Hernán Sorhuet Gelós
Hernán Sorhuet Gelós

Hay mucho por hacer

A medida que se incrementa el conocimiento y el compromiso de la sociedad con la conservación de los recursos naturales, aumentan las posibilidades de poner en práctica un mejor modelo de desarrollo sustentable en el país.

Es uno de los peldaños que se deben subir si se pretende tener éxito, porque se trata de una tarea de todos, que no admite colectivos excluidos.

Resulta curioso comprobar que la fauna silvestre de nuestro país es quizás uno de los recursos menos considerados y valorados, como si se tratara simplemente de elementos que forman apenas parte de la escenografía viviente de nuestros ecosistemas. Craso error que le ha costado pagar un precio muy elevado, incluyendo algunas especies que fueron forzadas a seguir el trágico camino de la extinción.

En términos generales se puede decir que esta visión tan distorsionada del papel que juegan las especies silvestres es un error subsanable, recurriendo a estrategias de información y educación.

Desde hace varias décadas, las ciencias ambientales vienen creciendo de manera exponencial, colaborando de manera muy significativa con los procesos de producción y desarrollo, aumentando la generación de riqueza, trabajo y cuidado ambiental. Es el camino correcto y todo lo que se haga para contribuir en esa dirección es muy bienvenido.

En ese sentido, nos parece pertinente comentar un excelente ejemplo, sin que sea afortunadamente el único. Se trata de una actividad de divulgación e información que se llevará a cabo los próximos días en el Museo de Historia Natural “Dr. Carlos A. Torres de la Llosa” de Montevideo.

El Centro Educativo de Cría y Rescate de Reptiles Alternatus Uruguay organiza la III Jornada de Investigación, Manejo y Conservación de Fauna Silvestre este viernes, sábado y domingo.

Brindarán 16 charlas abarcando un amplio abanico de temas, entre los que se pueden destacar: experiencias de rescate de fauna, cría de aves autóctonas, el manejo de reptiles, el estado de conservación de los anfibios de nuestro país, las cámaras trampas como herramientas para el monitoreo de especies, los problemas provocados por las especies foráneas introducidas accidentalmente a nuestro país y que se adaptan a nuestros ecosistemas, la importancia de la cría en cautiverio de ciertas especies en grave peligro de extinción que logran evitarlo.

Que la convocatoria esté dirigida a todo público -y sea de entrada gratuita- es la mayor virtud de esta iniciativa, porque amplifica la divulgación del conocimiento de los especialistas hacia la comunidad, en un espacio que pretende estimular el intercambio dinámico de experiencias y opiniones. Pero además actividades de esta naturaleza siempre contribuyen a sensibilizar acerca del gran valor que tiene el patrimonio biológico nacional para las presentes y futuras generaciones.

Seguimos rezagados en materia de conciencia ambiental enfocada en la conservación de las especies de nuestra fauna. Para respetar y proteger a nuestras especies silvestres primero hay que conocerlas.

Sobreviven usos y costumbres muy arraigadas, de difícil remoción. Razón por la cual toda iniciativa que se proponga merece recibir el máximo apoyo posible.

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