Ignacio Munyo
Ignacio Munyo

De eso no se habla

Se habla de la seguridad, de combustibles, de números de celulares, de desalojos; de lo que no dice, pero creen que sugiere, o de una agenda agazapada. Se habla mucho de la LUC, pero poco sobre la Educación, que ocupa gran parte de la norma y que eso está en juego en el referéndum.

La consulta popular es sobre 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC) aprobada en 2020 y la ciudadanía resolverá sobre los artículos recurridos en bloque, sin poder diferenciar temas sino respondiendo Si o No a la derogación. Como muchos uruguayos, me he preocupado de estudiar los artículos bajo cuestión y he llegado a la conclusión de que la norma es positiva para el país, pero que, sobre todo, los 34 artículos que se refieren a la educación son los más relevantes.

Ahí se juega la continuidad de un proceso de cambios en el sistema educativo que se viene discutiendo hace muchos años y que es de vital importancia para el país. Lo que hay que hacer para mejorar los resultados es sabido; y donde se ha podido implementar, ha tenido éxito, tanto a nivel internacional como en micro experiencias a nivel local.

La realidad es que tenemos un sistema que ofrece un mal servicio y que obtiene muy malos resultados. Hace décadas que Uruguay presenta indicadores de insuficiencia educativa en Secundaria mayores al 50%. Solo la mitad de los docentes están titulados, cuando en América Latina 70% tiene título y a nivel global 80%. Más importante aún, 35% de los directores de instituciones de educación secundaria asegura que no cuenta con docentes preparados.

La situación de la educación es crítica y, sin cambios, las perspectivas son dramáticas. Nos lo dicen estudios internacionales, lo saben los especialistas locales, lo reconoce la mayoría del sistema político, lo tienen claro los profesores, lo perciben los alumnos y los padres. Pero cuesta cambiar.

Nada de esto se arregla por arte de magia con la LUC. Eso lo tenemos claro.

Empero, con el marco aprobado, el gobierno ya presentó el Plan de Política Educativa Nacional 2020-25. El Ministerio de Educación se compromete ante el Parlamento a cambios y resultados concretos, lo que va a permitir a la gente saber si se cumplió con lo prometido, una vez terminado el gobierno.

Invito a que antes de leer los complejos 34 artículos relacionados con la educación de la LUC, lea las 36 páginas del Plan de Política Educativa. Ahí está el compromiso de reforma. Ahí están los cambios necesarios para que haya autonomía de gestión en los centros, para que haya más involucramiento de las familias en los proyectos educativos; que es lo que funciona en el mundo. También ahí hay un plan para mejorar la capacitación y el compromiso de los docentes; que es lo que está demostrado ser lo más relevante para mejorar los resultados del sistema educativo.

Para poder ejecutar los cambios se debe empoderar a los responsables para que las reformas puedan implementarse y no se tranquen en la tela de araña del gobierno de la educación. Eso es lo que se plantea en la LUC y por eso es tan importante. Es necesario darle autoridad circunstancial a los que tienen que ejecutar los cambios votados por la ciudadanía para poder actuar. Sin poder, no se puede.

De educación no se habla; pero es lo más importante, y ese capítulo de la LUC abre una esperanza, que sería necesario que se mantuviera y consolidara.

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