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Uruguay no se asusta


@|El Mercosur es prácticamente “una zona de libre comercio imperfecta”- para subrayar que no hay ni siquiera “un arancel externo común” sino “diferentes aranceles” que perforan al acuerdo, o que al mismo tiempo “abundan las restricciones no arancelarias que impiden uno de los postulados más sagrados: la libre circulación”.

El Canciller argentino Santiago Cafiero convocó el pasado martes 6, a una reducida conferencia de prensa en el último piso del Palacio del Mercosur, para ahondar sobre algunas de las afirmaciones realizadas durante la Cumbre.

Allí, ante la consulta acerca de qué “eventuales medidas” pueden tomar los socios contra Uruguay si el gobierno de Luis Lacalle Pou persiste en su voluntad de firmar acuerdos con terceros países por fuera del bloque, contestó que eso será materia de un “tribunal de arbitraje” y que Uruguay debía elegir si “está con el Mercosur o se va con China”.

“No se puede hacer las dos cosas. No se puede tener un tratado de libre comercio con otro Estado”, afirmó.

Ante la repregunta sobre el mecanismo formal que puede aplicarse entonces contra Uruguay en ese caso, se limitó a responder: “Es que no se puede… El fundamento del Mercosur es justamente ese. No se puede avanzar con un tratado de libre comercio, firmarlo y pertenecer al Mercosur”.

Al cierre de la reunión las declaraciones fueron menos acaloradas.

“Debemos revisar la normativa, tal vez te quepa razón Luis en que la normativa es de alguna manera dura y que tenemos que tener un margen de flexibilidad para esto que llamamos decisiones unilaterales”, dijo Fernández, mirando a su par de Uruguay sentado a un metro en la misma mesa.

“En mis palabras no está la verdad, está solo una mirada”, dijo Fernández en referencia a su anterior discurso en esta misma Cumbre, minutos antes, y en el que había fijado una posición más firme contra la intención de Uruguay de negociar solo con terceros países, aún sin el acuerdo de los socios del bloque.

“La ayuda es siempre bienvenida, todos necesitamos ayuda”, respondió Lacalle Pou, y volvió sobre su punto central: las negociaciones comerciales bilaterales: “Siempre lo dijimos, formal e informalmente, vamos juntos (a negociar), ayudémonos todos, ahora, si no se quiere ir, la manera de ayudarnos es dejarnos ir. Y me parece que esa es lisa y llanamente la propuesta expresada hace muchos, muchos gobiernos por Uruguay y que hoy estamos conversando aquí entre todos”.

Poca memoria la de Argentina; cuando los “K” cortaron puentes a Uruguay, el Mercosur miró para otro lado; cuando Brasil frena el ingreso de camiones con arroz uruguayo, el Mercosur está ausente; cuando Argentina y Brasil tienen intereses en común, no se acuerdan del Mercosur.

Ahora, encerrados en sus propios problemas políticos, sociales y económicos les da miedo que Uruguay se abra al mundo y ellos queden fuera del tema por sus propias debilidades.

No Señores, el Mercosur no es una calza que le queda bien a argentinos y brasileños. El Mercosur debe compensar los desequilibrios internos y ser flexible a las necesidades de sus integrantes minoritarios. ¡Les guste o no!
Uruguay debe abrirse al mundo o ser víctima de un Mercosur que no funciona, o lo que es peor, funciona al ritmo de Argentina y/o Brasil.

Estimados socios del Mercosur, Uruguay es chico pero tenemos la garra charrúa y no nos achican con amenazas.

Queremos más y mejor Mercosur.

Pero si son sordos a nuestras demandas, ya tenemos interlocutores que nos escuchan.

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