CATAR 2022

El debate que generó el juego limpio de Uruguay ante Argentina: ¿se perdió la esencia?

Pese a ser goleada 3-0 en el clásico del Río de la Plata, la Celeste solo cometió cinco faltas en 90 minutos y no tuvo amonestados. La zona media quedó en el centro de la polémica.

Matías Vecino y Federico Valverde
Matías Vecino y Federico Valverde. Foto: Archivo El País

El dato impactó y hasta indignó a muchos. Uruguay fue goleado 3-0 por Argentina, en el segundo tiempo recibió una paliza futbolística y el conjunto celeste terminó con solo cinco faltas cometidas, ninguna tarjeta amarilla y mucho menos una roja. Esto abrió el debate, hoy mucho más palpable que en el pasado a consecuencia de las redes sociales.

Algunos hablaron de falta de actitud, otros de que este mediocampo celeste no representa la esencia del fútbol uruguayo y también están los que afirman que es parte de la transición que se debe hacer para adaptarse al fútbol moderno, en el cual ya no hay volantes de marca y otros de buen pie, sino que todos deben marcar y jugar. Pero como suele suceder, lo primero que se hace son las comparaciones.

Entonces, vienen a la mente rápidamente las imágenes de quienes fueron baluartes en el mejor momento de la selección de Uruguay en el Siglo XXI y bajo la conducción de Óscar Tabárez: Diego Pérez y Egidio Arévalo Ríos. Fueron los tractores celestes en el cuarto puesto del Mundial Sudáfrica 2010 y en la obtención de la Copa América 2011. Todo el continente hablaba de esa dupla, de su despliegue sensacional, una entrega encomiable, gran eficacia para cortar el juego y decisión para sacar al equipo rumbo al ataque.

Egidio Arévalo Ríos y Diego Pérez
Egidio Arévalo Ríos y Diego Pérez. Foto: Archivo El País

Contra Colombia y Argentina el sector central sufrió mucho. No hubo contención y tampoco generación, abusándose del toque corto intrascendente. ¿Faltó actitud? No, porque se marcó hasta el final, pero el rápido juego rival no permitió recuperar balones. En Buenos Aires, entre Matías Vecino y Federico Valverde quitaron solo siete balones.

¿Perdió la esencia el medio uruguayo? Definitivamente. Valverde y Rodrigo Bentancur serían enganches en la selección de 2010 y 2011, por más que en sus equipos (Real Madrid y Juventus) juegan en la misma posición que en la Celeste. Pero para la idiosincrasia uruguaya no son el prototipo de mediocampistas que se barren, dejan la piel en el césped y marcan presencia con alguna entrada fuerte con la amarilla como límite.

La imagen viral de Lionel Messi dominando la pelota ante seis uruguayos que lo miran en el preámbulo del tercer gol es muy elocuente. No hay que confundir garra con violencia, pero eso no significa desterrar la marca dura.

Y esto lleva a la tercera cuestión: la transición al juego moderno. Valverde, Vecino y Bentancur son fieles representantes del fútbol actual, porque tienen técnica para marcar y para jugar, pero los hinchas uruguayos exigen algo más. Por algo se celebra tanto que Nahitan Nández y Josema Giménez se tiren a trancar con la cabeza.

Cinco faltas en 90 minutos y ni una amonestación no es algo que se espere en un clásico y mucho menos si se pierde 3-0. Solo a modo de comparación, cuando se le ganó a Argentina por penales en la Copa América de 2011 con el Ruso y el Cacha en el doble cinco, se cometieron 25 faltas, hubo tres amarillas y una roja: la de Pérez.

Reportar error
Enviado
Error
Reportar error
Temas relacionados