Juan Ramón Rodríguez Puppo
Juan Ramón Rodríguez Puppo

La moda del acuerdo nacional

Hace muchos años cuando alguien quería que algo fructificara en nada, proponía un gran acuerdo nacional. Una forma de meter algo complejo en un nido de grillos para que las diferencias detonen cualquier solución posible.

Alguna vez y en algún lado dio resultado. Por ej: cuando se sale de una dictadura y se apuesta a la paz social. Hoy y luego de 15 años de gobiernos del FA en los que las mayorías avasallaron a las minorías, al Presidente de dicha Coalición se le ocurre un diálogo entre Presidentes de los Partidos. ¡Justo a quién se le ocurrió! Pereira a partir de la derrota en la LUC no ha cesado de usar la retórica agresiva. Sus frases aún suenan en nuestros oídos:

“El gobierno no está preparado” “No se están haciendo cargo” “Este es el gobierno de las excusas y la rendición de las excusas” y podría citar no menos de 30 frases más como estas. ¿Es Fernando Pereira el hombre indicado para llamar a un diálogo positivo?

Pero además lo hace refiriéndose al narco Marset como disparador de ese diálogo positivo. Y todo con el pretexto de discutir sobre financiamiento de los Partidos. ¿Piensa que somos estúpidos?

Obvio que su idea es reinstaurar el tema Marset para colocar al gobierno en el banquillo de los acusados. Es como si el ministro Heber planteara un gran diálogo social para discutir de Charles Carrera y el Sanatorio Policial. ¿Quién le creería?

Hablamos del mismo Pereira que hace poco apretó a tres periodistas de radio Sarandí. Y por si fuera poco ahora menciona revalorizar la Jutep. Pero ¿qué tupé? Justo el Presidente del Partido que impulsó que al miembro comunista de la Jutep lo obligaran a renunciar sus propios compañeros. Porque tuvo la infeliz idea de estampar su firma en un informe que cuestionaba la transparencia en la administración Cosse en licitaciones del Antel Arena. O sea “lo echaron por honesto”.

Resulta que a Pereira, después de meses descalificando, ahora le apareció el “yo democrático y pacificador” e insta a sus colegas a mejorar el diálogo político. No le creo.

¿Qué espíritu de paz supone la pedrada a Robert Silva? ¿Y las ocupaciones y paros?

Esa nueva vocación del Presidente del FA supongo que lo inspirará -en el futuro viaje que han anunciado a México y Cuba- para convencer a algunos dictadores a revisar su autoritarismo. En pocos días, Pereira y algunos adláteres viajarán a América Central con esos fines y me lo imagino conversando con Díaz Canel para que suelte presos políticos y llame al diálogo en la isla. Capítulo aparte es la invitación en el mismo sentido de Cabildo Abierto. Hasta parece que se hubieran puesto de acuerdo con Pereira para ir al unísono. Estas coincidencias increíbles -a veces- uno supone que son parte del realismo mágico de un libro de García Márquez.

Pero no. Suceden en nuestra comarca.

¡Cosas veredes Sancho! En fin, lo de Cabildo al menos lo entiendo en clave política. Buscan su perfilismo. Pero lo del FA es una vergüenza.

Los 900 mil uruguayos en el clearing, la reforma del Estado y de la Educación, el 11% que supone el peso de la seguridad social y los 670 asentamientos que dejó el FA son temas que van a terminar esperando para que alguien algún día intente -desesperadamente- ponerle el cascabel al gato. ¡Mala tos le siento a ese gato!

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