Por qué Argentina está en modo 1986 y puede ser campeón del mundo

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Es ahora. Argentina está en modo 1986 y no puede dejar pasar esta oportunidad de conseguir su tercera Copa del Mundo. Ayer en un Lusail Stadium teñido de celeste y blanco superó a Croacia por 3-0 y se metió en la final del Mundial de Qatar 2022 que se jugará el próximo domingo en el mismo escenario. Espera hoy por conocer a su rival: Francia, el favorito en esta llave, o Marruecos.

Lionel Messi está en versión Diego Maradona y esa es la gran ventaja que tiene este equipo. Se mentalizó en ganar este Mundial, en su último baile, y en la cancha está jugando a su antojo. Y como si fuera poco, también este rol rebelde y contestatario parece quedarle muy bien. Está cómodo, adentro y afuera, y se nota. No es el único, porque la guapeza de Nicolás Otamendi en el fondo se asemeja a la que tenía Óscar Ruggeri y las corridas de Julián Álvarez ayer hacían recordar a las de Jorge Burruchaga en los partidos definitorios. Si hasta Lionel Scaloni, en su nombramiento, sufrió tantos cuestionamientos como Carlos Bilardo. Y así hay otros casos, pero todos tienen claro (como en 1986) que son actores de reparto. Por eso, al igual que con Maradona, a Messi lo cuidan, lo protegen y hacen todo en torno a él.

Argentina lo ganó de guapo. Tras un comienzo con varias imprecisiones y donde le costó agarrar la pelota, se llevó puesto a Croacia. Con Messi cargándose el equipo al hombro, como a lo largo de toda la Copa del Mundo, y con un Álvarez insoportable en ofensiva que arrancó como suplente de Lautaro Martínez y se terminó quedando con el puesto en base a sacrificio y goles.

Entre ellos dos armaron los dos goles en el primer tiempo. El delantero le ganó la espalda a la defensa rival, punteó la pelota ante la salida del arquero y cayó desplomado. Clara falta y penal que Messi cambió por gol a los 34’ con un remate fuerte, cruzado y arriba. Inatajable para Dominik Livakovic.

Cinco minutos más tarde, cayó el segundo en un contragolpe. La recuperó Messi y Álvarez se fue expreso desde su campo contra tres defensas croatas. Amagó con pasarla un par de veces, pero se la jugó solo y se metió al área. Lo favorecieron dos rebotes y definió luego ante la desesperada salida del arquero Livakovic.

Para el complemento, Croacia hizo cambios de nombres e intentó adelantarse en la cancha; pero sin éxito. Argentina se lo llevó puesto otra vez y a los 69’ liquidó el encuentro con la misma fórmula del primer tiempo: jugadón de Messi por derecha, llegando hasta el fondo y quebrando la cintura, y definición de Álvarez tras un pase atrás perfecto del 10. Terminaron abrazados.

Después, fue todo fiesta. Pintaba para partido cerrado en la previa, pero al final fue el que ganó más cómodo desde que arrancó el Mundial. Lejos quedó el cierre de partido ajustado ante Australia, donde Dibu Martínez tapó un mano a mano en la hora. Y también la reñida definición por penales ante Países Bajos, que hizo sufrir a más de un argentino. Esta vez le sobró tiempo a una semifinal del mundo. Por este motivo en los últimos 20 minutos Scaloni aprovechó a darle descanso a pilares como De Paul o al propio Álvarez y le cedió paso al debut de la Joya Dybala en este Mundial. Argentina se impuso con justicia y el domingo buscará traer el trofeo al continente luego de 20 años.

Tiene todo arriba de la mesa. Es local en todos los partidos, tiene al mejor jugador del mundo y un equipo plagado de estrellas que en esta selección entienden perfectamente qué papel cumplen. Hasta el DT lo entiende. Por eso, todos ellos mismos cantan con los hinchas: “Que de la mano de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar”.

Veremos quién tendrá en frente esta Argentina, pero lo cierto es que con Messi a este nivel la albiceleste cuenta con una ventaja grande. Es ahora. Se lo merece Argentina y se lo merece Lionel Messi.