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Desorden y descontrol en Piriápolis


@|Carta abierta al Sr. Ministro de Turismo, Sr. Ministro del Interior y Sr. Intendente de Maldonado:

Actual desorden y descontrol en Piriápolis por inacción de la Alcaldía y la Policía.

Desde hace ya bastante tiempo y antes de la pandemia, grupos de jóvenes desorientados e irrespetuosos están alterando la tradicional calma y tranquilidad del balneario ante la pasividad y falta de control efectivo por parte de las autoridades Comunales y Policiales.

Suelen agruparse en las tardes y altas horas de la noche molestando a los residentes del lugar con su presencia y ruidos molestos de motocicletas, “música” y vehículos. Ni que hablar de daños en las propiedades (que posteriormente deben ser reparados por sus dueños), restos de papeles, nylon, latas, botellas, cajas de bebidas (y otros objetos no mencionables en esta publicación) que quedan luego de sus incursiones y deben ser recogidos, dentro y fuera de las viviendas.

Las violaciones a cuanta norma de tránsito exista para vehículos y circulación de los mismos son moneda corriente, poniendo en riesgo a quienes debemos obligatoriamente entrar o salir de nuestras viviendas.

Inicialmente (y aún hoy) las reuniones eran en la llamada “Ramblita de los Ingleses”, que es el tramo de la rambla existente entre la Prefectura Nacional Naval y el Puerto.

A la fecha y pese a la reiterada pero casi infructuosa movilización de los vecinos ante las autoridades comunales y policiales (la mayoría de los cuales están tratando de enajenar sus propiedades, siendo éstas además muy difíciles de arrendar por los motivos expuestos), estos sujetos se han trasladado al recientemente muy bien recuperado Murallón del Puerto que está sobre la Avenida Piria.

Las múltiples gestiones realizadas ante la Alcaldía y la Seccional Policial N° 11 de Piriápolis, por esta realidad que afecta sensiblemente a quienes siendo propietarios vemos seriamente limitados nuestros derechos de libre acceso y disponibilidad de espacio propio a nuestras viviendas, no han resultado más que consistir en simples promesas de acciones a tomar, sin que exista a la fecha ningún resultado positivo apreciable, sino todo lo contrario.

No es ajustado a derecho el que personas desconocidas se agrupen y adueñen de espacios frente a propiedades (puertas y garajes) y estén permanentemente pendientes de nuestros movimientos y actividades; y menos aún a altas horas de la noche en donde, por razones obvias, no es seguro volver ya sea caminando o en un vehículo y encontrarse con ese ambiente grupal absolutamente intolerable e intranquilizante.

Vecinos propietarios de inmuebles que residen en el exterior han cancelado sus viajes al balneario ante estos desórdenes que alteran la paz y tranquilidad que siempre ha existido en el lugar, e inquietan e impiden la libre movilidad de sus hijos, hijas y nietos.

Inútiles han resultado los esfuerzos por tratar de comunicarnos con el Sr. Presidente de la Comisión de Turismo de Piriápolis; además, la Cámara de Hoteles y de Comercio no parecen interesarse demasiado en el tema.
Resulta realmente sorprendente que tanto la citada Comisión, como los gremios de hoteles, restaurantes y comercios no valoren el importante perjuicio que estos disturbios, ya muy conocidos desde el punto de vista turístico, están provocando al balneario en todos los niveles.

Corresponde entonces preguntarse: Sr. Ministro de Turismo, Sr. Ministro del Interior y Sr. Intendente de Maldonado, ¿para qué tanta promoción, gastos de publicidad, viajes al exterior y pérdidas de tiempo a fin de que nos visiten turistas, si no somos capaces de ofrecerles un mínimo de paz, libertad, tranquilidad, seguridad y sosiego durante su estadía?

¿No sería oportuno, dada la inoperancia de las autoridades responsables existentes en el balneario, tomar cartas en el tema y proteger a quienes han invertido en propiedades y legítimamente quieren hacer un adecuado y ordenado uso de ellas, así como también al comercio y servicios que allí se prestan y que tanto lo necesitan? ¿Será ya demasiado tarde? ¿No es ese el Uruguay que todos deseamos promover?

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