Línea 77 y demás

Contenido Exclusivo

La nota a la que intentas acceder es exclusiva para suscriptores

Suscribirme

Conocé nuestros planes
y disfrutá de El País sin límites.

Ingresar

Si ya sos suscriptor podés
ingresar con tu usuario y contraseña.

@|Pese a que la empresa que monopoliza dos terceras partes del transporte colectivo de Montevideo sale a la palestra con anuncios publicitarios donde nos habla de mejoras en sus servicios, la realidad de las horas pico es lejana a sus cantos de sirena.

Y hay ejemplos, como es la línea 77 (ex Raincoop) que otrora cubría el recorrido Punta Gorda-Plaza Independencia. Pues ahora la misma ha sido modificada y enviada desde Portones al Nuevo Centro y al Antel Arena, dejando sospechas de algún conflicto de interés por fuera de las reales necesidades de barrios, que, como Punta Gorda- donde sus usuarios son en su gran mayoría de empleos domésticos- necesitan conectarse más asiduamente a sus lugares de trabajo.

Tenemos también la línea 173 que ha sido eliminada, cosa que agrava la situación de esa zona. Además, la salida de la línea 77 de su terminal hacia Plaza Independencia ha dejado, sobre el eje de Camino Carrasco, desde avenida Bolivia a Pan de Azúcar, con solo las líneas 105 y 109 a disposición de la población de esa vasta faja urbana para ir hacia el centro, que en horas pico, es conducida como ganado, haciéndonos recordar a aquellas plataformas de los ómnibus Leyland y Aclo, de aquel tiempo mejor, donde viajábamos alegremente colgados.

Hoy la línea 77, en forma virtual, de poco sirve a los montevideanos de Carrasco Norte y Malvín Norte, que deben estar a la caza de los ubicuos 105 y 109 que pasan recargados de sufridos criollos; y es seguro y muy probable que esta línea 77 da pérdida a tenor de que pasan sus unidades casi siempre vacías.
En definitiva, el transporte colectivo metropolitano merece un estudio más profundo, que sea encarado en busca de soluciones más cercanas a las realidades del día a día, que están a la vista en las paradas de Camino Carrasco en las horas más necesarias para la población.

Y por cierto, ello es también obligación de las autoridades pertinentes que deberían preocuparse en no dejar tan expuestos los intereses comunitarios.