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Medicina para este siglo


@|La ciencia nació por la capacidad humana de pensar, con interrogantes de la más diversa índole impulsando las pesquisas. 

En la Edad Media, los mecenazgos favorecieron artes y ciencias. Aunque hubo quienes terminaron en la hoguera. Los tiempos fueron cambiando y llegamos al siglo XXI con un incremento del conocimiento y de la información; de la tecnología, la globalización, derribando mitos y fronteras. La aplicación de la metodología científica fue y es el cernidor para el camino correcto y arduo de estudio y aplicación correcta de los hallazgos. 

En medicina, la divulgación al mundo de la estructura genómica humana fue la revelación que permitió la entrada en la estructura íntima y descifre de funciones en el organismo humano. Una revolución, donde la aplicación del ordenador fue un hito transformador que abrió camino.

El conjunto implica estudio, perseverancia, contar y obtener información, experimentación, demandando tiempo, dedicación y respaldo económico para hacerlo viable. 

Muchos países apoyan y aportan medios para estos fines, siendo líderes universidades y centros, destacados por sus avances en tal o cual terreno.
El objetivo es descollar para el país o más; calificar y estar en el ranking de los mejores. Valorados por su staff, que es evaluado en su accionar, resultados e investigaciones: el gran capítulo que les catapulta, redundando en que las personas buscan y obtienen solución a problemas allí.

El mundo los mira, juzga su competencia su esfuerzo, capacidad y dedicación.

Se llega a esos niveles cuando hay interés científico en el progreso. Internamente, hay una estructura dedicada a promocionar el centro, detectan quienes están dispuestos a invertir para financiar. También buscan mecenas para esos fines, donde el ranking del centro es fundamental. Súmase el interés de la industria para hacer uso de los resultados o invertir en planes de estudio. También el interés gubernamental detrás de soluciones y apoyando el progreso.

Es decir, hay una competencia en la búsqueda de logros con aplicación en la práctica médica. Quienes tienen más éxitos, mejor aplican, obtienen más beneficios; personas y técnicos quieren estar bajo ese paraguas, siendo una competencia permanente. Un trabajo a tiempo completo que da frutos a la persona, la institución y a las personas.

Mientras que, si se carece de una impronta semejante, si no se estimula la formación del médico calificado, apoyando y defendiendo la investigación, la tecnología mirando al futuro, es de esperar seguir igual y buscando destinos mejores en otros ambientes, pacientes, médicos y técnicos.

En resumen, es necesaria una política de enseñanza seria, interés en progresar; con competencia, también seria, entre centros, esté presente.
Entender que invertir en buena medicina incluye desafíos, búsqueda y sumarse al mundo del desarrollo que mira cuando algo o alguien se destaca.

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