Leonardo Guzmán
Leonardo Guzmán

El imprevisto heroísmo

Un mensaje viralizado en redes sociales llamó a apagar las luces en toda Europa desde las 20:00 de anoche “para enseñarle a Putin que preferimos sentarnos en la oscuridad antes que comprar su gas y su petróleo”.

Hace una semana parecía que en el Viejo Continente todo iba a ser mansedumbre y resignación. Pero la grandeza del pueblo ucraniano y la estatura heroica del Presidente Volodimir Zelenski hicieron que, por debajo de la epidermis consumista y hedonista, en Europa se regenerase el ideal greco-judeo-cristiano de autonomía personal y soberanía de los pueblos. De golpe el relativismo y la deconstrucción se convirtieron en voluntad de no ceder ante el despotismo. El quehacer ucraniano y europeo de estas horas está confirmando que, como escribió para siempre Benedetto Croce, la historia es pensamiento que se hace acción y se forja por hazañas de la libertad.

En el contexto del crimen abyecto cometido por Putin en la guerra que prohíbe nombrar y busca justificar como defensiva, vale mucho que la posición de nuestro país sea inequívoca: estamos resueltamente del lado del débil, más allá de las buenas maneras diplomáticas y los negocios posibles. Como los europeos de anoche, preferimos el sacrificio a vender nuestro rico patrimonio al vil precio de la necesidad, porque tenemos cultura de raíz universal y porque aprendimos la ética del Fundador de la Nacionalidad.

Por eso, es plausible la rotundidad de la condena pronunciada por nuestro gobierno y es inadmisible e incomprensible el traspié en la OEA, por el cual Uruguay no acompañó desde la primera hora la condena a la agresión de Putin, que votaron 24 gobiernos y nosotros no. Y por eso, también, es plausible que el Presidente Lacalle Pou haya salido a decir su convicción, que es la de todos los partidos a pesar de las hesitaciones de ciertos minoristas de la oposición.

También me resulta digna de apoyo la decisión del Presidente de Antel, Ing. Gabriel Gurméndez, de suprimir la cadena de propaganda RT de la grilla de Vera TV. Se sabe que es una resolución que no apoya el Presidente Lacalle Pou. A mí me parece que sería una vergüenza que mañana pudiera reprochársele que una empresa del Estado se hizo la que no sabía y siguió pancha, retransmitiendo la campaña de Putin agresor sin recoger la señal televisiva de Ucrania agredida. No es cuestión de libertad de acceso, puesto que Antel sigue transportando la monserga ruso-guerrerista, que todos podemos buscar en Internet y, además, hallar en los canales privados que tienen derecho a transmitir lo que eligen, no más pero no menos que el Estado cuando actúa en régimen de Derecho Privado, como le permiten múltiples leyes.

Pero no es cosa de detenernos en lo incidental y menor, cuando como personas y como país se nos llama a admirar de lejos y a sentir de cerca la grandeza de un pueblo que, ensangrentado por el alma imperial de un dictador, se planta sobre sí mismo y, con su Presidente y su familia al unísono, se para sobre sus muertos, sus heridos y su terror, para decir: Aquí estoy y aquí me quedo.

En la chatura ambientada por los materialismos de distinto signo pero igual insensatez, actitudes como de Ucrania no hallan eco.

Pero en las zonas superiores del espíritu, llaman al heroísmo.

Que es el imprevisto con el cual no contaron ni Hitler, ni Mussolini, ni Putin.

Reportar error
Enviado
Error
Reportar error
Temas relacionados