, Alex Ferguson, duró 27 años como técnico y manager del Manchester United: de 1986 a 2013. En esos años fue el verdadero mandamás del club, con poderes que iban desde formar el equipo los fines de semana a gestionar las contrataciones antes de cada temporada, aunque por lo general confiaba el trabajo de la semana en la cancha a sus colaboradores. No sufrió el desgaste del tiempo. Por el contrario, el United no pudo recuperar el rumbo del triunfo luego de su jubilación, con varios sucesores poco exitosos.

Un caso también destacable fue el del francés Arsène Wenger, por 22 años entrenador del Arsenal de Londres. No era un hombre del club, incluso pocos lo conocían pese a su trabajo anterior en Mónaco, pero trabajó con gran éxito entre 1996 y 2018. Tantos años, suyos y de Ferguson, los convirtieron en rivales de difícil relación.

En Argentina, Victorio Spinetto se desempeñó 14 años en Vélez, entre 1942 y 1955, primera parte de una carrera extensa que llegó hasta 1978 en equipos de primera, para pasar a trabajar luego en las inferiores de Vélez, donde se había iniciado como futbolista en 1932.

José María Minella, que como jugador defendió un año a Peñarol, dirigió a River argentino entre 1947 y 1959, más un corto regreso en 1963. Empezó en los años dorados de los Millonarios y se tuvo que ir cuando empezó el largo período sin títulos (1958-1975). Quien terminó con esa racha fue Ángel Labruna y por eso trabajó hasta 1981. En ese lapso obtuvo seis títulos locales, pero fracasó en la Copa Libertadores y eso le costó el puesto.

Boca, en cambio, no tuvo entrenadores tan duraderos. Juan Carlos Lorenzo duró cuatro años en su ciclo más largo y Carlos Bianchi tres años y medio. Ambos retornaron por cortos períodos.

Miguel Muñoz fue técnico de Real Madrid entre 1959 y 1974, aunque en 1960 se dedicó al Plus Ultra, el equipo filial. Su nombre se asoció a las grandes conquistas en las primeras copas de Europa, si bien los principales protagonistas eran los jugadores, empezando por Alfredo Di Stefano.

En Alemania, Thomas Schaaf permaneció en el Werden Bremen de 1999 a 2013. Lo despidieron por malos resultados. Sin embargo, en mayo de 2021 regresó para dirigirlo en el último partido de la Bundesliga, donde el club se jugaba el descenso. Perdió, bajó y se tuvo que ir...

El ucraniano Valeri Lobanovski dirigió al Dinamo de Kiev en 19 temporadas, aunque lo hizo en tres períodos separados, empezando en 1974 y con su despedida en 2002.

De los que trabajan actualmente, uno de los más duraderos es Diego Simeone, que empezó en Atlético de Madrid el 23 de diciembre de 2011. Su contrato vencía este año, pero se acordó prolongarlo hasta el 30 de junio de 2024. Por su parte, Pep Guardiola está en Manchester City desde 2016.

URUGUAYOS. En los clubes uruguayos no existen los Guy Roux ni los Ferguson. Se puede citar el caso de Danielo Núñez, que empezó en Cerro Largo en 2008 y se despidió en 2022, pero no trabajó durante todos los años de ese período.

Héctor Castro, el famoso Manco, dirigió a Nacional entre 1940 y 1945, y luego lo hizo a Rampla entre 1947 y 1951: debe haber sido el técnico con mayor estabilidad en su carrera en dos clubes. En los tricolores, Hugo de León estuvo de 1998 a 2001.

Roque Máspoli condujo a Peñarol varias veces entre 1955 y 1992. El ciclo más extenso fue de 1964 a 1967. Si se suman todas sus etapas, supera las diez temporadas. También Gregorio Pérez tuvo más de un pasaje, el primero de ellos entre 1993 y 1995.

Juan Ahuntchain fue el DT de Defensor de 1991 a 1996 y solo se fue para dirigir a la selección uruguaya. Mucho antes, uno de los integrantes del cuerpo técnico de Maracaná, Romeo Vázquez, condujo a River entre 1949 y 1953.

Esos antecedentes, pero también los del seleccionado, destacan el inusitado proceso de Óscar Tabárez al frente de la Celeste, que lo convirtió en el técnico con más partidos dirigidos por un equipo nacional en el mundo: 225. Ocupó el banco en dos períodos: entre 1988 y 1990 y de 2006 a 2022. Dirigió a Uruguay en cuatro Copas del Mundo, un logro que comparte con el alemán Helmut Schoen y el inglés Walter Winterbottom.

Schoen dirigió al equipo alemán en 139 encuentros durante 14 años (1964 a 1978) y Winterbottom en la misma cantidad pero en 16 años, de 1946 a 1962.

El argentino Guillermo Stabile estuvo más años a cargo del seleccionado albiceleste: de 1939 a 1958 y brevemente en 1960-61. Pero su gestión fue muy especial, pues no encabezó ningún proceso estable, sino que era convocado cada vez que había un torneo o un partido amistoso. Y al mismo tiempo dirigía a clubes en su país. A Racing, por ejemplo, durante nueve años: 1945 a 1954.