EDITORIAL
diario El País

Erráticos y mentirosos

El Pit-Cnt y el Frente Amplio nunca aceptaron la derrota electoral ante la Coalición Republicana.

Tal vez pensaron que estaban llamados a la eternidad y cuando perdieron se lanzaron como desesperados a corregir esa página de la historia que dice que el presidente de la República es Luis Lacalle Pou, que ganó y gobierna con el respaldo de un grupo de partidos (una estructura similar a la del Frente Amplio) que llegaron para cambiar las cosas y darle al país un giro nuevo, moderno y justo.

Desde entonces Pit-Cnt y FA han tenido un caminar errático por el mundo político y han elegido la falsedad o la mentira derecho viejo para obstruir las políticas que llevan adelante las autoridades democráticamente elegidas.

Antes fue la Ley de Urgente Consideración. Ahora es la Reforma de la Seguridad Social.

La Ley de Urgente Consideración era fundamental para el gobierno y entonces, como tal, había que hacerla desaparecer por más que legisladores frentistas habían dado su voto favorable en el Parlamento para su sanción. Prácticamente la mitad del articulado fue aprobado por unanimidad. Pero cuando el Pit-Cnt impulsó el referéndum, todos se olvidaron de lo que habían dicho y hecho en el Palacio Legislativo para sumarse a una de las campañas más grande de horrores o mentiras en la historia política uruguaya. Olvidaron aquella frase de Aristóteles de que “el castigo del embustero es no ser creído nunca más aun cuando diga la verdad”. Así les va a ir.

Se dijo que la LUC habilitaba la privatización de la enseñanza pública, que protegía el abuso policial, que promovía los desalojos exprés de los que alquilaban, que afectaba la libertad de expresión, que se iban a rechazar las gestiones de los padres adoptantes e incluso, que “la LUC no es Uruguay”.

Pese a todo, la ciudadanía no se dejó engañar. Se votó y se confirmó la LUC, ¿Qué pasó con el fin del mundo anunciado por el Pit-Cnt y el Frente Amplio?

Nada de nada. Pero lo peor es que el Pit-Cnt y el FA no aprendieron la lección. Y la misma política de eslóganes que no son ciertos han vuelto a ser utilizados contra el proyecto de reforma de la Seguridad Social, ese que el mismísimo presidente Lacalle Pou llevó personalmente a la sede del Frente Amplio para entregarlo a sus autoridades. El camino errático y mentiroso volvió a aparecer, al tiempo que desapareció la idea de volver a juntar firmas para derogar la ley (que aún no se aprobó) porque la cátedra de Derecho Constitucional de la Universidad de la República ha sido categórica en negar esta posibilidad.

El caballito de batalla ahora es que la reforma va a provocar una baja en el monto de las jubilaciones, lo que fue rotundamente negado por el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres: “Esta reforma significa que vamos a mover la edad de retiro, pero que no van a bajar las jubilaciones. Esta es una afirmación firme que vamos a defender en todos lados, pero que además uno tendría que recordar que hace no mucho tiempo también decían muchas cosas sobre la Ley de Urgente Consideración, ninguna de ellas se cumplió”.

La verdad sobre el proyecto de reforma la han manejado Mieres Mieres y Rodolfo Saldain (Presidente de la Comisión de Expertos en Seguridad Social). Algunos temas son:

-Subir la edad de jubilación mínima de 60 a 65 años, con excepciones en caso de trabajos físicos (la construcción o trabajadores rurales, por ejemplo). Los 60 años de edad fueron fijados por ley del año 1925. La gente hoy vive cada vez más, los jóvenes cada vez son menos en la ecuación demográfica, por lo que la única salida es que la gente se retire un poco más tarde. Actualmente, la gran mayoría de los uruguayos se retiran a los 63 años. No pensaba cambiarse la edad de retiro, pero la realidad dijo otra cosa y así se reconoció.

-Unificar en forma gradual las cajas que hoy están separadas del Banco de Previsión Social: la Militar, la Policial, la de Profesionales, la Notarial y la Bancaria. Seguirán conviviendo el BPS y las AFAP como lo hacen hasta ahora.

-Mantenimiento de los derechos adquiridos: no se quitarán derechos a ningún jubilado activo, ni sacará bonificaciones que ya tengan los pensionistas actuales.

-Mujeres con hijos: se mantienen beneficios y se les resta un año para la jubilación por cada niño que tengan.

-Los jubilados podrán trabajar haciendo nuevos aportes, que tiempo después mejorarán su pasividad.

Esta es la verdad. Lo otro, el camino errático y la mentira, va por cuenta del Frente Amplio y el Pit-Cnt.

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