Nicolás Albertoni
Nicolás Albertoni

El mundo sigue su marcha

A la agenda internacional no le faltan temas. La pandemia sigue presente y las tensiones en Eurasia también comienzan a tomar un lugar importante en las noticias

Mientras tanto, en Uruguay, hasta fines de marzo estaremos focalizados en los debates vinculados a la Ley de Urgente Consideración. Ojalá que sean con seriedad y altura.

Así mismo, hay acontecimientos internacionales fundamentales que acontecerán en este 2022 que no deberíamos perder de vista. Parece necesario, cada tanto, asomarse al mangrullo para dar cuenta que el mundo sigue girando más allá de la pandemia y debates locales.

Por ejemplo, en este 2022 se llevarán a cabo algunas elecciones claves en la región y resto del mundo. Estados Unidos ya inicia el proceso de elecciones de medio término para elegir 435 representantes de la cámara baja y un tercio de los miembros del Senado. Esta elección sucede en medio de muchos desafíos que el presidente Joe Biden enfrenta de cara a la segunda parte de su mandato: sigue con una baja aprobación (oscilando entre 40% y 45%); los desafíos de la pandemia no llegan a su fin y la inflación aumenta a un ritmo pocas veces visto en las últimas décadas. Perder el control de las cámaras podría significar un golpe importante para el gobierno demócrata y comenzaría a ilusionar a los republicanos de cara al 2024.

En julio, seremos testigos de elecciones legislativas y presidencial en India, país que en los últimos años ha padecido numerosas manifestaciones sociales. Será una instancia clave para medir la fuerza política del actual primer ministro indio, Narendra Modi, a quien la gestión de la pandemia no le ha resultado fácil.

En el segundo semestre, China celebrará el XX Congreso del Partido Comunista Chino que, probablemente le asegure un tercer mandato a Xi Jinping. Del resultado de ese congreso surgirán muchas pistas de cómo se posicionará China en un mundo multipolar cada vez más complejo e incierto.

Si miramos hacia Europa -dividida hoy entre la socialdemocracia y la extrema derecha antieuropeísta- habrá elecciones en Francia, Hungría y Suecia.

Miremos ahora el barrio. En América Latina tendremos tres elecciones presidenciales este año: Costa Rica (hoy domingo), Colombia (29 de mayo), y Brasil (el 2 de octubre). Estas elecciones -principalmente las dos últimas- podrían marcar un giro político en América Latina tras las elecciones entre 2020 y 2021 de Luis Arce en Bolivia, Pedro Castillo en Perú, Xiomara Castro en Honduras y Gabriel Boric en Chile.

Dejemos de lado lo electoral y repasemos importantes encuentros internacionales que se sucederán. En junio se celebrará la Cumbre de las Américas, en Los Angeles, Estados Unidos. Será un evento clave para ver cómo se posicionará Estados Unidos con respecto a la región (especialmente ante los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela) y viceversa. También se llevará a cabo la Cumbre Iberoamericana, que convoca a 22 países y que, en los últimos años ha tenido muchos desafíos para desarrollar una agenda productiva para la región. En los próximos días, en Camboya, se realizará la Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (Asean) y en Tailandia la Cumbre del Foro de Cooperación de Asia-Pacífico (APEC). Será importante ver los resultados de estas Cumbres para ver los alineamientos de Asia con respecto a la puja de poder entre China y Estados Unidos. Ya que estamos en Asia, conviene prestar mucha atención a la visita del presidente de Argentina, Alberto Fernández, a China.

En Alemania se dará el encuentro del G-7 y en Indonesia el del G-20. En materia de seguridad internacional, se desarrollará la Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y, en Uzbekistán, la Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái. En ambas cumbres las tensiones en Eurasia estarán en el centro del debate. Finalmente, en materia ambiental, este año se llevarán a cabo la Conferencia sobre Biodiversidad de Naciones Unidas y la Conferencia sobre Océanos. La Cumbre de Cambio Climático se llevará a cabo en Egipto.

La simple enumeración de reuniones y cumbres que se van a celebrar, parecen indicar ese deseo de “relanzamiento” de diversas conversaciones que habían quedado postergadas a causa de la pandemia. Normalmente desde Uruguay vemos un tanto lejanas de estas instancias. Sin embargo, debemos tomar cada vez mayor conciencia de que, en un mundo que busca desesperadamente certidumbre en el horizonte, nuestro país -que ha tenido un manejo ejemplar de la pandemia- puede tener mucho para aportar. La ventana de oportunidad que se nos presenta en estos casos es muy importante.

Por eso, cuando nos disponemos a poner el foco en una nueva campaña electoral -para alguna vista como de “medio término”- es justo reclamar, al menos, que se sepa generar un debate sano y que pueda tener un sentido profundo para el país. Que sea constructivo. Que valga la pena. Porque invertir tiempo en estos debates domésticos, sobre los mismos temas por segunda vez (la primera ya fue el recinto de la mayor representatividad nacional) no resulta gratis para un país como el nuestro que quiere y puede empezar a ser parte activa de conversaciones globales.

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