Juan Ramón Rodríguez Puppo
Juan Ramón Rodríguez Puppo

El panóptico progre

Autores neo marxistas del siglo pasado han trabajado mucho en el mundo del lenguaje como factores de explicación de cómo el mundo capitalista dominante se consolida a través de la palabra y los mensajes.

Tanto Bentham como Foucault y otros hablan del concepto: PANOPTICO. Una suerte de mirada impuesta desde un “arriba imaginario” que hace que las personas acepten un modelo capitalista que los uniformiza acatando un modo de vivir impuesto por ese ojo que todo lo ve.

Interesante teoría. Más interesante es ver como ellos la han usado para imponer ese modelo a la sociedad actual.

Por tanto, los Bentham, Foucault etc. insuflaron a generaciones de docentes, intelectuales y universitarios hacia un cambio de paradigma en las relaciones de poder. Nos impregnaron todas las capas sociales y culturales, periodismo y hasta el deporte para imponer un modelo cultural en la que nos tenemos que cuidar de todo lo que expresamos so pena de una condena social dominante.

Y lo que es más grave: ni siquiera nos condenan. Nos autocensuramos. Tenemos miedo al hablar de ofender al negro o al gay etc. y discutir con una persona del sexo femenino por criterios de educación de nuestros hijos o discutir arriba de un ómnibus por un tema mundanal, va a ser mirado como una actitud impulsada por una supuesta repulsión machista. Toda denuncia es hoy ya una condena. Y si no pregúntale a Gerardo Núñez.

La sociedad ha avanzado y salvo excepciones hoy todos vamos en una misma línea de respeto hacia el Ser Humano independiente del sexo.

La 1º apuesta es la revolución educativa. ¡Va a ser duro Robert! Es entender el problema y racionalizarlo.

Lo segundo es saber que todos nosotros podemos ser agentes de contra cultura. Tenemos la obligación moral de educar en valores. De denunciar la estafa intelectual del panóptico.

¡Basta de Gramsci! Naturalizar la conversación, ignorar el lenguaje inclusivo, reconocer al diferente como tal respetando a la persona. Mostrar con orgullo valores humanistas de la filosofía liberal. No conceder a la izquierda chavista americana ninguna supremacía ética.

Por tanto, distribuir no supone de antemano ser más noble que contribuir.

Ambas pueden ser buenas según la coyuntura. No es mejor Keynes que Hayek ¿quién dijo eso? tampoco a la inversa. Y seguro que ambos han superado a Marx que -de última- fue un vivaracho mantenido por su mujer. (Perdón don Olesker).

Ser trabajador no importa ser alguien afiliado a un sindicato. En cualquier caso, afiliarse es una opción. Y un emprendedor es un trabajador también. O un monotributista o Kioskero que no pagan cuota gremial. Ser del pueblo no es ser fan del carnaval necesariamente. Al pueblo también le puede gustar Mozart o los Beatles o Chacho Ramos.

En lo posible: Liberales. No regalar los espacios de formación de opinión. La zurda intentará siempre coparlo todo. Alcanza con mirar los zócalos tendenciosos de algunos informativos en medios que algunos suponen son “de derechas”. Nada dar por sentado sin una visión racional y crítica. Nada.

Los países no pierden su esencia liberal porque otros te ganan las elecciones. Te las ganan porque tú perdiste tu esencia y presencia liberal.

Reportar error
Enviado
Error
Reportar error
Temas relacionados