Antúnez: "El proceso Tabárez no hubiese sido tan respaldado si no estaba el Frente Amplio"

Contenido Exclusivo

La nota a la que intentas acceder es exclusiva para suscriptores

Suscribirme

Conocé nuestros planes
y disfrutá de El País sin límites.

Ingresar

Si ya sos suscriptor podés
ingresar con tu usuario y contraseña.

Julio César Antúnez, de 66 años, asegura -por su extensa trayectoria- que las “sabe casi todas” dentro del mundo del fútbol uruguayo. También afirma, como una gran virtud, que no está “casado con nadie” porque que tiene “capacidad de sobra para dirigir” a cualquier equipo. Es por eso que, según él, puede ver la realidad de otra manera y “no como te la quieren contar”. En un mano a mano con Ovación el director técnico habló sobre lo “bien vendido” que estuvo el proceso del maestro Óscar Washington Tabárez en la selección de Uruguay, cuestionó el rol que tiene Diego Lugano en la AUF, la Mutual y en la Celeste, y pidió que le den una oportunidad a Nahitan Nández ya que solamente tuvo “un problema familiar con su señora”.

El Tola debutó a los 17 años en la Primera División de River Plate y a los 29 años, tras un desgarró, “colgó los botines” para comenzar su carrera como director técnico en Liverpool. Trabajó en varios equipos del fútbol uruguayo e incluso dirigió en Chile, Ecuador y Guatemala y aseveró que “los proyectos en el fútbol no existen”.

No obstante, tras escuchar el ejemplo del proceso Tabárez, Antúnez dejó el termo y el mate sobre la mesa del comedor de su casa, se apoyó en el respaldo del sofá, hizo silencio, se tocó la cara y remarcó -con un tono serio- que el ciclo del maestro no fue “solo un proyecto porque hay que entrar en otro terreno y es el de la política”.

El segundo ciclo de Tabárez en la selección uruguaya fue desde el 2006 hasta el 2021: consiguió el cuarto puesto en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, ganó la Copa América 2011 en Argentina y accedió a tres Mundiales de forma consecutiva (Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018), algo que no se daba desde 1970. Antúnez le resto importancia a esto porque tan solo “ganó una Copa América y estuvo 15 años”. “¿Eso es un proceso? Estuvo respaldado por un gobierno (el Frente Amplio) y una asociación”, relató.

Es sabida la afinidad de Tabárez con la coalición de izquierda, que estuvo en el gobierno desde el 2005 hasta el 2020. A todo esto, Antúnez especuló que tal vez el ciclo del maestro “no hubiese sido tan respaldado sino estaba el Frente Amplio”. “Hablamos de 15 años de trabajo y ganó una Copa América. Porque Uruguay casi siempre clasificó a las Copas del Mundo”, señaló.

“Tabárez hizo lo que quiso (en la selección). Fue a los Mundiales, pero no salió campeón y solo ganó una Copa América. Uruguay siempre ganó Copas Américas (junto Argentina son los máximos ganadores del certamen con 15) y antes no se hablaba de proyectos”, expresó.

“Cuando se habla de proyecto en este país se pone la figura de Tabárez. ¿Hay que aplaudirlo? Lo aplaudimos. Se lo recibió en el Palacio Legislativo (tras el cuarto puesto en Sudáfrica) y se hizo ‘un tablado’. Se explotó a nivel comercial. Pero hubo otros fenómenos en este país. Roberto Fleitas salió campeón de América ganándole a la Argentina de Diego Maradona en Buenos Aires en 1987. ¿Quién se acuerda de él? ¿Uruguay tenía una murga? Jugaban Rubén Sosa, Alzamendi y Francescoli. Uruguay siempre estuvo, desde mi punto de vista, un escalón por debajo de Brasil y Argentina, pero cuando llegaba a las finales sacaba la ‘garra charrúa’ y el equipo lograba cosas importantes”, dijo.

El protagonismo de Diego Lugano en varios ámbitos

Tras el cese de Tabárez como entrenador de la Celeste, la AUF designó a Diego Alonso como su sucesor. El ciclo del Tornado comenzó con la selección en la séptima posición en las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a Qatar 2022 cuando solo restaban cuatro encuentros. La historia tuvo un final feliz: el equipo ganó los cuatro partidos y accedió a su cuarta Copa del Mundo consecutiva.

Antúnez dejó en claro que la selección de Alonso le “genera mucha ilusión” de cara a Qatar, pero si “la arma como debe ser”. El entrenador elogió el gran presente de Federico Valverde, Rodrigo Bentancur y Darwin Núñez. No obstante, en varias oportunidades, se hizo una pregunta con respecto a uno de los referentes del equipo: “¿Por qué Diego Godín tendría que estar (en la lista final)? Si no puede jugar en Vélez”.

El Tola dijo que una de las razones por las cuáles el Tornado llevaría a Godín es porque el zaguero “es uno de los líderes del grupo y, seguramente, hará un trabajo que es importante para el entrenador”. Sin embargo, expuso otro motivo: la fuerte influencia que tienen el Faraón y Diego Lugano (exjugador del proceso Tabárez) en el equipo.

“Hoy estamos contentos por Uruguay y dios quiera que Alonso tenga éxito, porque sino le van a dar con un caño. Pero hay muchos que influyen desde afuera y meten la cuchara. Me pregunto: ¿qué papel juegan los exjugadores? Por ejemplo, Diego Lugano. ¿Cuál es el papel que juega en la AUF? Va a estar en el Mundial y Godín también. Es importante para el equipo y para ese grupo de interés, donde (Godín y Lugano) son socios comerciales. Entonces, de qué me estás hablando. En este país no se habla con lealtad porque sos loco o bocón. En esta profesión y en este país se la llevan (la plata) en cargos. Son hábiles”, enfatizó.

Para Antúnez el “fútbol es la multinacional más importante del país”. “Es una máquina de dinero y todos los que se meten no son, por ejemplo, feriantes. Son abogados, ingenieros, entre otros”, sostuvo.

Una oportunidad para Nahitan Nández

Uno de los futbolistas que más jugó en la Eliminatoria Sudamericana y quedó afuera de la lista de los 55 reservados para el Mundial de Qatar 2022 fue Nahitan Nández. El exjugador de Peñarol y Boca Juniors disputó un total de 915 minutos en 13 partidos con el maestro como entrenador de la Celeste en el camino para acceder a la Copa del Mundo.

El futbolista del Cagliari de Italia perdió la posibilidad de ser convocado por Diego Alonso debido a una lesión en el ligamento colateral medial de la rodilla derecha y por el contagio de covid-19. A su vez, hubo otro hecho que pesó: su situación ante la Justicia tras una denuncia de su expareja (Sarah García) por “violencia doméstica, psicológica y patrimonial”.

Antúnez no entendió por qué Alonso nunca “le dio una oportunidad a Nández”. “Jugó en Peñarol y Boca Juniors. No metan lo del problema familiar. ¿Qué importa la vida del tipo? Además, la suegra salió a decir que era todo mentira”, argumentó.

El Tola recalcó que la ausencia de Nández en la selección uruguaya se debió por la “sociedad en la que vivimos”. “¿Él está impedido por la Justicia? Es un jugador de fútbol que va a representar a un país”, comentó.

El director técnico llevó a cabo una comparación entre el caso de Nández y la política uruguaya: “Escuchás varias opiniones en el Parlamento y no arreglan nada. Te ensucian y te empapelan todo. Y a un botija no lo traes a jugar a la selección porque tuvo un problema con la señora, si esto llega a ser verdad. Pero luego ves a los dirigentes que se llevan (la plata) en carretilla. Vivimos en una sociedad hipócrita”.

Fútbol sucio

Antúnez puntualizó conocer muy bien todos los pormenores del fútbol uruguayo ya que hace alrededor de 50 años que está sumergido en ese mundo y afirmó, sin titubear, que “hay mucho dinero, pero no se reparte bien”. Dejó en claro que está “con muchas ganas de volver” a dirigir y remarcó que ofertas no le faltaron en este último tiempo, aunque optó por descansar. De todas formas, resaltó que no le importa quedar “afuera del fútbol”.

“Me crié en el fútbol donde los dirigentes hipotecaban sus casas para que los clubes funcionaran. Gente que le dio al fútbol uruguayo cosas importantes y algunos terminaron arruinados. Hoy los dirigentes son empresas, ‘inversionistas’. No seas malo; te dan pena algunas cosas”, explicó.

“No me preocupa trabajar a esta altura de mi vida. En el fútbol me las sé casi todas y si no estás es porque no te casaste con ningún dirigente. Esto está tan sucio como la política uruguaya”, argumentó.

El Tola disfruta del tiempo libre con su familia. De poder ir a buscar a su nieta al colegio, de estar con sus hijas, su mujer, del placer de poder tomar mate en su casa y mirar fútbol de todas partes del mundo. No obstante, siempre tiene el celular cerca, a la espera de un llamado para volver hacer lo que mejor sabe, que es -según él- “agarrar equipos que se caen a pedazos” para “zurcirlos y salvarlos del descenso”.