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8 de Marzo


@|Distintas formas de celebrarlo y vivirlo.

Creo ya haber escrito, yo como tantos, sobre esta celebración de la Mujer del día 8 de Marzo.

Ya he expresado que si festejarlo y destacarlo implica denostar a los hombres, nuestros compañeros de ruta, yo, paso.

Como decía Marie Curie que si tengo que demostrar de alguna manera que soy igual de valiosa que un hombre, estaría aceptando que parto de la base de que no lo soy.

Esta celebración que apoyo en su esencia, se ha, como dicen en España, salido de madre para convertirse, las más de las veces y muchas veces aceptada y voluntariamente dirigida, en un espacio político partidario que suena a algo así como "Si sos de izquierda, sos feminista a ultranza; si no sos de izquierda, no sos feminista" (¿algún recuerdo...?).

Pues, sí soy feminista en tanto y en cuanto defiendo los derechos de las mujeres y abogo para que cada día más puedan encontrar libremente su camino en la vida y ser felices.

Y vaya si se han logrado cosas: desde el voto femenino, por nombrar algo que vino para quedarse y es de estricta justicia (aún quedan lugares donde no se da, lo sé y lo lamento), hasta nuestros días en donde las mujeres hemos conquistado posiciones de relevancia a nivel mundial; ya sea conduciendo los destinos de sus países, piénsese en una Ángela Merkel al frente de una potencia como Alemania; ya sea sintiéndonos libres, admiradas y respetadas, cada una desde el lugar en que elige estar. Y recalco esta palabra “elige”, porque hoy podemos ser dueñas de nuestro destino y hemos batallado para ello.

Lo que me rechina y mucho es que en ese camino de conquistas, la mujer acepte cambiar su esencia con actitudes que seguramente la desmerecen y borran los resultados de sus luchas, para dejarnos a todas las que nos pensamos de forma diferente haciendo equipo con nuestros hombres, sean padres, maridos, hijos, etc., en la búsqueda de un mundo mejor, como las faltas de compromiso y pasivas frente al tema.

No pienso que desnudarse y escribirse alguna consigna en el pecho las posicione a todas las mujeres en otro lugar que no sea de un fundamentalismo del que nada bueno puede esperarse.

También he visto apoyos en las redes en donde las mujeres buscan celebrar el día adjuntando el puño levantado junto a sus fotos. ¿Buscando qué? ¿Más enfrentamiento? ¿No sería mejor la mano tendida para ser con nuestros hombres "mucho más que dos"?

Leyendo el suplemento que adjunta El País, Gente D' Italia, me permito terminar esta carta con una traducción libre de lo que el Papa Juan Pablo II escribe sobre la mujer y el periódico publica: “¡Gracias a ti, mujer, por el solo hecho de serlo! Con la percepción propia de tu esencia femenina, enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas”.

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